viernes, 23 de junio de 2017

Del garabato al diseño limpio

Desde hace siete años que comenzamos las publicaciones de Metro Cuadrado, en ese tiempo ubicamos a los mejores arquitectos del país, con sus estilos y paradigmas de diseño, sin desmerecer la calidad de su labor, pero así como hay especialistas en construcciones sustentables, chalets, condominios, paisajismo, construcciones públicas, Juan Carlos Calderón, es muy posible sea el arquitecto que más edificios diseñó, vio construirse y para su tiempo los más altos; sus obras perduran en el tiempo.

MINISTERIO DE FINANZAS

Casi un ícono en este tipo de edificaciones, su estilo es inconfundible, las mismas se pueden evidenciar en construcciones como el Palacio de Comunicaciones, hotel Plaza, el museo Kusillo, la Alianza Francesa, recientemente el nuevo edificio de Finanzas, que aún no fue inaugurado y cuenta con una entrada hermosa y un toque de verde bien aprovechado en el espacio, rematando en graderías ascendentes o si quiere descendentes, que provocan descubrir los interiores del edificio.

Tuvieron que transcurrir más de 25 años para hacer realidad la obra. Inicialmente el diseño fue hecho para el Banco Boliviano Americano en la esquina de la calle Loayza y Mariscal Santa Cruz, fue embargado y transferido a la función pública y ahora pertenece al Ministerio de Finanzas.

Entre otros y en la misma línea o vereda, pero un poco más arriba el edificio Handal.

La maestría del trazo lineal es el primer elemento que atrae nuestro interés. En su haber también tiene el edificio de la Bolsa Boliviana de Valores en la avenida Arce y el nuevo edificio del Espacio Patiño. Los diseños de la CAF y el BID

Mucho se puede decir de las obras de Calderón, aunque para otros del mismo rubro, su éxito es envidiado, pero hay que reconocer que sus diseños nos permiten adentrarnos en la contemplación de un paisaje urbano sublime y convertirnos en un transeúnte más, incansable en el tiempo.

Desde el garabato a lo mejor de un registrador urbano, con una técnica de diseño depurado, plasmando en obras la belleza de la urbe, desde el lápiz que perfecciona la idea hasta hacer realidad la obra.

En este viaje de 60 años de arquitectura en el país, Juan Carlos Calderón, hizo un grito de libertad en su creatividad y es posible que sus obras hayan servido de inspiración a más de un arquitecto.

“Los arquitectos no son famosos, sino los edificios”, en algún momento dijo el connotado arquitecto en una de las tantas entrevistas que obtuvo Metro Cuadrado, duro crítico de la destrucción de la memoria arquitectónica de las generaciones pasadas, aunque reconoce que actualmente está vigente lo comercial, lo que provoca destruir incluso el urbanismo de La Paz, admitiendo que la ciudad nació sin ninguna planificación futura.

Sus obras, seguramente perdurarán en el tiempo, ya que es la expresión de una generación de arquitectos como Emilio Villanueva en su tiempo, uno de los más reconocidos.

El “maestro” como lo identifican las nuevas generaciones de las universidades, vive en el silencio de sus obras y, probablemente desde el ventanal de su departamento en la plaza Isabel la Católica, advierte que el tiempo transcurre y sus obras perduran en el tiempo.