martes, 27 de mayo de 2014

Sección áurea clave para los arquitectos

“El concepto de la sección o proporción áurea en el mundo de la arquitectura se define como la proyección y diseño de las proporciones matemáticas directas, donde un objeto especifico alcanza dentro de una figura geométrica”.

Las aplicaciones de la sección áurea se admiran mucho a nivel mundial y la excepción no es Bolivia, porque configurar una estructura arquitectónica a una figura geométrica conlleva precisión al detalle y un gran enfoque a figuras de manera organizada y secuencial.

Las aplicaciones de la proporción áurea se pueden notar en aquellos trabajos y diseños arquitectónicos durante la edad medieval, como los castillos griegos, estructuras coloniales, como también romanas donde El Coliseo de Roma juega un papel importante en esta dicha representación, aunque en el mundo existen muchos ejemplos, sin embargo en La Paz se pueden observar en iglesias de San Francisco, La Recoleta, la Catedral de la plaza Murillo y casas coloniales y republicanas y también en construcciones nuevas y modernas.

Se puede pensar que la proporción aurea cabe dentro de la idea que el diseño de las estructuras cabe dentro de una figura geométrica la cual es atractiva al contemplar, observar, dibujar y construir debido a su perfección al detalle y cuerpo.

“En el mundo contemporáneo se pueden equilibrar ciertas aplicaciones de sección aurea en diversas pinturas y trabajos de arte que van más allá de la arquitectura. Entre estos se destaca la pirámide del Museo de Louvre en Paris, Francia; los diseños de la manzana de la empresa Apple, Inc.; diversos cuadros de pinturas homenajeadas como La Ascensión de Cristo por Salvador Dalí y otros diversos trabajos por pintores y artistas Europeos, Sudamericanos y bolivianos”.

Se puede notar contemporáneamente que se han desarrollado diversos programas de software que permiten llegar más a fondo dentro de la tecnología y precisión que la sección aurea, diseños y programas de software dedicados al desarrollo y creación de estructuras que contengan sección áurea.


La salud del arquitecto y plástico comenzó a decaer

El arquitecto autodenominado Ricardo Pérez de Alcalá de “Vitichi”, en sus últimos años continuó realizando su labor en algo que le apasionaba pintar, pues muchas familias deseaban que sus viviendas, antes de ser construidas, sean proyectadas en acuarela por el magistral plástico boliviano, que si bien tuvo una vida desordenada, vivió como él quiso, libre como cuentan sus allegados.

Sin embargo, la vida uno no la tiene comprada y, en los últimos años, el pintor y arquitecto comenzó a disminuir sus actividades, ya que tenía muchos problemas para trasladarse de un lugar a otro; prueba de ello es cuando conversamos en La Casona, en medio de un café, pues aún se mantenía erguido, aunque se lo advertía con dolores en el cuerpo, pero nunca quiso referirse al tema.

Ricardo siempre contaba sus chistes y solito se mataba de risa, de esa manera matizaba la labor de sus compañeros, era para conseguir que realicen sus encargos, como motivando a los arquitectos: “Él me entregaba una zonificación, perímetro y no entendíamos qué es lo que quería hacer, porque en sus bocetos no había la entrada de la casa que se proyectaba, y él atinaba a decir, por aquí la entrada y las gradas, dormitorios en este lado. Quería que me entregue los lineamientos como normalmente trabajamos, pero no era así, tenía que hacer el papel de la digitalización del proyecto, sin embargo al final terminaba haciendo todo el proyecto, la función y la plástica él lo hacía también la morfológica. Las primeras veces no le entendía y luego con los propietarios afinábamos algunos detalles e incluso los trámites con la Alcaldía me encargaba, porque él no podía moverse, decaía en su salud y no estaba bien y nunca nos dijo de qué estaba enfermo, era muy reservado en el tema, parece que estaba delicado del estómago, tampoco le preguntamos, solamente nos dedicábamos al trabajo”, continúa contando Shirley Patty Balboa, quien se encargaba del diseño de las obras de Pérez Alcalá de Vitichi.

El artista era muy vivaracho con sus amigos, además de cordial y amable, pero muy poco conocemos de su vida familiar: “Él intentaba mostrarse muy sano, vital, nunca dijo que estaba mal de salud, cuando Mónica Rina nos llamaba (ayudante y artista de Alcalá) simplemente nos comunicaba que no podía venir a la oficina”, recuerda Balboa.

Ricardo de “Vitichi” en México y Colombia obtuvo varios primeros premios a nivel mundial y sus presentaciones en arquitectura eran primero en pinturas a la acuarela para sus clientes. La gente, como sabía que sus obras eran valorizadas, pedían que se los firme: “Los clientes me pedían sus pinturas que, efectivamente, era de sus casas. Lo que quiero decir (es) que los clientes valoraban su pintura, además estaba hecho por Alcalá, ese era el plus, ellos aceptaban el precio que era alto, pero no le discutían, porque le daban mucho valor a sus obras plásticas, nombre e imagen de su persona”.

Era de carácter afable con las personas, exigente con sus proyectos y había algunos detalles que no los pasaba, “hacía repetir y realizaba algunas rayas y tenías que interpretar su idea, pero siempre se adecuaba a las normas de la Alcaldía y se fijaba en la plástica, no en la función de la casa, esto coordinaba con el equipo que lo acompañó hasta su muerte. Primero se diseñaban sus obras y luego recién las maquetas; eso llevaba a sus clientes y con eso hacía aprobar sus proyectos, pero siempre se trabajó contra el tiempo, era su forma de ser”, comenta la arquitecta.

Él confiaba en el trabajo de su equipo: “Nunca le hemos preguntado sus tarifas y tampoco hemos hablado, pero el arquitecto nos pagaba más de la tarifa normal, siempre nos reconocía más de lo debido. En muchos casos nos pedía el cómputo y presupuesto y nunca fue con el arancel del colegio de arquitectos”.

Concluye destacando la mayor virtuosidad de “Vitichi”: “La genialidad que él tenía es que a problemas de matemáticas, siempre le encontraba una solución dentro su imaginación, dentro la plástica, espacios, circulación, volumen y eso le gustaba a la gente. Aunque en mi opinión perdía mucho espacio en sus proyectos, pero a él le gustaba que las construcciones sean de esa manera, por ejemplo el diseño de los baños le gustaba de 5 x 5 metros, no era del criterio que los baños sean debajo las gradas, como ahora hacen los arquitectos por ganar espacio. Para él, los baños era con mucha luz y ventanales y en ese formato sabíamos cómo trabajar con las maquetas también”

Una de las obras atrevidas es la Casa de la Playa de Lefevre (Lefevre Beach House)

Una de las obras atrevidas es la Casa de la Playa de Lefevre (Lefevre Beach House), especialmente por lo árido del terreno, que se encuentra al finalizar el desierto, donde comienza el mar; ambos elementos fueron unidos por el arquitecto y es muy posible que nadie se hubiese imaginado en hacer una obra en este tipo de terreno, que no es muy acogedor, sin embargo Longhi hace una perfecta lectura del medio y seguramente de la idea del cliente, donde aprovecha las vistas panorámicas. También el mismo terreno escabroso y duro que contrasta con la debilidad de la arena que, por cierto, es otro mar de arena.

Un lugar inhóspito de pronto se convierte en algo fantástico en el océano Pacífico, situado a 117 kilómetros del sur de la capital peruana, Lima, en Punta Misterio, sector donde se genera esta arquitectura, logrando resaltar incluso la misma naturaleza y la fisonomía del peñasco, que por su forma irregular contrapone al paisaje, sin dejar de lado el color que matiza al contexto de la zona.

En síntesis, se podría decir que es un esfuerzo por mimetizar la obra entre la arena y las aguas del extenso mar. Metro Cuadrado entrevistó a este arquitecto internacional.

¿QUÉ QUIERE DECIR CON ARQUITECTURA DEL LUGAR?

Es la búsqueda de la naturaleza del lugar, uno encuentra qué materiales podemos encajar en el sitio. La respuesta es muy sencilla, son los que estuvieron siempre en el lugar. Entonces de alguna manera la arquitectura es un sitio natural que se convierte en algo artificial para el hombre y es que los hacemos con material de afuera, es mucho más natural. Ahora hay que buscar el equilibrio entre lo natural y artificial y esto desembocará en las viviendas ecológicas, sustentables.

¿LA ARQUITECTURA SUYA ES UNA MEZCLA DE LO ANCESTRAL CON LO MODERNO?

La arquitectura es un homenaje a los dioses, siento que no hay cliente que merezca todo lo que hacemos los profesionales. Los clientes nunca saben lo que quieren y después ellos insisten en decirte cómo hacer las cosas. Lo que cuenta es el producto final, pero debo establecer que el trabajo mío es totalmente espiritual de lo divino, el silencio.

Hay que reconocer que en América aún existe una tendencia que influye en las obras, pero están saliendo arquitectos que finalmente tratan de dar valor al sitio de donde provienen y eso cambiará hasta tener la originalidad. Tenemos algunos buenos ejemplos en América, pero hay todavía cierta influencia del mundo, que no nos corresponde. Uno, cuando pasa los 50 años, tiene la figura más clara y sabe hacia dónde caminar.

¿ES CARA LA ARQUITECTURA QUE DISEÑA USTED EN PERÚ?

Creo que el precio es barato, cuando utilizamos materiales de la misma zona donde se construye, porque no tenemos que traerlo de otro lugar.

Hablo mucho de las obras que durante 20 años hemos realizado (estoy cumpliendo mi mayoría de edad como profesional) y como puneño pagué el derecho de piso hasta establecer un estilo de arquitectura. En este sentido, tengo muchas obras como el museo Yuyanapaq (para recordar), un aporte a la sociedad.

Para hacer una buena arquitectura, uno debe establecer una relación íntima con el sitio que le toque intervenir, es como la conexión entre hombre y mujer. Entonces, puedo definir que hacer arquitectura es hacerle el amor al entorno y luego procrear algo que uno mismo tiene que cuidar, para que sea útil, es muy romántico lo que digo, pero tiene mucho sentido.

¿QUÉ TENDENCIAS ESTÁ SIGUIENDO SU ARQUITECTURA?

He estado buscando del Inca contemporáneo y eso es lo que me guía, en los próximos años que me queda de vida iré en pos del Machu Picchu de nuestra época, porque es el honor del Perú.

Ante de morir, y si no lo hago, debo haber influenciado lo suficiente como para (que) el arquitecto peruano trate de interpretar su cultura; y a propósito del tema no debería haber fronteras, pienso que la cultura Inca debería influenciar a toda Sudamérica, porque esta fue la cultura más fuerte que hubo. Estoy entre el pasado y el presente en arquitectura.

Además nací en Puno, mis costumbres son como de un andino. No debería haber fronteras entre los latinoamericanos y tal vez buscarle otro nombre y que represente lo que hacemos, cuando encontremos esa frase y que me represente a mí, recién seremos respetados en el mundo.

El arquitecto Omar Ugarte es uno de los que más conoce de materiales en la construcción,

El arquitecto Omar Ugarte es uno de los que más conoce de materiales en la construcción, debido a su experiencia. Esto le permite poder describir y calificar los materiales que actualmente se están utilizando tanto en obra bruta y fina, sin embargo a primera impresión debemos señalar que existe una preferencia muy alta en usar materiales tradicionales y quienes lo realizan son los constructores modernos de departamentos y viviendas, intentando abaratar costos, tiempo, colocando materiales que en apariencia son muy bellos, pero que al momento de penetrar un clavo en las paredes, el resultado no es nada agradable o quizás un simple golpe provocaría destrozos en la pared. A estos se suman los productos chinos que son como la serie de televisión “Misión Imposible”, no duran y se destruyen de manera inmediata.

En la construcción de edificios y venta de departamentos se viene colocando este tipo de material en el cielo raso y paredes, como el Drywall, que son piezas parecidas a la cerámica pero frágiles, y de estuco, relativamente resistentes, pero que ante cualquier golpe cede, y aunque en el acabado se observe bello, es un material totalmente desechable, lo propio en puertas.

OBRA BRUTA

Ugarte afirma que para los trabajos de obra bruta se vienen utilizando en la cimentación fierro peruano y brasileño, que son lo que más se comercializa en Bolivia, especialmente por el costo. El peruano es el que más se adquiere, ya que es más barato que el brasileño. Pero es mejor si se compra por toneladas, pues el precio es diferente.

“El fierro brasileño es más caro, pero tiene mejor calidad y resistencia que el peruano, porque hay que tomar en cuenta las exigencias de los ingenieros y el cálculo. La cantidad, calidad y precio son importantes para decidir cuál de los fierros es el más adecuado para construir los pilotes. Ahora estos cimientos van acompañados con el ingrediente cemento, que normalmente en el mercado utilizamos el de Soboce (Viacha), pero aquí hay que hacer un alto, porque ahora se utiliza mucho el premezclado que agiliza la construcción, y el cimentado es casi perfecto este tipo de mezcla que realiza Ready Mix, esta empresa se encarga de la mezcla del cemento y sus ingredientes. Además puesto en obra; la losa queda casi perfecta y compacta” , explica.

Agrega que se gana en un vaciado uniforme, rápido, seguro e incluso en tiempo de lluvias las mezclas cambian, pues se pueden colocar algunos aditivos para la humedad en la misma para un secado rápido.

EN DIFERENTES SITUACIONES

“Ahora las cimentaciones se pueden programar para diferentes situaciones; húmedas, terreno gredoso, arenoso y otros que optimizan el trabajo, ya que las mezclas pueden ser probadas y comprobadas, contando con expertos de la empresa que se encarga del trabajo. Además de realizar los cálculos de cantidad; no echar a perder el material en las obras, especialmente en el vaciado de las losas y lo bueno es que entregan el material en cantidad, en mezcladoras gigantes”, indica.

También se puede hacer manualmente, según el experto, pero toma más horas realizar las mezclas en el piso, “se pierde material y tiempo”.

Además, se necesita más obreros para preparar y trasladar la mezcla. “Tratamos de optimizar nuestros tiempos en construcción. Ahora depende mucho del tipo de construcción que tengamos que hacer y el material necesario, pero es mejor calcular antes de comprar material”, puntualiza Ugarte.

OBRA FINA

“Antes de iniciar la obra fina, primero debemos hacer las losas, donde hay diferentes tipos; viñeta con plastoformo, con ladrillo, losa pretensada, losa alivianada, depende mucho de qué espacio se cubrirá. Entonces se debe realizar este trabajo acorde con las necesidades de la construcción, es por eso que las edificaciones tienen que ser supervisadas, no improvisadas o no autoconstruir como sucede en muchos barrios de La Paz y a nivel nacional”, recomienda.

“Se empieza con la obra fina, cuando realizamos los muros divisorios podemos utilizar los prefabricados Drywall, que impresionan en el acabado y se gana en tiempo, porque se coloca rápidamente; luego se lo pinta, pero es muy frágil. En cambio la forma tradicional es colocar los ladrillos en la pared, estucado, lijado y el pintado, todo un proceso que demanda más tiempo”, indica.

GANAR TIEMPO Y MATERIAL

Efectivamente, los constructores intentan ganar tiempo y material, aunque el arquitecto reconoce que no es lo mismo el Drywall que una pared armada manualmente. “Sin embargo, con este nuevo material, la gente no está acostumbrada, porque no se puede colocar un clavo con toda libertad, pues se hunde, lo que quiero decir que es muy delicado y no es como el ladrillo, ahora acústicamente es igual, ya que en el medio evita el sonido de un ambiente a otro, el armado es más fácil y el acabado es muy elegante, estéticamente se ve muy bien. Pero sacar los tornillos o clavos de ese material es todo un drama, ya que se tiene que hacer una masilla especial para parchar”, dice.

EN PAREDES Y CIELO RASO

Este material, el Drywall, se utiliza especialmente en los cielos rasos y en algunos casos las paredes. Actualmente, los constructores que hacen departamentos a la venta, por ganar tiempo, colocan este material, pero la diferencia es marcada, sin embargo prefieren ahorrarse en mano de obra. El material es calificado en su utilización como una construcción en seco, pero también puede ser utilizado para viviendas.

Efectivamente, existe en el mercado material de todo tipo, sin embargo para colocar el Drywall, el problema para el constructor es que debe capacitar a la gente y esto es otro gasto, ya que los obreros aprenden a colocar y luego lo dejan colgado al constructor, se van.

lunes, 26 de mayo de 2014

“Mansiones Neoandinas” destacan con un estilo barroco y atrevido

Con su estilo barroco y atrevido, lleno de símbolos andinos, las minimansiones afloran en las calles de El Alto, la pujante ciudad que crece a paso acelerado, pegada a La Paz.

Identifican a nuevos ricos indígenas, muchos de ellos comerciantes informales que hicieron fortuna vendiendo cosas en la calle. Sus propietarios a menudo invierten millones de dólares en edificios opulentos y gastan fortunas en salones de bailes con colores brillantes.

“Son una nueva burguesía aymara que migró del campo y logró éxito en el comercio”, a la que además le gusta ostentar su cultura a la par que su poder económico, dice el antropólogo jesuita Xavier Albó.

Las minimansiones combinan arquitectura moderna con diseños tradicionales y reflejan sobre todo dos cosas: la riqueza de los dueños y su condición de aymaras. Hay unos 120 edificios de ese tipo en Bolivia, la mayoría de ellos en la gigantesca barriada pobre de El Alto, según la historiadora de la arquitectura Elisabetta Andreoli, quien describe el estilo como “neoandino”. Y hay muchas más bajo construcción.

La mayoría surgieron desde 2006, tras la llegada a la presidencia de Evo Morales, el primer gobernante indígena y aymara del país. Y coinciden con un modesto boom económico, producto de los buenos precios de las materias primas, y de un creciente orgullo que sienten los aymaras por su cultura. La industria de la construcción creció un 8.6% el año pasado, a un ritmo que es dos veces el del crecimiento económico en general.

Descendientes de los tiwanacotas, uno de los pueblos andinos más antiguos, los aymaras nunca fueron sometidos, ni siquiera por los incas, y se expandieron por el norte de Chile, el sur de Perú y en Bolivia son la etnia más influyente.

“Yo soy una mujer aymara orgullosa de mi cultura, alegre y llena de colores. Entonces, ¿Por qué mi casa no puede mostrar lo que yo soy?”, dice Rosario Leuca, una vendedora de comida que está construyendo su edificio de siete plantas.

Hace diez años Leuca migró de su pueblo en las orillas del lago Titicaca y su buena sazón le permitió acumular una pequeña fortuna. Comenzó vendiendo en la calle y ahora construye un segundo restaurante en su propio edificio.

IMPULSOR

Freddy Mamami, 42 años, es uno de los más destacados creadores de esta tendencia arquitectónica que la gente llama “cholet” (fusión de chalet y cholo), algo que Mamani considera peyorativo. Comenzó como ayudante de albañil hace 20 años, hoy es ingeniero civil y tiene una constructora con 200 obreros. Edificó por encargo 60 edificios coloridos en esta ciudad y otros 20 están en construcción.

Con poco más de 800 mil habitantes, El Alto es una ciudad de contrastes. Una mayoría de sus calles son de tierra, decenas de barrios carecen de alcantarillado, el transporte es caótico pero bulle de comercio informal y talleres artesanales por el desempleo. En sus mercados callejeros se puede comprar todo tipo de mercadería legal, de contrabando e incluso autopartes robadas.

Mamani es algo tímido pero sus obras son expresivas: el cóndor, la víbora, la cruz andina, elementos culturales aymaras, adquieren formas y colores estilizados en sus deslumbrantes fachadas.

“Todo empezó con la sugerencia de un cliente”, relató Mamami. “Se me ocurrió usar figuras simbólicas de los tiwanacotas, porque me identifico con mi cultura y me siento orgulloso de ella”.

Los tonos brillantes de verde y amarillo que emplea “son los colores que representan la prosperidad y la esperanza”, indicó.

“No he visto nada como este estilo en cualquier otro lugar”, dijo la arquitecta historiadora Andreoli, coautora de un libro sobre las obras de Mamani. “Creo que una gran cantidad de países, en América Latina, así como en el sur de la de otras partes del mundo, han tratado de diferenciarse de la arquitectura clásica y moderna, que proviene del norte”.

“Es una nueva tendencia que yo llamaría arquitectura barroca popular contemporánea; a ellos (comerciantes aymaras) les gusta así, a mí me parece que hay un desequilibrio de colores”, opina Gastón Gallardo, profesor de arquitectura en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz.

Pero los alteños se sienten orgullosos. “Es como un grito de decir aquí estamos, esto somos”, dice Rafael Choque, 25 años y estudiante de Agronomía. “Nos gusta la alegría y a nuestro modo expresamos el lujo”, opina Mario Choque, comerciante de 45 años.

“Hay cosas que uno no entiende. En El Alto ni policías hay en algunos barrios pero tenemos estos edificios”, comenta la maestra Felisa Vargas, de 48.

PISOS

No son sólo casas para vivir. La planta baja es un salón lujoso de fiestas para alquilar, con espejos en las paredes, columnas, arcos y suntuosos detalles en el cielo raso que sostienen lámparas importadas de Irán, España e Italia.

En los pisos superiores hay departamentos o galerías comerciales para rentar y en la terraza un chalet sirve de vivienda a los dueños, soleado y con vista a los nevados andinos.

En una plaza céntrica de esta ciudad se levanta un enorme monumento al “Che” Guevara, que recuerda las épicas revolucionarias de los alteños, curiosa paradoja para estos hábiles comerciantes capitalistas.

Los edificios ya cruzaron incluso la frontera, pues migrantes bolivianos llevaron a Mamani a construir en ciudades del sur de Perú, donde edificó tres casas, y en Brasilia, donde construyó un edificio para un migrante.

lunes, 19 de mayo de 2014

La Arquitectura, un estilo de vida

UNA JOVEN ARQUITECTA COCHABAMBINA | ENCARA GRANDES PROYECTOS EN SANTA CRUZ.

Alejandra Iriarte es una arquitecta cochabambina muy destacada en el rubro. Hace nueve años vive en Santa Cruz, donde trabaja encarando grandes proyectos.

Estudió en la Universidad Privada Boliviana (UPB), realizó un diplomado en gestión de proyectos de desarrollo/ UMSS y una maestría en enseñanza de la arquitectura y el urbanismo/ UMSS.

Es docente en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) desde hace siete años. Esta joven arquitecta asegura que su, hijo Alejandro Diez de Medina, es la razón y proyecto de vida más importante que tiene, y su compañero en su formación y trayectoria.

Su afición por la arquitectura es algo que descubrió desde niña. “Mis dos papás son arquitectos y ellos aún tienen guardado un dibujo que hice cuando estaba en kínder; desde entonces soñaba con ser arquitecta, nunca lo dudé. Debo confesar que todo nació de la admiración a ellos y el amor al arte que sentí desde muy niña. La arquitectura no es un trabajo sino un estilo de vida”, dice.



GRANDES OBRAS

Esta pasión por la arquitectura se refleja en las grandes obras que realiza. Entre las más destacadas están el Palacio Prefectural de Cochabamba, la Universidad Agrónoma Tropical en el Chapare, el Pabellón para la Gobernación en Santa Cruz, el Pabellón para el Banco Sol, la Torre Empresarial para la Cooperativa de Ahorro y Crédito el Buen Samaritano, el URUBO Business Center, el Hotel Radisson en Santa Cruz, Centro Comercial con Cine y supermercado en Cochabamba, entre otros proyectos comerciales y residenciales.

Para Iriarte, todas sus obras de diferente escala y proporción llevan la misma entrega y entusiasmo, sin importar el tamaño.

Iriarte asegura que se identifica mucho con los proyectos de vivienda; “creo que cada casa es un mundo personalizado. Por un lado las necesidades del cliente, el contexto, es un vocabulario contemporáneo que refleja el momento en el que vivimos, que a mí me parece algo fundamental en la arquitectura. El diseñar una casa es como diseñar un sueño que se engendra junto al cliente, que se presenta dentro de una familia y de alguna manera siempre terminas siendo una parte pequeña de esa historia familiar y eso tiene una gran connotación personal”, dice.

El mayor reto que puede considerar en su profesión son las primeras ejecuciones de obras de los proyectos iniciales.

“Cuando uno recién egresa, el papel acepta cualquier utopía y la realidad muchas veces se muestra más dura y cruda pero en ese trance es donde más equilibrio el arquitecto encuentra”, dice.

Iriarte afirma que la arquitectura no es una moda ni un formalismo que se imponga o innove, la buena arquitectura es la que se adapta al cliente, al tiempo, al lugar y a otras condicionantes más que tienen que ver con la identidad.

Cuando piensas en otra cultura, lo primero que te viene a la mente es la arquitectura porque muestra el avance tecnológico, económico, la organización social y la mano de obra que tiene. “Creo que la arquitectura en Bolivia está en un proceso de evolución, hay una suerte de "suerte" por estar en un momento donde la economía permite que se hagan grandes proyectos con muchos inversionistas del extranjero y eso se evidencia mucho, en especial con infraestructuras comerciales”, dice.



PARTICIPÓ EN CASA COR BOLIVIA

Casa Cor es sin duda la segunda muestra de arquitectura, interiorismo y paisajismo más grande e importante del mundo.

“Hace dos años que contamos con la franquicia de Brasil para realizarla en Bolivia y tuve la suerte de participar en las dos versiones”, cuenta.

Este año para Iriarte el reto fue realizar un baño sustentable inteligente, donde se pueda aprovechar el agua de la ducha y lavamanos para recolectarla en un tanque bajo, filtrarla y después utilizarla en el inodoro. Otro de los aportes fue la optimización de la energía eléctrica con el uso de la Domótica, que automatizó el sistema de luces, sonido, cortina y redes para que a través de celular, tablet u otro medio de las TIC's (tecnología de información y comunicación), se pueda controlar dichos sistemas solo cuando sea necesario y programarlos para un uso adecuado y moderado.

“En cuanto a diseño se logró convertir un espacio que inicialmente era estrangulante y pequeño, en un confortable y lujoso baño que incluso tuvo un ropero inteligente controlado por compartimientos con indumentaria para que el usuario pueda seleccionar” explica.