sábado, 22 de mayo de 2010

Ferias y pabellones: ecosistemas culturales (II)

Paradójicamente, siendo Alvar Aalto uno de los arquitectos sobre los que más artículos y publicaciones se han escrito, sigue conservando intactas algunas de las más aleccionadoras aportaciones metodológicas y poéticas a la arquitectura, relacionando de forma precisa la historia, la teoría y la práctica profesional. A través de sus proyectos para ferias y pabellones de exposición, pondremos de manifiesto el contenido cultural del hombre como arquitecto y el necesario diálogo entre historia, proyecto y vanguardia.
Como decía el propio Aalto, los arquitectos necesitan experimentar sus nuevas ideas y para ello se tienen que construir -el papel no es suficiente- por ello las múltiples modificaciones del proyecto en la ejecución de la obra eran frecuentes en nuestro autor. Este laboratorio experimental con maquetas
a escala 1:1 se suplió en parte con sus proyectos para exposiciones, que a lo
largo de su carrera fueron interpretando las trazas de la arquitectura finlandesa, la historia, el paisaje y el carácter de un país, sin olvidar las vanguardias de su tiempo. Son un ejemplo de cómo el arquitecto incide directamente en la sociedad, cómo propone una arquitectura con contenido cultural y social, cómo el contexto y la idiosincrasia de un pueblo y del propio individuo están presentes por encima de otros intereses. El deseo de un arquitecto de conseguir una arquitectura más humana y su lucha por salir de la telaraña internacional de la arquitectura mediática que dicta las pautas de lo que se debe o no hacer en cada momento.
Por todo ello, creemos que estas obras no son ni mucho menos obras menores por su condición de arquitectura efímera. Además, pensamos que solamente son abordables desde un planteamiento humanista de la arquitectura, ejemplificado en la propia trayectoria vital y profesional de Alvar Aalto.

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