martes, 2 de abril de 2013

La magia de Casa Cor está en Bolivia

Mas de 60 profesionales de los rubros de arquitectura, diseño y paisajismo restauran una histórica casona cruceña que a partir del 23 de abril se convertirá en el bunker desde donde Casa Cor Bolivia exhibirá la creatividad y el talento bolivianos.

No es una feria. La franquicia Casa Cor surgió en San Pablo, Brasil; hace 25 años; sin embargo, su éxito le ha permitido expandirse a otras 24 ciudades del vecino país pero, además, su fama ha traspasado sus fronteras para llegar hasta Perú, República Dominicana, Chile y ahora Bolivia.

Este acontecimiento no se trata de una feria donde se muestran productos. Casa Cor se caracteriza por restaurar inmuebles de alto valor histórico con la ayuda de profesionales que plantean proyectos con el objetivo de recuperar espacios que se encuentran abandonados y con signos de deterioro. "Es una exhibición del talento de 60 de los mejores profesionales bolivianos que han encarado el desafío de recuperar este espacio", destacó “Quito” Velasco, socio de la franquicia Casa Cor Bolivia.

Desde el techo al subsuelo. Este primer año, Casa Cor restaura una casona construida en los años '50 del siglo pasado. El histórico edificio se encuentra sobre la calle Warnes, entre Potosí y Cochabamba.

La restauración demandó cerca de ocho meses de trabajo. Se tuvo que trabajar en los tallados de madera que se encontraban en el techo y en las barandas.

Se recuperó el frontis original que estaba debajo de capas de masilla y pintura; asimismo, se reforzó el techo del subsuelo que se encontraba con grandes cantidades de tierra y que en su momento fue el primer subterráneo en la ciudad y hasta se cree que tenía un túnel que lo conectaba con La Catedral. "Es un edificio con alto valor histórico", destacó Elizabeth Castro, socia y directora comercial de Casa Cor.

Talento que sorprende. La llegada de Casa Cor a Bolivia no fue sencilla. Según Castro, tenía la ilusión de traer este acontecimiento a Bolivia desde hace nueve años. "Tenemos profesionales de primer nivel que ahora podrán exhibir su talento no solo en el país, sino también en el exterior", destacó. Los profesionales que participan en este proyecto pasaron por un proceso de selección final que se realizó en Brasil, dejando gratas sorpresas en Brasil. "Creo que se rompió el paradigma de que aún somos un pueblo. Se sorprendieron al ver la dificultad de los proyectos presentados por nuestros profesionales", manifestó.

Según Velasco, otro importante aporte de Casa Cor a la ciudadanía es crear y concienciar a los bolivianos de que es posible tener una casa confortable, cómoda, con lo último de tecnología. "No es necesario que sea algo caro, con creatividad se logran cosas sencillas que impactan a la vista", señaló. Otro aspecto a destacar de esta exhibición es la exigencia que tienen desde Brasil de promocionar a profesionales nuevos. Al menos un 20% de los participantes debe tener entre 3 a 4 años de presencia formal.

Importante respaldo La puesta en marcha de la primera versión de Casa Cor cuenta con el apoyo de importantes empresas de prestigio internacional que mueven logística que pocas veces se ha visto en el país.

Empresas como Deca y Eliane, que han importado al país una importante cantidad de material para que lo utilicen los profesionales que restauran la casona. Tumpar, por su parte, está auspiciando la participación de tres arquitectas que mostrarán un proyecto de lavandería. "Si pretendemos que en el exterior crean en los profesionales bolivianos, primero debemos creer en ellos nosotros"..

“Vamos a mostrar nuestro talento al público. Estamos haciendo un cambio de uso de ambiente. Transformamos una cocina a un loft que vendría a ser un garaje para soltero que tendrá un baño, cama y un espacio para una moto. Todo lo necesario para vivir”.

Carlos Parejas
Arquitecto

“Participar en Casa Cor es un sueño. Siempre me hacía traer la revista desde Brasil. Voy a presentar una suite juvenil en un espacio pequeño, pero que con un juego de formas y colores permitirá que sea un ambiente fluido y funcional".

Katherine Jordán
Arquitecta

“La gente es muy exigente. No solo quiere una casa, sino también verlas lindas y decoradas. Voy a hacer el estudio familiar de la casa, tiene un concepto rústico contemporáneo, pero a la vez abarca conceptos de la vida moderna, que facilite la vida de la familia".

Giovanna Murta
Arquitecta

Patrimonio

Una casona con mucha historia

Para los cruceños de antaño el nombre del italiano Mario Ítalo Bonino no es el de un ilustre desconocido; por el contrario, este arquitecto nacido en Turín el 2 de julio de 1909 y que falleció el 18 de julio de 2002, dejó muchas construcciones que hoy son consideradas Patrimonio Histórico, como la casona de la calle Warnes.

Conocida como el “Castillo Bonino”, el profesional italiano tardó alrededor de tres años en construir una de las primeras mansiones lujosas que tuvo la Santa Cruz de la Sierra de los años '50 del siglo pasado. “La estrenamos en 1953, para mi nacimiento”, recuerda orgullosa su hija Norma Bonino.

La casona, que siguió el estilo del barroco colonial, estaba sobre un terreno de un manzano. Tuvo, entre otras curiosidades, uno de los primeros subterráneos, donde el geómetra instaló su estudio y su colección de vino. “La estufa era de mármol rosado. La trajeron de Venecia; fue premiada por su diseño. Los muebles los tallaron en Sucre, mientras que los vidrios fueron pintados y quemados a fuego con una técnica especial. Mi padre hizo los moldes de hierro... Él disfrutaba de su casa, porque fue su creación”, detalla Norma, una de sus cuatro hijos.

Bonino fue tan visionario que en su casa instaló un generador eléctrico y una cámara que les proveía de agua potable. “Fue un innovador”, ratifica Norma, que detalla otros logros de su padre: “Fue el primero, por ejemplo, en fabricar ladrillo de seis huecos. Construyó el colegio militar de Ingavi, en La Paz, y reconstruyó la Universidad de Potosí. También remodeló varias iglesias y construyó diferentes caminos en el país”.

Amante del arte y de la lectura (donó su biblioteca al colegio Marista), fue cónsul de Italia por 25 años. Cabe destacar que en esta casa se hospedaron los presidentes bolivianos Paz Estenssoro y Hernán Siles, además del primer mandatario argentino Pedro Aramburu. También funcionó como consulado de Italia y hasta se firmó el convenio de lo que sería la vía férrea Santa Cruz-Yacuiba.



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