La difícil movilización de recursos de los propietarios e inversionistas privados
en apoyo a la conservación del patrimonio histórico ha llevado a varios gobiernos locales a ofrecer exenciones tributarias y facilidades administrativas. En la
ciudad de México, entre 1991 y 1999, se aplicó una inversión de alrededor de
300 millones de dólares a 500 inmuebles del centro histórico, beneficiándose
propietarios e inversionistas de exenciones fiscales por un monto de 9 millones. Otro ejemplo: en Sao Paulo se estableció la exención del impuesto predial
por 10 años, para los propietarios de inmuebles históricos que rehabiliten sus
fachadas.
El impacto de estas políticas fiscales no ha sido del todo evaluado, pero
existen indicios que hacen pensar que la asignación de las inversiones en función de la sola lógica del mercado (la rentabilidad) puede conducir a efectos
perversos o por lo menos no deseados.
Por una parte, los inversionistas y propietarios buscan disminuir el nivel de riesgo de sus inversiones exigiendo mayores incentivos por parte de la hacienda local, así como una menor regulación
normativa por parte de las instituciones públicas encargadas de la protección
del patrimonio. Por otra parte, como se ha podido evaluar en el caso de la ciu-
dad de México, las inversiones suelen aplicarse a espacios y a usos que ofrecen
mayor rentabilidad (museos, comercios y equipamientos turísticos), dejando
fuera a la vivienda - sobre todo para familias de bajos ingresos - y a las áreas más
deprimidas de los centros históricos.
Etiquetas
Arquitectos
Arquitectura en la ciudad
Arquitectura Griega
ARQUITECTURA MODERNA
Arquitectura Sustentable
Bienales
Bolivia
CASA COR
Cholets
Colegio de Arquitectos
CONCURSOS
Congresos
Cursos
Edificios
Empleos
Estadios de Fútbol
FERIAS
FOTOS
Libros
Maravillas arquitectonicas
Museo
NOTAS
PABELLONES
PAISES
PREMIOS
PROYECTOS
PUENTES
Seminarios
UNIVERSIDADES
Urbanos
Videos
domingo, 3 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario