jueves, 30 de marzo de 2017

El edificio que se dobla, el proyecto fue bautizado como "The Big Bend"



¿Qué pasa si los edificios empiezan a sustituir la altura por la longitud? ¿Y si los rascacielos fueran largos en lugar de altos?

"Si logramos doblar nuestra estructura seremos capaces de crear uno de los edificios más prestigiosos de Manhattan". Con este mensaje, el estudio arquitectónico neoyorquino "oiio" presenta en su web (oiiostudio.com) su nuevo proyecto: el edificio más largo del mundo, un rascacielos que se dobla sobre sí mismo.

Este proyecto, denominado "The Big Bend", puede convertirse en una solución arquitectónica a las limitaciones de altura de Manhattan, indica la compañía.

La propuesta es una muestra de lo que la tecnología y la innovación arquitectónica pueden hacer en el ámbito de la construcción urbana para el futuro.

En un artículo publicado en la web del Foro Económico Mundial, el especialista en tecnología Raúl Álvarez explica que el proyecto está diseñado para ser implementado en Nueva York, donde los precios de los alquileres se han ido a las nubes y donde se necesitan "nuevas edificaciones que dejen de lado el lujo y los precios elevadísimos e impagables, y se enfoquen en ofrecer un espacio de trabajo a aquellas compañías que van empezando". Incluso no se descarta la idea de dedicar algunas plantas para fines habitacionales.

Agrega que se apuesta por un diseño funcional que aprovechará el poco espacio disponible en la Gran Manzana.

Según datos de "oiio", la falta de vivienda en la ciudad de Nueva York ha ido aumentando constantemente en los últimos 30 años.

En noviembre de 2016, se calculaba que había 62.840 personas sin hogar, es decir unas 15.899 familias con 24.251 niños, todos ellos durmiendo cada noche en el sistema municipal de refugios de la ciudad de Nueva York.

La firma "oiio" prevé construir el "The Big Bend" sobre la calle 57, la cual ha visto una explosión de rascacielos, muchos de ellos diseñados para multimillonarios, lo que generó un debate sobre el acceso de vivienda para el neoyorquino promedio.

El punto distintivo del edificio será su curvatura en la parte más alta, lo que hace que parezca que se dobla sobre sí mismo para así formar un arco habitable de una sola planta. Gracias a este diseño, el rascacielos tendría una longitud total de 1.230 metros, convirtiéndose así en el más largo del mundo, dejando atrás el edificio Burj Khalifa de Dubái y sus 828 metros.

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