Otro ejemplo característico del papel realizado
por las circunstancias
particulares de la
historia son, durante el período revolucionario, los grandes planes de redes viarias que se siguieron a la
nacionalización de los bienes de los
emigrados y del clero.
La Comisión de los Artistas señala sobre el mapa grandes calles, utilizando los terrenos de las nuevas y enormes propiedades nacionales. El estudio de las transformaciones
de París se encuentra
vinculado, pues, al estudio de la historia
de Francia; la forma de estas transformaciones depende, por lo tanto, sea del pasado histórico de la ciudad, sea de los
actos realizados por ciertos individuos cuyas voluntades han actuado como fuerzas de la historia.
Se puede decir, pues, que los hechos de expropiación difieren por su misma naturaleza de todos los otros
que se encuentran en el origen de los
cambios de propiedad.
Un hecho relaciona lo con esta hipótesis es el de que los actos de expropiación no se
presentan, en general, aisladamente; no consideran esta calle o este grupo de viviendas, sino que se relacionan
con
un
sistema del que no son más
que
una
parte;
con
las
tendencias de desarrollo de la
ciudad.
En todos los casos donde son invocadas
razones históricas para explicar los cambios de
París, se ven otras explicaciones posibles que
ponen
en
relación
hechos
económicos. Las expropiaciones, con
otros
hechos
económicos. Se cita la nacionalización de los
bienes del clero; pero por otra parte no todas las calles proyectadas por la Comisión de
los Artistas han sido realizadas; y la expropiación de los bienes de los conventos ¿no es
también un hecho económico? Estas propiedades constituían impedimentos, aún en su forma física, para el desarrollo
de la ciudad y, por lo tanto, en circunstancias diferentes habrían sido expropiadas por el rey, o vendidas
por los religiosos, de modo no diferente
de lo que sucede más tarde con los ferrocarriles.
A menudo, pues, se comete el error de dar importancia de primer orden al modo
preciso, concreto, de la realización de un hecho general que se debe
producir
necesariamente pero
que no cambia de significado por haberse producido
de aquella manera,
en aquel lugar, y en aquel
momento, más
bien
que
en
una
forma, un lugar, un momento diferentes.
Dígase lo mismo de plan de Haussmann y de todos los argumentos de orden estratégico, político y estético que se
citan para este plan.
El argumento estrategico no ha modificado,
no ya en la forma topográfica, sino en su naturaleza económica la calle en cuestión,
y entonces no se necesita tenerlo
en cuenta más de lo que el químico tiene en cuenta la forma y el tamaño
de
la
probeta
donde
realiza sus experimentos; intervengan motivos de orden, de higiene,
de estética, hasta; que éstos no tengan por efecto una modificación económica importante, que no pueda ser
explicada sino por motivos económicos, el economista no debe preocuparse de ellos.
O estos motivos han tenido este efecto y entonces no pueden ser descuidados, o sólo al término
de
la
investigación
positiva,
y
después de la eliminación
de
todas
las
causas
económicas, es posible establecer la
existencia de un tal «residuo».
Se establece
por
ello la hipótesis
de carácter puramente
económico
de
los
hechos
de
expropiación, de su dependencia respecto de
los
hechos
individuales
y
de
la
historia
política.
La expropiación, además, es un adaptamiento
rápido y de conjunto: los diferentes
componentes de la operación
se realizan simultánea
y no sucesivamente; se puede, pues, imaginar
que el acto de conjunto
revelará
la
dirección
y
la
influencia
de las fuerzas presentes en un periodo precedente. (Así, el modo, también jurídico, con que la expropiación se manifiesta luego no tiene importancia.)
Desde el momento en que la conciencia de una necesidad colectiva
se forma, desde el momento en que llega a ser clara, se tiene el origen para una acción total. Puede haber,
desde luego, errores en la conciencia social;
la ciudad puede ser llevada a trazar vías allí donde no hay
realmente necesidad, a urbanizar terrenos
allí
donde
no
tiende
a
expandirse; calles creadas con rapidez pueden permanecer
desiertas.
Así, la expropiación puede recorrer un momento regular de la evolución; las causas para ello
son múltiples; por ejemplo, proyectando una calle cuya necesidad es urgente puede llevar a construir otras por
analoga.
Como quiera que sea, la hipótesis
de Halbwachs se niega a considerar la expropiación
como
un hecho anormal y extraordinario, sino que quiere aún estudiarla como el hecho
más cierto y seguro de la evolución
urbana.
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