sábado, 23 de abril de 2011

INDIVIDUALIDAD DE LOS HECHOS URBANOS (II)

En este momento tendremos que hablar de la idea que tenemos hecha de este edificio, de la memoria más general de este edificio en cuanto producto de la colectividad; y de la relación que tenemos con la colectividad a través de él.
También sucede que mientras visitamos este palacio, y recorremos una ciudad tenemos experiencias diferentes, impresiones diferentes. Hay personas que detestan un lugar porque va unido a momentos nefastos de su vida, otros reconocen en un lugar un carácter fausto; también esas experiencias y la suma de esas experiencias constituyen la ciudad. En este sentido, si bien es extremadamente difícil por nuestra educación moderna, tenemos que reconocer una cualidad al espacio. Este era el sentido con que los antiguos consagraban un lugar, y éste presupone un tipo de análisis mucho más profundo que la simplificación que nos ofrecen algunos tests psicológicos relacionados sólo con la legibilidad de las formas.
Ha sido suficiente detenernos a considerar un solo hecho urbano para que una serie de cuestiones haya surgido ante nosotros; se pueden relacionar principalmente con algunos grandes temas como la individualidad, el locus, el diseño, la memoria; y con él se dibuja un tipo de conciencia de los hechos urbanos más completo y diverso que el que normalmente consideramos; tenemos que experimentar los elementos positivos.
Repito que quiero ocuparme aquí de lo positivo a través de la arquitectura de la ciudad, a través de la forma, porque ésta parece resumir el carácter total de los hechos urbanos, incluyendo su origen.
Por otra parte, la descripción de la forma constituye el conjunto de los datos empíricos de nuestro estudio y puede ser realizada mediante términos observativos; en parte, eso es todo lo que comprendemos por medio de la morfología urbana: la descripción de las formas de un hecho urbano; pero es sólo un momento, un instrumento. Se aproxima al conocimiento de la estructura pero no se identifica con ella. Todos los especialistas del estudio de la ciudad se han detenido ante la estructura de los hechos urbanos, declarando, sin embargo, que, además de los elementos catalogados, había l’áme de la cité; en otras palabras, habla la cualidad de los hechos urbanos. Los geógrafos franceses han elaborado así un importante sistema descriptivo pero no se han adentrado a intentar conquistar la última trinchera de su estudio: después de haber indicado que la ciudad se construye a si misma en su totalidad, y que ésta constituye la raison d’être de la misma ciudad, han dejado por explotar el significado de la estructura entrevista. No podían obrar de otra manera con las premisas de que hablan partido; todos estos estudios han rehusado un análisis de lo concreto que está en cada uno de los hechos urbanos.

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