La actividad fue una más de las preparadas en ocasión del Décimo Encuentro Nacional de Estudiantes de Arquitectura (ENEA) que se realizó del 25 al 30 de julio en Oruro, con el objetivo de crear expectativas sobre el área académica, donde se abordaron temas de análisis sobre los procesos políticos, sociales; transformando y demostrando los cambios mediante la arquitectura.
Según el responsable del taller (en inglés workshop), la sal fue un material utilizado para la elaboración de esculturas, con tres a cuatro centímetros de espesor en base a diseños que se proporcionaron a los estudiantes.
Es la primera vez que los universitarios realizaron este tipo de obras conociendo algo nuevo, además de demostrar su creatividad a la población, motivo por el que diseñaron las esculturas en un espacio al aire libre, como es la Plaza Manuel de Castro y Padilla, sector aledaño al edificio de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) para demostrar a la ciudadanía las aptitudes artísticas de los futuros arquitectos.
"Este material se fue perdiendo en el tiempo, porque las nuevas generaciones ya no conocen este material, esencialmente los estudiantes del interior, puesto que fueron traídos los adobes del salar de Uyuni para realizar el trabajo artístico", explicó el docente encargado de la actividad arquitectónica.
Las esculturas fueron realizadas en torno a la temática sobre la integración de Bolivia, como el propósito del encuentro realizado en Oruro. Los jóvenes labraron los adobes y crearon estructuras atractivas que permanecieron expuestas por muchas horas y por la noche los diseños fueron iluminados, presentando un aspecto diferente y llamativo.
El jurado fue constituido por arquitectos invitados de Santa Cruz, Brasil y Argentina que premiaron los mejores trabajos con la entrega de certificados. Participaron aproximadamente 80 universitarios de todo el país.
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