miércoles, 29 de febrero de 2012

CRÍTICA AL FUNCIONALISMO INGENUO. (II)

La intencionalidad estética y la necesidad que presiden los hechos urbanos y establecen sus complejas relaciones no pueden ser analizadas con ulterioridad.
Aunque el funcionalismo tenga orígenes más lejanos, ha sido anunciado y aplicado claramente por Malinowski; este autor hace una referencia explícita también a la manufactura, al objeto, a la casa. «Tomemos la vivienda humana; ahí también la función integral del objeto tiene que ser tenida en cuenta cuando se estudian las varias fases de su construcción tecnológica y los elementos de su estructura.» De un planteamiento de ese tipo se desciende fácilmente a la consideración sólo de los motivos por los cuales la manufactura, el objeto, la casa sirven. La pregunta «¿para qué sirven?» acaba dando lugar a una simple justificación que obstaculiza un análisis de lo real.
Este concepto de la función es recogido después por todo el pensamiento arquitectónico y urbanístico, y particularmente en el ámbito de la geografia, hasta caracterizar, como se ha visto. por medio del funcionalismo y del organicismo, gran parte de la arquitectura moderna.
En la clasificación de las ciudades ello llega a ser preponderante con respecto al paisaje urbano y a la forma; aunque muchos autores expongan dudas sobre la validez y la
exactitud de una clasificación de este tipo creen que no hay otra alternativa concreta para una clasificación eficaz. Así, Chabot, después de haber declarado la imposibilidad de dar una definición precisa de la ciudad porque en su interior siempre hay un residuo imposible de discernir de modo precio, establece luego funciones, aunque en seguida declara su insuficiencia.
La ciudad como aglomeración es explicada propiamente sobre la base de las funcion es que aquellos hombres querían ejercer; la función de una ciudad se convierte en su raison d’étre y en esa forma se revela. En muchos casos el estudio de la morfología se reduce a un mero estudio de la función.
Establecido el concepto de función, de hecho, se llega inmediatamente a la posibilidad de una clasificacion evidente; ciudades comerciales, culturales, industriales, militares, etc....
Si bien la crítica presentada aquí al concepto de función es más general, resulta oportuno precisar que, en el interior de este sistema, surge ya una dificultad al establecer el papel de la función comercial. De hecho, tal como ha sido expuesta, esta explicación del concepto de clasificación por funciones resulta demasiado simplificada; supone un valor idéntico para todas las atribuciones de función, lo cual no es verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario