viernes, 7 de diciembre de 2012

Oscar Niemeyer, el arquitecto de la sensualidad


Niemeyer en una imagen de 2009.
El brasileño Oscar Niemeyer, fallecido el miércoles 5 a los 104 años, revolucionó la arquitectura moderna con sus curvas sensuales, de las que la capital Brasilia se volvió la principal exponente.

“No es el ángulo que me atrae. Ni la línea recta, dura, inflexible. Lo que me atrae es la curva sensual que se encuentra en el cuerpo de la mujer perfecta”, sostenía el llamado “arquitecto de la sensualidad”, creador de la capital brasileña inaugurada en el corazón del país en 1960.

En 1940, Niemeyer conoció al futuro presidente Juscelino Kubitschek, que le dio la “alegría” de construir Brasilia para reemplazar la hasta entonces capital Río de Janeiro.

Brasilia fue concebida por el urbanista Lucio Costa, pero fue Niemeyer quien diseñó sus principales edificios, un trabajo por el cual fue recompensado en 1988 con el premio Pritzker, equivalente al Nobel de arquitectura.

Las líneas audaces de la capital Brasilia, que emergió en el despoblado centro del país, un museo de arte moderno que evoca un platillo volador o el festivo Sambódromo de Río de Janeiro, son algunas de las obras más reconocidas del fallecido arquitecto.

“Queríamos hacer una arquitectura diferente, que sorprendiera”, declaró a la agencia AFP antes de su muerte este pionero en la utilización del hormigón. Con más de 600 obras en su palmarés y una veintena de proyectos en curso en Brasil y en el exterior, como la mezquita de Argel, este pequeño hombre de apariencia frágil y mirada viva decía que quería seguir “sorprendiendo”.

“Lo que más me gustaría hacer ahora sería sin duda el estadio de fútbol que diseñé muy recientemente y que tiene una forma bastante sorprendente”, indicó en una entrevista con la AFP en 2010 a la que respondió por escrito, en vísperas del 50 aniversario de Brasilia.

Durante estos últimos años, Niemeyer fue hospitalizado varias veces, pero en febrero pasado supervisó justo antes del Carnaval de Río las obras de renovación del Sambódromo, que construyó hace 30 años y donde se llevan a cabo los desfiles de las grandes escuelas de samba.

En 1928, Niemeyer se casó con Annita Bildo, con quien tuvo una hija. Su unión duró 76 años, hasta la muerte de Annita a fines de 2004. Su hija Anna Maria Niemeyer murió en junio pasado, a los 82 años, víctima de un enfisema pulmonar.

“Tengo el mismo interés por la vida que cuando era joven. Mi receta, no aceptar la vejez, pensar que tenemos 40 años y actuar de manera acorde”, dijo en vísperas de sus 100 años junto a Vera Lucia Cabrera, actualmente de 64 años, su secretaria con la cual se casó a los 98 años.

El brasileño quedará como uno de los grandes renovadores de la arquitectura del siglo XX.

Norman FosterPremio Pritzker 1999 “El arquitecto brasileño fue una inspiración para mí y para una generación de arquitectos. Poca gente ha podido estar con sus héroes. Me alegro de haber tenido la oportunidad de haber estado con él en Río el año pasado.Para los arquitectos del Movimiento Moderno (de la Arquitectura), él cuestionó lo aceptado e invirtió la norma de que la forma sigue a la función. Niemeyer demostró, en cambio, que, cuando la forma crea belleza, ésta llega a ser funcional y, por tanto, fundamental en la arquitectura. Cuando el cosmonauta ruso Yuri Gagarin visitó Brasilia, le gustó la experiencia de haber aterrizado en un planeta diferente. Mucha gente, al ver la ciudad por primera vez, ha sentido lo mismo.

Brasilia es audaz, escultural, llena de color y libre. Pocos arquitectos han sido capaces de reunir un vocabulario vibrante y estructurarlo con un sentido comunicativo brillante y un lenguaje seductor-tectónico”.



Puntos de vista
ronald TeránArquitecto bolivianoPara el presidente de la Sociedad de Estudios de Patrimonio Cultural, Ronald Terán, Oscar Niemeyer fue uno de los más importantes y renombrados arquitectos de este último siglo. “Su obra más importante, la capital de Brasil, ha sido un ícono del mundo, de cómo se puede generar un proyecto a partir de un sueño. Se trata de un diseño que además fue muy atrevido en un momento determinado. Su trabajo fue reconocido porque fue un arquitecto muy visionario y futurista y nos ha impresionado por toda la producción arquitectónica que desarrolló en su vida.

Uno de los íconos de esa arquitectura fue, por ejemplo, el edificio del Parlamento en Brasilia. Todos los demás edificios que diseñó responden a un criterio totalmente distinto y futurista.

Basó su obra en un hormigón artístico con unos moldes totalmente distintos, muy relacionados al modernismo de Europa y América”.


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