viernes, 19 de agosto de 2016

Un pedacito del paraíso en Obrajes

El barrio de Obrajes, ubicado en sur de La Paz, alberga un pedazo del paraíso. Situada en la calle 5, se halla la residencia del embajador de Italia, una edificación que además de ser un testimonio de la historia del lugar, encierra una belleza como pocas. No en vano fue bautizada como Villa Edén.

Estas dos razones, entre otras, llevaron a la Alcaldía de La Paz a declararla como Patrimonio de la ciudad. "Esta placa significa que todos tenemos el deber de cuidar este bien que es de la ciudad y es delicado. Somos dos países hermanos que quieren ayudarse y caminar juntos”, señaló el embajador italiano, Plácido Vigo, durante el acto realizado a mediados de julio.

Para celebrar esta declaratoria de Patrimonio, la Embajada de Italia publicó, además, un libro que lleva el nombre del lugar . En éste se da cuenta de la historia de la propiedad pero, también, de su belleza de la cual dan testimonios una serie de fotografías que acompañan el texto.

De Villa Eden hay mucho que mostrar, pues la propiedad donde se construyó el inmueble tiene una extensión de más de 3.000 metros cuadrados en los que se asientan una planta baja, seis dormitorios, tres salitas, tres baños, un comedor y tres jardines.
Chacra de Obrajes

La historia de esta villa se remonta a 1912 cuando fue adquirida por Jorge Saenz. Hasta entonces, el lugar era conocido como Chacra de Obrajes y era una propiedad cuya edificación principal había sido demolida. Es recién en 1921 cuando Jorge Saenz García, hijo del propietario, construyó la edificación que años más tarde heredaría.

En 1964 la edificación fue adquirida por Silvia Linale Granier, hija de un descendiente de italianos, quien cuatro años más tarde, en 1968, se casaría con José Forno, también descendiente de italianos. "La boda se realizó en presencia de la familia y de numerosos amigos en los encantadores jardines de la que ahora es la residencia de Italia”, se lee en la publicación.

En 1971, llegó la primera oferta de compra de la propiedad por parte del entonces embajador de Italia, Gian Piero Nuti. "La solicitud fue evaluada favorablemente también porque el ministerio de Asuntos Exteriores de Italia había recibido la opinión positiva del exembajador Quirino Tortorici, quien había conocido el lugar durante su periodo de servicio en Bolivia (1965-1970).

Ese mismo año, el ingeniero italiano Giacomo Rizzi efectuó la inspección del lugar y dedujo que el inmueble se hallaba en perfectas condiciones; con acabados preciados como pisos de roble en los interiores y en los alrededores de una plaza residencial, que entonces era conocida como plaza Campero. "Cabe resaltar que todo el ventanaje está realizado en madera mara macho, una tipología preciada y casi inasequible”.

En octubre de 1973 se realizaron los trabajos de ampliación del salón principal, además, de intervenciones de mantenimiento. "El 23 de noviembre de 1973, se definió la compra entre Linale y el Gobierno italiano por un valor de 150.000 dólares”, se lee en el libro.

Más datos

Inmueble principal Fue edificado en dos pisos en un total de 647,30 metros cuadrados. Tiene además dos construcciones contiguas, una primera con estacionamiento, un deposito en el segundo piso, un desván y una pequeña casa utilizada como dependencia cuando funcionaba una piscina en el jardín.
Compra En 1973, el embajador Nuti propuso la compra de una ulterior parcela de terreno para evitar lo ocurrido con la residencia del Embajador de Alemania, donde en un terreno limítrofe habían construido un edificio multi familiar con vista directa a los jardines de la propiedad. En noviembre de 1973, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia autorizó la compra de una parcela contigua de 757, 68 metros cuadrados.




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