lunes, 15 de agosto de 2011

Ecológicos. Edificios que cambian a la gente


Puede parecer una moda o una tendencia, pero los edificios ecológicos son una necesidad. Quiénes lo necesitan y por qué resulta más barato construirlos fue el tema de un seminario internacional que se realizó en Santa Cruz a finales de julio. Fue el primero de su tipo en el país.

Uno de los asistentes acaba de escuchar la conferencia de Shellie Collier, consultora del Departamento de Energía de Estados Unidos. Está ansioso por hacer preguntas. En una de sus dos conferencias, la funcionaria ha explicado que hay un programa piloto en Los Ángeles que busca ahorrar energía en 3.000 viviendas. Ya se ha logrado disminuir el uso de agua y electricidad un 20%, como exige una progresista ley californiana, pero la meta es reducir el consumo a la mitad. Hasta 2030, el gran objetivo es lograr que las viviendas se conviertan en ‘energía cero’, es decir, que reutilicen y generen parte de su energía.


En su segunda conferencia, Collier mostró un caso llamado ‘Lechucita’, que es un kínder. El power point muestra una extraña pared inclinada y cubierta de vegetación. “Es una pared viva. Se instala con pequeños paquetes de suelo. Requiere de mantenimiento, pero ayuda a mantener el ambiente aislado”, explica. Se ha utilizado pisos permeables para que el agua se filtre hasta los acuíferos en lugar de fluir hasta que se evapore.

“Queremos asegurarnos de que el agua retorne y se aproveche”, comenta. Las ventanas están pensadas para facilitar la circulación de aire fresco o mantener el calor en invierno. Ninguno de los materiales usados en pisos o paredes tiene emisiones tóxicas y el espacio interior se puede rediseñar rápidamente con paneles movibles. Otro caso es el de una vivienda llamada ‘Marrakesh’, en la que se han usado varios materiales rescatados de otras construcciones para minimizar los gastos. Bloques de concreto, muebles de bambú y restos de madera fueron utilizados inteligentemente para crear ambientes sostenibles.
DÓNDE, CÓMO
El asistente, finalmente, empieza a preguntar, ¿quién certifica en Bolivia que un edificio sea verde?¿Cuánto cuesta? Las respuestas llegan de los organizadores del seminario. Patricia Calasich, arquitecta que reside en Miami, el arquitecto Marcelo Valenzuela, en Los Ángeles, y Mariano Aguilera, en Bolivia, están impulsando el Green Building Council Bolivia. Son parte del World Green Building Council o Consejo Mundial de Edificios Sostenibles, que es la organización más grande con influencia en el mercado de la construcción sostenible.

Está presente en 70 países de Europa, la zona Asia- Pacífico, África y América. La sede o capítulo boliviano es la vía principal para que los profesionales se capaciten en una certificación llamada LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) o experto en diseño ambiental y energía. Valenzuela y Calasich han completado esta certificación, que otorga algunos grados como simple, nivel plata, oro y platino. Hay edificios certificados en Perú, Brasil, Chile y Argentina y la tendencia está en aumento, puesto que estas construcciones pueden reducir el consumo de energía un 30 o 40%, reducir la producción de residuos un 70% y el consumo de agua un 40%. No es poco. Por eso varias instituciones locales se están involucrando en la tendencia.
CRE, Saguapac, Cámara de la Construcción, Sociedad de Ingenieros, Colegio de Arquitectos, UPSA, Uagrm, Gobierno Departamental y la Fundación Amérida son algunas de las que se han interesado en el tema. Pero también pueden integrar el Green Building Council Bolivia las empresas y personas interesadas, aunque no sean arquitectos o ingenieros. Entonces, quien certifica estos edificios son consultores del World Green Building Council a través de su capítulo boliviano. No es exacto mencionar números, pero una aplicación (inicio de trámite) para un edificio grande ronda los $us 900. Poco, si se calcula que se está construyendo para, al menos, los próximos 50 o 70 años.
Lo que se está haciendo
Gran parte de la tecnología utilizada en estas obras está disponible en Santa Cruz. Un ejemplo interesante es la empresa Telis, dedicada a la automatización de edificios. Los sistemas que instala pueden controlar bombas de agua, ascensores e iluminación. “Todo está pensado para ahorrar”, explica el gerente Sergio Suárez. En la programación se toma en cuenta que algunos ambientes son calentados por el sol de la tarde, por lo tanto requieren de más aire acondicionado; en las mañanas el sistema abre los ductos del aire acondicionado durante media hora para ‘preenfriar’ el ambiente con aire natural antes de encender el acondicionador. Todo esto requirió de enviar personal al exterior para capacitarse. Ahora, estos sistemas se aplican en hospitales y en laboratorios farmacéuticos, que requieren controlar los flujos de aire.


“Estos equipos se venden en forma estándar en todas partes”, aclara Suárez. Lo que no ocurre en todas partes es el incentivo para usarlos. En Brasil, por ejemplo, se otorgan créditos con dos años de gracia y 8 de plazo a quienes instalan estos equipos que aumentan la eficiencia de la energía. Solo en climatización, un edificio gasta el 60% de su consumo total en energía. Con los préstamos y la condonación de algunos impuestos, la inversión se recupera en tres o cinco años.

El caso AMBASZ
Emilio Ambasz es el gurú de la arquitectura sostenible. “Es el creador de esa tendencia”, asegura Rodrigo Suárez, ejecutivo de la constructora Suant. El trabajo de Ambasz ha sido premiado en Francia, Estados Unidos, Alemania e Italia. Entre sus proyectos ya construidos está el Museum of American Folk Art (Nueva York), los invernaderos para el San Antonio Botanical Center (Texas), el sorprendente edificio prefectural de Fukuoka (Japón). Además de haber enseñado en Princeton y haber sido curador del Museo de Arte Moderno de Nueva York, ha diseñado sillas, computadoras para IBM y hasta un sistema de enfriamiento con agua para los motores Cummings. Los taxis ecológicos que utilizará Nueva York salieron de su inspiración.

“Todo lo soluciona con diseño antes que con tecnología”, dice, admirado, Suárez. Suant contrató a este argentino que reside en Italia. Fue el consultor principal del diseño de las Torres Isuto Green, que aplica criterios sostenibles en su construcción. Profesionales y creadores como Sergio Antelo, Ejti Stih, Guido Bravo, Viviane Salinas y Juan Bustillos formaron parte del diseño.

El proyecto utilizará un vidrio español que puede crear sombra y reduce el calor un 50%, utilizará grifería con aireadores e inodoros de doble descarga para disminuir el consumo de agua, aplicará lámparas LED que usan 8 watts en lugar de 100, instalará ventanas con doble vidrio hermético, además de un sistema de tratamiento de aguas servidas que luego se utilizarán en riego. Todos esos materiales están disponibles para los constructores. Suant gastará un 20% más que en una construcción tradicional, pero queda la tranquilidad de que el edificio seguirá vigente durante los próximos cien años.
 Maribel Balbín, administradora del Programas de Sostenibilidad de Miami-Dade (e invitada al seminario sobre sostenibilidad) explicó que lo ‘verde’ es un concepto amplio. Ella extiende certificaciones a negocios verdes, pero antes tienen que vender productos de comercio justo; asegurarse de que los proveedores de material de construcción no estén a más de 500 kilómetros para disminuir los gastos de gasolina; utilizar menos bolsas plásticas; comprar de proveedores que aplican políticas sociales y ambientales justas; reducir la basura; usar camiones de distribución a gas y entregar pedidos, en lo posible, a pie o en bicicletas.
En suma, un edificio sostenible es más que un conjunto de ‘chiches’ para ahorrar energía y agua. Implica un cambio de mentalidad en quienes lo habitan.
Apariencia. El Orthopedic Building, un hospital sostenible de Illinois (EEUU),recolecta el agua de lluvia
Interés por mejorar las reglas
Después de concluido el seminario internacional de Sostenibilidad, funcionarias municipales de La Paz, Santa Cruz y Tarija se reunieron con Sylvana Ricciarini, directora de servicios globales del Consejo de Código Internacional (ICC). Esta institución está a cargo de la elaboración del Código Internacional de la Construcción Sostenible. La intención de las funcionarias es actualizar las normas de construcción de sus municipios.

En esta primera reunión se contempló la posibilidad de comprar algunos códigos para adaptarlos a las necesidades de cada municipalidad. Un consultor del ICC debe evaluar las competencias profesionales de los funcionarios que controlarán la aplicación del código. “Si no, no es útil”, remarcó Ricciarini, cuya oficina está en Washington. La institución cobra una regalía por la venta y utilización de este material.

     En el seminario      
Michelle Malanca I WGBC, S.Francisco
En los edificios ecológicos los estudiantes rinden mejor y las tiendas venden más productos. Cambia el mercado.

Héctor Miranda I Perú
Tenemos como cuatro e-dificios ecológicos en Lima y alguno en provincia. Esperamos tener muchos más en el futuro.

Maribel Balbín I Funcionaria. Miami
Nosotros certificamos a los negocios verdes. Deben ahorrar agua y e-nergía, mejorar su distribución... ahorran hasta un 30%

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