miércoles, 16 de enero de 2013

La recuperación de la ciudad construida - VI

la resolución digna del problema del alojamiento de colectivos sociales desfavorecidos. 
la contribución a la fijación de población en el caso de los centros histó- ricos, y en cualquier caso por su capacidad potencial de favorecer la hete- rogeneidad social. 
la recuperación del patrimonio edificado, extrayendo interesantes virtua- lidades del mismo y atemperando así en determinadas circunstancias el proceso de extensión de la ciudad. 
la creación de una nueva cultura urbana basada en la valoración y el res- peto hacia la ciudad heredada que trascienda una visión, demasiado ex- tendida, de la ciudad como campo de Agramante de las prácticas inmobi- liarias de los agentes privados. 
la garantía de integración de políticas sectoriales en el marco de la plani- ficación, que es una competencia irrenunciable de la administración pú- blica. la posibilidad de poner en marcha políticas de acuerdo y consenso con los principales agentes económicos y sociales que operan en el sector inmobi- liario urbano. 
la garantía de la aplicación de recursos económicos y la integración de otro tipo de recursos en operaciones cuyo atractivo inicial para la iniciati- va privada suele ser escaso. 
Por tratarse, en suma, para el caso tan frecuente de ciudades desarticuladas en lo urbanístico y desestructuradas en lo social, de un instrumento muy útil para desarrollar una acción correctora de desequilibrios e integrador de las solucio- nes, condiciones indispensables en una estrategia de recuperación de la ciudad.

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