lunes, 18 de abril de 2011

INTRODUCCIÓN. HECHOS URBANOS Y TEORÍA DE LA CIUDAD (IV)

Estoy convencido, desde luego, de que una parte importante de nuestros estudios tendrían que estar dedicados a la historia de la idea de ciudad; en otras palabras, a la
historia de las ciudades ideales y a la de las utopías urbanas. Las contribuciones en este sentido, por lo que yo sé, son escasas y fragmentarias, bien que existan investigaciones parciales en el campo de la arquitectura y en la historia de las ideas políticas.
Hay en realidad un continuo proceso de influencias, de intercambios, a menudo de contraposiciones entre los hechos urbanos tal como se concretan en la ciudad y las propuestas ideales. Yo afirmo aquí que la historia de la arquitectura y de los hechos urbanos realizados es siempre la historia de la arquitectura de las clases dominantes; habría que ver dentro de qué límites y con qué éxito las épocas de revolución contraponen un modo propio y concreto de organizar la ciudad.
En realidad, desde el punto de vista del estudio de la ciudad, nos encontramos ante dos posiciones muy diferentes; sería útil iniciar el estudio de estas posiciones a partir de la historia de la ciudad griega y de la contraposición del análisis aristotélico del concreto urbano y de la república platónica. Aquí se plantean importantes cuestiones de método.
Tengo para mí que cl planteamiento aristotélico en cuanto estudio de los hechos ha abierto el camino de manera decisiva al estudio de la ciudad y hasta a la geografía y a la arquitectura urbanas.
Sin embargo, es indudable que no podemos percatamos del valor concreto de ciertas experiencias si no operamos teniendo en cuenta esos dos planos de estudio; de hecho, algunas ideas de tipo puramente espacial han modificado notablemente no sólo de forma sino, con acciones directas o indirectas, los tiempos y los modos de la dinámica urbana.
El análisis de estos modos es para nosotros de extrema importancia.
Para la elaboración de una teoría urbana podemos remitimos a una masa de estudios imponente; pero tenemos que tomar estos estudios de los más diversos lugares y valernos de ellos para lo que importa en la construcción de un cuadro general de una específica teoría urbana.
Sin querer trazar ningún cuadro de referencia para una historia del estudio de la ciudad, se puede afirmar que hay dos grandes sistemas; el que considera la ciudad como el producto de los sistemas funcionales generadores de su arquitectura, y por ende del espacio urbano, y el que la considera como una estructura espacial.
En los primeros, la ciudad nace del análisis de sistemas políticos, sociales, económicos, y es tratada desde el punto de vista de estas disciplinas; el segundo punto de vista pertenece más bien a la arquitectura y a la geografía.
Bien que yo parta de este segundo punto de vista, como dato inicial, tengo en cuenta los resultados de los primeros sistemas que contribuyen a plantear problemas muy importantes.

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