martes, 31 de diciembre de 2013

Ventanas...los ojos de la casa

La historia cuenta que las primeras ventanas eran aberturas sin acristalar en los muros que dejaban entrar la luz y ventilaban los espacios interiores.

"Las ventanas vidriadas las introdujeron los romanos hacia el año 65 D.C., pero el vidrio no se usó extensivamente hasta el siglo XIII en las iglesias, y hasta el siglo XVI en las casas.

La importante contribución estética se refleja en la cantidad de estilos que se desarrollaron a través de la historia, el diseño de ventanas vitrificadas ha sido dictado por los avances en la producción de cristal en los últimos siglos, en la medida que se fabricaron de colores, catedrales y los planos que nos perdieron la vigencia y son utilizados por su transparencia y solidez, además de generar una visión óptica de espacios en los interiores de una construcción.

Las primeras ventanas, con pequeños vidrios sujetos mediante plomo, fueron sustituidas, en los siglos XVII y XVIII, por ventanas con marcos de madera conocidos como bastidores. Para el año 1840, el desarrollo tecnológico permitió que el vidrio plano (más fino, más barato y más grande que su predecesor) se empleara para permitir vistas tanto en el interior como en el exterior de los edificios.

Algunos historiadores en el mundo, sostienen que la ventanas surgieron a raíz de no concentrar la humedad en las construcciones, especialmente en lugares calurosos, sin embargo no eran consideradas como ventanas, sino espacios de ventilación.

En las ciudades del país son pocas las que existen, como en la Casa de la Moneda y gran parte de las iglesias antiguas, pero también en una de las culturas más antiguas de América como es Tiwanaku, que es la viva prueba de que ellos ya pensaron en aprovechar el dios sol, además su razón de vida religiosa.

Muy pocas como las ventanas denominadas "apuntada a una combinación de líneas cóncavas y convexas, originándose en la arquitectura islámica. La forma también se encuentra en la arquitectura gótica, y fue favorecida en el siglo XVIII como expresión decorativa reminiscencia de Oriente y la antigüedad", mismas que pueden observarse en algunas construcciones de La Paz.

También las ventanas del delineante, siendo que en la mayoría de los dibujos y grabados del siglo XVIII, "las aberturas de ventanas se delineaban como oscuros vacíos, sin articulación o indicación del patrón de vidriado. La moldura alrededor de la puerta es un arquitrabe", esta también pueden ser ubicadas en construcciones de la ciudad y el país.

Mientras que las ventanas circulares son más frecuentes en La Paz o también denominadas rosetones, aunque más conocidas en nuestro medio como ojo de buey, estas son elaboradas y diseñadas para semejar los pétalos de una flor o los radios de una rueda. Muy familiares en las iglesias góticas, es el caso de la Recoleta en la Avenida América, que se puede apreciar sin ir muy lejos.

Ventanales, son la clave del éxito en la ciudad de La Paz y seguramente en otros lugares, pero en esta ciudad por su hermosa topografía, tan especial, caprichosa, irregular, además que uno no encuentra imágenes repetitivas en la ciudad y desde, donde haya ventanales aprecia la ciudad.

ESPACIO ÓPTICO

"Los ventanales de un edificio en la ciudad brindan una buena comunicación con el exterior y el angulamiento. Además agrega espacio habitable y expande el ambiente".

Una simple angulación y se conforma una bahía que añade espacio, permite al ventanal proyectarse como balcón y al ocupante del departamento tener la sensación de ubicarse fuera de la línea de edificación, estando en el interior.

La fachada del edificio queda diferenciada con los ventanales y los departamentos ganan un recurso de habitabilidad, un gran valor agregado, que los constructores le venden y aumentan sus ingresos de algo óptico y no real, intentando persuadir con los ventanales gigantes y vistas panorámicas que tampoco producen si la proyectan y que la venden, cuando usted adquiere un departamento de edificio, especialmente.

EN NUESTRA CIUDAD

La ciudad de La Paz se ha convertido en toda una imagen, digna de observarla desde la amanecida hasta el ocaso del día, pues los paceños en nuestra rutina, posiblemente no logramos captar en le retina el detalle del entorno.

La topografía de la ciudad nos permite tener ciertos privilegios a diferencia de otras ciudades en América, que no son, nada acogedoras y menos atractivas, aunque hay que re conocer que la arquitectura hace la diferencia en diferentes regiones.

Uno de los aspectos que no explotamos, es lo acogedor que es la ciudad de La Paz, primero decía, por su topografía tan peculiar y con un lienzo en el fondo como es el Illimani. Efectivamente es una hoyada o algo así como una bandeja, donde estamos arrimados unos con otros y también con los mismos edificios.

Las pocas arterias o calles, avenidas nos unen confluyendo en el centro de la ciudad, algo así como una pendiente que uno termina por inercia en el centro de la ciudad o sigue rodando hasta la zona sur.

Sin embargo un aspecto que no pasa desapercibido, son las ventanas, ventanales o balcones y los espectaculares miradores que por donde uno vaya, en las calles empinadas uno puede extasiarse la vista, o bien desde los grandes edificios, donde los arquitectos direccionan sus proyectos en dirección justamente a esa imagen cinematográfica el Illimani, pero esas imágenes son provocadas y planificadas con ventanas gigantes, medianas, pequeñas que al final son los ojos de la casa, siendo su única competencia los miradores, pues estos se pueden observar desde la entrada de la ciudad hasta la zona sur.

Los arquitectos paceños y bolivianos, muchos han profundizado su estudio en los ventanales, pero con más fuerza en la ciudad de La Paz, porque reconocen del valor de una ventana y la imagen que uno puede observar de adentro hacia afuera.

Los balcones fueron aprovechados por constructores de la Colonia, cuando los españoles descubrieron que las vistas eran fantásticas, de ahí nace el criterio de hacer balcones y puertas gigantes y de todas formas.

Estas se pueden apreciar en las casas coloniales y republicanas extendidas, especialmente en el centro de la ciudad. No hay que negar que esa forma de construir fue trasmitida durante años, si bien no por estudio, sino por observación y los ventanales han sido mejorados en viviendas, edificios, seguramente con el objetivo de buscar salidas para la vista y ganar el soleamiento, clave para una vivienda de cualquier tipo, ahí no hay discusión.

ORIENTACIÓN DEL SOL

Gran parte de los arquitectos, su orientación constructiva la hacen en base a la rotación del sol durante todo el día (norte), en función a esto orientan también las ventanas, el tamaño largo, ancho, aunque mucho tiene que ver la superficie del ambiente.

El sol sigue siendo determinante y gravitante para los arquitectos y seguirá siéndolo en el tiempo por generaciones, aunque como van las cosas y el cambio climático al parecer estas ventanas gigantes podrían reducirse en el futuro debido al fuerte calor en el planeta que cada año aumenta, debido al calentamiento global, lo que en su momento fue algo benéfico, en el futuro puede ser perjudicial, ya que los cambios provocan una serie de ajustes en la forma de vida del ser humano.

Las ventanas en la ciudad, fueron cambiando pues desde las ventanas pequeñas en el campo para concentrar el calor y no dejar que escape (teoría que sigue vigente, es por eso que las ventanas son pequeñas en el altiplano boliviano) hasta los de la colonia y todo un recorrido de años, estas fueron modificadas, donde actualmente las ventanas son del cielo raso hasta el piso con un vértigo que da terror, pero eso no les interesa a los constructores, porque están en la época de ganar espacio.

Pero sin salirnos de tema, los ventanales en el tiempo se fueron modificando y ampliando, bajo el concepto de ganar espacios en los interiores, pero el más importante ganar en imagen, convirtiéndola en todo un mirador o balcón, pero sin balcón, pues se podría decir que no solo son los ojos de la casa, sino es la silla del director de cine que aprecia todo el panorama, obviamente mejor si fuese a los 360 grados, claro casi eso no es posible, pero por lo menos con la mitad o la cuarta parte en la ciudad La Paz, ya se gana mucho en hermosas vistas y si un arquitecto no logra esa condición, no habrá hecho su labor.