jueves, 25 de abril de 2013

La participación social en la gestión de los centros históricos - II

La voluntad de los gobiernos locales de ir construyendo una gobernabili- dad democrática para sus centros históricos tiene que superar varios obstáculos. El desafío principal estriba en la conciliación de los múltiples intereses no po- cas veces encontrados, y en la construcción de nuevas relaciones de solidaridad, reciprocidad y cooperación entre grupos sociales y sectores socioeconómicos in- teresados en el futuro de los centros históricos. ¿Cómo conciliar el interés de los que viven en un centro histórico con el de los que lo visitan? ¿A cuáles deman- das responder: a las de la población residente o a las de la 'población flotante', que en el caso de la ciudad de México es seis veces superior? 
¿A quiénes hacer caso: a los vecinos, a los comerciantes establecidos, a los comerciantes en vía pública, a los peatones, a los automovilistas, a los propietarios y promotores in- mobiliarios, a las sociedades de defensa del patrimonio, a la industria turística, al BID...? El Plan Estratégico para el centro histórico de la ciudad de México sostie- ne que "la heterogeneidad y la pluralidad son las bases de un proceso fundado en la equidad y la sustentabilidad democrática del desarrollo del centro históri- co ". 
Pero, ¿cómo lograr que una sociedad urbana, estructurada históricamente a partir de relaciones socio-espaciales fundadas sobre la segregación y la exclu- sión, pueda reconstruir un espacio - el de la centralidad - sobre la base de la convivencia entre distintos grupos y estratos socioeconómicos, y de la hetero- geneidad de los usos del suelo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario