El esquema
de
San
Lorenzo
vuelve
directamente al Renacimiento
y
es
analizado
continuamente en forma casi obsesiva en los cuadernos de Leonardo. Pero llega a ser
después un hecho excepcional su presencia
en
los
cuadernos
de
Borromini,
que
está
terriblemente influido por
los
dos
mayores monumentos
milaneses:
San
Lorenzo
y
el
Duomo.
Borromini pone entre estos dos edificios toda su arquitectura e introduce características
desconocidas casi biográficas al aparejar el verticalismo gótico del Duomo a la planta central de San Lorenzo.
Por otra parte, en el
San
Lorenzo,
cual
lo
vemos hoy, hay añadidos de varios
tipos;
desde el barbárico (San Aquilino)
hasta
el
renacentista
(Martino
Bassi)
y
toda la construcción permanece en el lugar de las antiguas
termas romanas,
en
el
mismo
corazón de la Milán romana.
Pongámonos ahora ante un monumento; ¿es posible hacernos
la pregunta del diseño del ambiente urbano?
¿Hablar de esta obra en puros términos de figurabilidad? Me parece
mucho más justo investigar su
significado, su razón, su estilo, su historia.
De este modo se manifiesta
a los artistas del Renacimiento; y llega a ser una idea de arquitectura que se repropone en un diseño
nuevo. Nadie puede hablar de arquitectura de la ciudad ignorando
estos hechos; y éstos cada vez han de ser mejor conocidos. Son el principal fundamento
de
una
ciencia
urbana. La excepción particular que ha sido concedida a la arquitectura del simbolismo puede revestir
toda la arquitectura; y sobre todo por la identificación entre acontecimiento y signo que ella comporta. La necesidad de establecer
un
nuevo
juicio
es
lo
que
se
plantea
más o menos
necesariamente en ciertos períodos de la arquitectura.
Hay obras que constituyen un acontecimiento originario en la constitución urbana y que permanecen
y
se
caracterizan
en
el
tiempo transformando su función
o
negando
la
originalidad hasta constituir un fragmento de ciudad, hasta el punto de que nosotros las consideramos más
desde
el
punto
de
vista
puramente urbano que desde
el
de
la
arquitectura. Hay obras que designan una nueva constitución,
el
signo
de
nuevos
tiempos en la historia urbana; las más de las veces éstas
van
unidas
a
períodos revolucionarios, a acontecimientos decisivos en el curso histórico de la ciudad.
Es evidente que, aunque este libro se ocupe de la arquitectura de la ciudad considerando estrechamente vinculados los problemas de la arquitectura en sí y los de la arquitectura urbana entendida como un todo, no puede afrontar algunos
problemas específicos de la
arquitectura; me refiero a los problemas
compositivos. De hecho, creo que estos
problemas tienen decididamente autonomía propia; consideran la arquitectura en tanto que composición. Ello significa igualmente
que consideran el estilo.
He intentado
mas arriba diferenciar los hechos urbanos en cuanto tales y la arquitectura en sí; quiero ahora decir
que
desde
el
punto
de
vista
de
la
arquitectura urbana los
resultados más importantes, concretamente verificables, se tienen por la coincidencia de estos dos aspectos; y por la influencia que tiene un problema sobre el otro.
Sin embargo,
lo
que
quiero
decir
ahora
exactamente
sobre
la
arquitectura,
y
sobre
la
composición y el estilo,
es que ésta es incidente y determinante en la constitución de los
hechos urbanos cuando está en disposición de asumir toda la dimensión civil y política de una época; cuando es altamente racional,
comprensiva y transmisiva; en otros términos, cuando puede ser juzgada
como estilo.
Este fundamento de la
arquitectura es también el único que implica la posibilidad de una enseñanza propia; y de
una enseñanza tal que pueda dar un
estilo universal.
La identificación de algunos hechos urbanos y de la misma ciudad con el estilo de la arquitectura es tan inmediato en cierto contorno
de espacio y de tiempo
que podemos hablar con
discreta
precisión
de
la
ciudad
gótica,
de
la
ciudad barroca, de la
ciudad
neoclásica.
Estas definiciones estilísticas llegan
a ser al mismo tiempo definiciones morfológicas;
precisan la naturaleza de los hechos urbanos. En este sentido es posible hablar de diseño
urbano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario