martes, 18 de enero de 2011

El Guggenheim en miniatura


Un museo creado a imagen y semejanza del Guggenheim de Nueva York renace en Moscú tras cinco años de obras y se convierte en el centro de arte multimedia más ambicioso.



De apariencia neoclásica por fuera, el reformado Museo de Arte Multimedia de Moscú (MAMM) esconde en su interior el diseño en forma de espiral que el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright plasmó en su controvertida obra póstuma: el museo Guggenheim de la Gran Manzana.

La principal diferencia entre ambos museos radica en la característica que al mismo tiempo las asemeja. Pese a que el MAMM mantiene el concepto de infinidad de la famosa espiral de la institución neoyorquina, ésta adopta trazos rectangulares que convierten al nuevo edificio en una réplica inusual.

UNA MIRADA ECLÉCTICA DEL ARTE

Después de cinco años de obras, el antiguamente conocido como Casa de la Fotografía se tiñe de blanco nuclear y prácticamente dobla su espacio con 9 mil metros cuadrados que acogerán las obras de artistas contemporáneos de todo el mundo. Y no hay nada más innovador que el arte multimedia.

"Se trata de un complejo actual en el que vamos a reunir todas las facetas del arte en forma de exposiciones multimedia. Éste es el arte que nos trae el futuro", dijo a EFE la directora del MAMM, Olga Svíblova.

A escasos metros del Kremlin, corazón histórico y político del país, el reformado museo se convierte en una instalación polivalente que acogerá proyecciones, conciertos, recitales de poesía, conferencias y representaciones teatrales.

"Vamos a mezclar todas las facetas del arte. El medio en el que se presenta es irrelevante, pues lo que realmente importa es el mensaje que pretende trasmitir el artista", señaló Svíblova.

Bajo esta premisa, el MAMM parece no sólo adoptar la imagen del Guggenheim de Wright (1867-1959) sino también el alma.

Mientras que los museos estadounidenses organizan con frecuencia eventos para un público joven al margen de sus exposiciones, esta práctica es algo innovadora en el terreno ruso.

El MAMM, diseñado por el ruso Andréi Vokov, ha roto las barreras de la arquitectura clásica y ahora pretende retar también al sistema tradicional de la extensa red de museos que conviven entre las tradicionales catedrales ortodoxas del espacio postsoviético moscovita.

EL DESCENSO DEL CUADRILÁTERO

Considerado el mejor arquitecto estadounidense de todos los tiempos por el Instituto Estadounidense de Arquitectura, Wright diseñó el Guggenheim para que sus exposiciones se visitaran en orden descendiente.

El MAMM se estrena con cuatro exposiciones temporales y en lo alto del cuadrilátero, en el séptimo piso, se encuentra una oda a Simon de Pury, el destacado marchante de arte francés reconvertido en fotógrafo.

Las instantáneas a gran escala del polifacético artista, a quien incluso la televisión estadounidense le dedicó su propio "reality show", visten de color el blanco impoluto de la sala que marca el inicio del recorrido.

Pero si por algo destaca el MAMM es por su archivo fotográfico, que reúne más de 80 mil capturas de la vida rusa antes y después del colapso de la Unión Soviética.

Desde que se fundara en 1996, este museo organiza dos bienales al año: una dedicada a la fotografía en general y la otra al sector de la moda.

Asimismo, se encarga de proyectar a nivel internacional las carreras de fotógrafos rusos emergentes, algo que también hace con el resto de disciplinas que se muestran en sus instalaciones.

"El museo financia las obras de los artistas contemporáneos a cambio de que nos permitan exponer el resultado", asegura Svíblova.

A los inestimables daguerrotipos y copias digitales del archivo del MAMM se suma ahora un compendio de fotografías del ruso Gueorgui Petrusov (1903-1971).

Amigo de quien fuera la alternativa rusa al modernismo mundial, Alexandr Rodchenko (1891-1956), Petrusov captó a través de su cámara algunos de los momentos más publicados de la era soviética.

Con Iósef Stalin al poder, Petrusov mostró al mundo instantáneas de la Gran Purga, con la que se eliminó a muchos de los bolcheviques que tomaron parte en la revolución de la mano de Lenin, o de los campos de trabajos forzados del Gulag. Ahora, estas capturas se exponen en una sala oscura en la que el único resplandor surge de los marcos iluminados de las imágenes de Petrusov.

EL ARTE ESPAÑOL TOMA EL RELEVO AL FRANCÉS.



En el último de los niveles de la "espiral" se encuentra la exposición "Les nouveaux électriques", un conjunto de arte fotográfico y audiovisual cedido por el Centro Pompidou de París. Estas obras se muestran por primera vez al público en el MAMM y ponen el punto final del Año de Francia en Rusia, durante el que centenares de expresiones artísticas procedentes del país galo invadieron Moscú.

"Desde el nacimiento del cine experimental, en los años 20, una generación de artistas proyectaba sus películas en salas de cine a un público que no se correspondía. Estas obras se dirigen a los seguidores del arte más que a los cinéfilos", apuntó a EFE Philippe-Alain Michaud, comisario del Centro Pompidou.

La descomposición y la interacción del arte están presentes en esta variada muestra que tiene como leitmotiv los fuegos artificiales.

"Las películas son producto de una luz intermitente y efímera, como los fuegos artificiales. Creo que las películas no nacieron a finales del siglo XIX con motivo de los avances tecnológicos, sino que podemos relacionarlas con la invención de los fuegos de artifio", agregó Michaud.

Francia entrega el testigo a España en 2011, cuyo arte y cultura adquirirán presencia en el país eslavo.

Con motivo del Año de España en Rusia, el MAMM acogerá las pinturas del artista Álex García. Además, los aficionados del arte podrán recorrer a lo largo del cuadrilátero la obra del artista visual brasileño Vik Muniz, capaz de trabajar con materiales como chocolate, diamantes, deshechos o una exquisitez rusa como el caviar.

El eclecticismo será el distintivo de esta institución, que expondrá al público moscovita a cada una de las formas del arte contemporáneo que el hasta ahora clásico escenario museístico ruso había omitido.

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