lunes, 26 de agosto de 2013

El Alto...¿tiene arquitectura?

a ciudad de El Alto de una ciudad dormitorio se ha convertido en los últimos 15 años en un emporio económico y no menos cierto que sea la ciudad "más pobre" del país, debido a que gran parte de sus pobladores tienen su propia vivienda, no será por donde existe el comercio o el centro de la ciudad (Ceja), sin embargo el más y menos cuenta con una casa, a eso hay que añadir una serie de negocios y servicios que funcionan casi las 24 horas.

También Hay que describir que gran parte de las fábricas, almacenes, depósitos y comercio se encuentran en grandes instalaciones a lo largo de la carretera principal que va a Oruro, Viacha, o hacia Desaguadero o Copacabana, sin embargo así como ha crecido en extensión y población, pero aún no logra ordenar su urbanismo público y lo privado está supeditado a la planificación de los municipios como de otras autoridades gubernamentales.

Este desorden se puede observar en el comercio que ocupa calles durante casi el 80 por ciento del día, perjudicando a los peatones y el mismo transporte. Este último todo un drama en El Alto y pese a varias sugerencias de ordenamiento han fracasado y es muy fácil deducir de que en esa ciudad existen vehículos más que vías habilitadas y entre ellos mismos logran perjudicarse, ya que coparon o saturaron los espacios, lo mismo ocurre en la ciudad de La Paz, este ordenamiento debe ser planificado por arquitectos respecto a las vías, en un trabajo conjunto con tránsito y claro tendría que ser también con los peatones, aunque no tienen ninguna representatividad en el contexto social y son los más abandonados y maltratados todos los días en las calles.

Pero la arquitectura no solamente se refiere a las vías, sino también a la planificación de las viviendas, que cómo decíamos se ha extendido, efectivamente con casas convencionales, pero con la característica que cada vivienda tenga un negocio, por lo general en comercio, tiendas y el hecho arquitectónico paso a segundo plano y son lineales.

Los edificios de el El Alto han asumido en gran parte la tipología en la que en la planta baja son tiendas, primer piso restaurante, segundo local para alquilar y a partir del tercero son departamentos en alquiler, muchas veces para los hijos de la misma familia, coronados por un pequeño ¨chalet¨ de dominio del propietario, que en realidad es la famosa terraza que ahora es convertida en vivienda.

Al parecer es la típica construcción promedio entre tres y cuatro pisos y la mismas son rectilíneas para ganar espacios internos, con poco aporte morfológico, dando la impresión que las edificaciones no fueron planificadas por profesionales o caso contrario se hicieron con un solo diseño para casi toda la ciudad, ya que se repiten los mismos estilos y formas. Uno deduce que los profesionales arquitectos no están realizando su labor e ingresaron a la copia de elementos.

Entre esa imagen rutinaria de casas repetitivas, tal vez las más llamativas y desde hace poco irrumpen las torres de las iglesias católicas, que fueron construidas por el Padre Sebastián Obermaier y que las mismas pueden divisarse a la distancia, además de romper la monotonía de la planicie alteña, que no tiene sobresaltos vista de arriba, a excepción de algo que parecen las venas de la ciudad, se trata de la carreteras que salen al Oeste o al Sur.

CONSTRUCCIONES FACHADISTAS

En apariencia algunos edificios se ven monumentales, con fachadas en colores estridentes, como intentando llamar la atención de la gente y al parecer esa es la intención, de ahí nace el término fachadista, pero que eso merece otro artículo periodístico, por el momento detectamos esa imagen de fachadista, aunque por dentro no este tendida la cama.

Es una imagen externa, sin embargo por dentro la construcción no es lo que piensa, pues muchos edificios siguen en obra bruta y los ambientes son alquilados y esa es la razón seguramente para no mejorar los interiores, bajo el concepto de que la casa tiene que rentar dinero, aunque debemos reconocer que este es un concepto muy subjetivo para interpretar esa realidad.

Como podrán observar es muy complicado definir la arquitectura en la ciudad de El Alto e incluso buscando desde variantes como el trasporte, vías, comercio hemos intentado clasificar el estilo de arquitectura que tiene esta ciudad, joven si, pobre no, porque más parece un slogan político, la ciudad de El Alto, es una ciudad pujante que pretende asegurar su futuro y seguramente tendrán que pasar muchas generaciones para concretar la ciudad ideal y mejorar las condiciones de vida de los alteños-paceños.

Metidos en este conflicto de conceptualización, Metro Cuadrado que va por el tercer año de vigencia, con más de cien publicaciones, invitó por primera vez a cuatro expertos arquitectos para que viertan sus conocimientos sobre la siguiente interrogante ¿existe arquitectura en El Alto? Y hay que reconocer que estos profesionales, conocen mucho del tema y tienen fantásticas ideas y proyecciones para las nuevas arquitecturas de las ciudad de El Alto, no hay duda que dominan su ambiente y contexto para realizar nuevas propuestas arquitectónicas y esa ciudad pueda tomar otro rumbo en construcciones públicas y privadas, no deseamos excluir a otros profesionales que seguramente en el anonimato construyen e intentan darle un estilo a la arquitectura alteña y sin duda alguna sus obras están plasmadas en alguna calle de esta ciudad.

CUATRO EXPERTOS

Los cuatro arquitectos se pusieron de acuerdo para esta serie de publicaciones para realizar un resumen de esta propuesta que no fue un trabajo de un día, sino de varios y de mucho conocimiento para que Randolph Cárdenas Plaza, Oswaldo Villegas Salinas, Leonardo Salinas Sanjinés, Bernardo Guerrero Jarandilla, pongan en la palestra pública sus criterios que por primera vez reunimos a expertos, aspecto que no es normal, ya que ni siquiera en la obras de construcción se los puede reunir.

Según los peritos para determinar esta labor, comenzaron entablando una charla entre ellos y suscribieron el próximo artículo con relación a la pregunta y otras preguntas que nos hicimos "desnudamos y desnudamos una suerte de razones sociales, económicas, culturales y políticas que directa o indirectamente afectan al imaginario (entiéndase como el gusto o las aspiraciones de un individuo o grupo social) del habitante alteño. El objetivo es encontrar y explicar las razones que llevan a los pobladores de El Alto a desarrollar sus inmuebles". A partir de nuestro próximo número , iniciaremos este viaje interesante y apasionante cuando hablar de arquitectura se trata, los invitamos a seguirnos.

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