martes, 31 de julio de 2012

Individualidad de los hechos urbanos. - III

[...] El paisaje gótico, o más bien el arte gótico como lugar, ha creado una Francia inédita, una humanidad francesa, tales líneas de horizonte, tales perfiles de ciudad; en suma, una poética que nace de ellos y no de la geología o de las instituciones capetianas. Pero, ¿no es la propiedad de un ambiente la de generar sus mitos, la dc conformar el pasado según sus exigencias?’ 
Como cualquiera puede ver, la sustitución de arte gótico como lugar por paisaje gótico tiene enorme importancia. 
En este sentido la construcción, el monumento y la ciudad, llegan a ser lo humano por excelencia; pero en cuanto tales, están profundamente unidos al acontecimiento originario, al primer signo, a su constituirse, a su permanecer y su desarrollarse. Al arbitrio y a la tradición. 
Así como los primeros hombres se formaron un clima, también se formaron un lugar, y fijaron la individualidad de éste. Las anotaciones de los tratadistas sobre encuadramiento del paisaje referido a la pintura, la seguridad con que los romanos, al construir nuevas ciudades, repetían elementos idénticos confiando precisamente al locus el valor de transfiguración, muchas otras cuestiones nos hacen intuir la importancia de estos hechos; y al afrontar problemas de este tipo es cuando nos damos cuenta de por qué la arquitectura fuese tan importante en el mundo antiguo y en el Renacimiento. 
La arquitectura «conformaba» una situación; sus mismas formas cambiaban en el cambio más general de la situación, constituían un «todo» y servían para un acontecimiento constituyéndose ellas mismas como acontecimiento; sólo así se puede entender la importancia de un obelisco, de una columna o de una lápida.
 ¿Quién puede ya distinguir entre el acontecimiento y el signo que lo ha fijado?

lunes, 30 de julio de 2012

Individualidad de los hechos urbanos. - II

La identificación de estos «puntos singulares» puede ser concebida a un acontecimiento dado que ha sucedido en aquel punto que puede depender de otras infinitas causas; pero tambien aquí está reconocido y sancionado un valor intermedio, la posibilidad de determinada, si bien excepcional, noción del espacio. Trasladando este razonamiento al campo de los hechos urbanos me parece que no puede ir más allá el valor de las imágenes, como si su contorno no fuese analizable de algún modo positivo; y quizá no queda más que la afirmación pura y simple del valor de un locus; puesto que esta noción del lugar y del tiempo parece inexpresable racionalmente, aunque comprende una serie de valores que están fuera y más allá de los sentimientos que experimentamos al captarlos. 
 Me doy cuenta de la dificultad de este argumento; pero éste vuelve a aparecer en toda investigación positiva, forma parte de la experiencia. Eydoux, en sus estudios sobre la Galia, se refiere expresamente a lugares que obligan a continuas y concretas confrontaciones e invita al análisis positivo de los lugares que parecen predestinados en la historia. 
 Estos lugares son los signos concretos del espacio; y en tanto que signos estan en relacion con lo arbitrario y la tradición. Pienso muchas veces en las plazas de los pintores del Renacimiento en donde el lugar de la arquitectura, la construcción humana adquiere un valor general, de lugar y de memoria, porque ási fue fijado en una hora determinada; pero esta hora es también la primera y más profunda noción que tenemos de las plazas de Italia y está, por lo tanto, ligada a la misma noción de espacio que tenemos de las ciudades italianas. Nociones de este tipo van vinculadas a nuestra cultura histórica; a nuestro vivir en paisajes construidos, a las referencias que hacemos para con toda situación respecto a otra situación; y por lo tanto, también el reencuentro de puntos singulares, casi los más próximos a una idea del espacio tal cual nos la hemos imaginado. Focillon habla de lugares psicológicos sin los cuales el genio de los ambientes sería opaco e incaptable. De tal modo sustituye la noción de cierto paisaje artístico por la de «arte como lugar».

domingo, 29 de julio de 2012

Individualidad de los hechos urbanos. La arquitectura - I

En el curso de este ensayo se ha señalado muchas veces el valor del locus, entendiendo con ello aquella relación singular y sin embargo universal que existe entre cierta situación local y las construcciones que están en aquel lugar. La elección del lugar para una construcción concreta como para una ciudad, tenía un valor preeminente en el mundo clásico; la situación, el sitio, estaba gobernado por el genius leci, por la divinidad local, una divinidad precisamente de tipo intermedio que presidía cuanto se desarrollaba en ese mismo lugar. El concepto de locus siempre ha estado presente en la tratadística clásica, si bien ya en Palladio y después en Milizia su tratamiento toma cada vez más un aspecto de tipo topográfico y funcional; pero en las palabras de Palladio hay aún en forma viva el estremecimiento del mundo antiguo, el secreto de esta relación que es más evidente, por encima de la cultura específica arquitectónica, en ciertas obras suyas como la Malcontenta o la Rotonda, las cuales deben precisamente a la «situación» algunas de las condiciones para su comprensión. También Viollet-le-Duc, en su esfuerzo por entender la arquitectura como una serie de operaciones lógicas fundamentadas en pocos principios racionales, admite la dificultad de la transposición de una obra de arquitectura. En la idea general de la arquitectura participa también el lugar como espacio singular y concreto. 
 Por otra parte, un geógrafo como Max Sorre señala la posibilidad de una teoría del fraccionamiento del espacio; indica en este sentido la existencia de “puntos singulares”. El locus asi concebido acaba poniendo de relieve, dentro del espacio indeferenciado, condiciones, cualidades que nos son necesarias para la prensión de un hecho urbano determinado. 
También Halbwachs en los últimos años de su vida, había de ocuparse de la topografia legendaria afirmando que los lugares santos presentan, a traves de las diversas épocas, varias fisonomías en las cuales se reconocen las imágenes de los grupos cristianos que las han constituido y situado según sus aspiraciones y sus necesidades. Pensemos por un momento en el espacio de la religión catolica este espacio cubre toda la tierra porque la Iglesia es indivisible; en este universo el área singular, su concepto, pasa a segundo plano así como el limite o el confín. 
 El espacio está determinado respecto de un centro único: la sede del papa, pero este mismo espacio terrestre no es más que el momento, una pequeña parte del espacio universal que es el lugar de la comunión de loa santos. (Esta noción de espacio es paralela a la sublimación espacio como es entendida por los místicos.) Y, sin embargo, este cuadro total e indeferenciado, donde el espacio mismo se anula y se sublima, existen «puntos singulares»; son éstos los lugares de peregrinación, los santuarios, en los que el fiel entra en comunicación más directa con Dios. 
Así como, para la doctrina cristiana, los sacramentos son signos de la gracia, porque con partes sensibles significan o indican aquella gracia invisible confieren; y son sus signos eficaces porque significando la gracia realmente la confieren.

sábado, 28 de julio de 2012

Mañana inicia encuentro internacional de arquitectura

La coordinadora de la carrera de Arquitectura de la Universidad Juan Misael Saracho (Uajms), Roxana Ortega, informó que mañana estará comenzando el encuentro internacional de estudiantes de arquitectura, que buscará concientizar a los futuros profesionales sobre los diseños ecológicos. “El objetivo es reunir a todos los estudiantes y profesionales de arquitectura y analizar nuevas propuestas, intercambiar conocimientos respecto al tema que en este caso está centrado en la ecología. El evento comenzará el domingo con la acreditación en el coliseo Universitario y culminará el domingo 5 de agosto, los cursos se realizarán en el campo ferial San Jacinto todos los días a partir de las 10:00 hasta las 19:00
“Es un intercambio de conocimientos de culturas y de ideas como Área verde, Piensa verde, actúa verde, las personas que quieran participar pueden hacerlo tanto estudiantes como profesionales”, dijo.

PROCESOS DE TRNSFORMACIÓN. - III

En estas observaciones se perfila aún la cuestión de la dimensión, y de la dimensión de la intervención. 
La movilidad en el tiempo de cada parte de ciudad está profundamente vinculada a la del fenómeno objetivo de la decadencia de ciertas zonas. Este fenómeno generalmente observado en la literatura anglosajona con el término de obsolescence, cada vez es más evidente en las grandes ciudades modernas; éste tiene características particulares en las grandes ciudades norteamericanas, en las que justamente ha sido estudiado con detención. Por lo que aquí nos interesa notar dc este fenómeno, podemos definirlo como una supervivencia de un grupo de edificios, que puede ser el entorno de una calle como de un barrio, a la dinámica seguida por el uso del suelo en el ambiente circunstante, dando a esta última definición un significado muy amplio. Estas áreas de la ciudad no siguen, por lo tanto, su vida, representan por mucho tiempo islas respecto del desarrollo general; hemos visto que atestiguan los tiempos diferentes de la ciudad y al mismo tiempo se configuran como grandes áreas de reserva. 
En fin, el fenómeno de la obsolescencia ilumina la exactitud de la hipótesis relativa al estudio de la ciudad por áreas entendidas como hechos urbanos; las transformaciones de las áreas van vinculadas al estudio de los factores accidentales, como veremos al presentar la teoría de Halbwachs. 
Esta ciudad constituida por tantas partes en sí completas, es, a mi parecer, la que permite verdaderamente la libertad de las elecciones; y la libertad de las elecciones llega a ser una cuestión de fondo por todas las implicaciones que presenta; como no creemos que en este caso sean cuestiones de valor lo que pueda decidir a favor de las casas altas o de las casas bajas, es decir, de soluciones arquitectónicas y tipológicas diversas, sino que estas cuestiones pueden ser resueltas sólo a nivel arquitectónico urbano, por ello estamos muy convencidos de que la libertad concreta del ciudadano está, en una suciedad donde las elecciones sean libres, en el optar por una solución más bien que por otra.

viernes, 27 de julio de 2012

Reciclar edificios es la nueva tendencia en la arquitectura

Sandra Quiroga R.

Las nuevas tendencias arquitectónicas apuntan a la ejecución de edificios ‘verdes’ y a las construcciones sostenibles que no solo proponen la incorporación de la naturaleza, sino también el aprovechamiento de los materiales y al ahorro energético.
El reciclaje de infraestructuras antiguas y el crecimiento vertical son algunas apuntadas entre las medidas para evitar la expansión desordenada de las ciudades y para acompañar las nuevas tendencias mundiales.
El arquitecto mexicano Alejandro Rivadeneira aseguró que el crecimiento desordenado de las grandes ciudades, como Ciudad de México, representa gastos importantes para la instalación de servicios básicos, como agua y electricidad en lugares recónditos; además del mayor requerimiento de transporte particular y público.
Para Cassio Taniguchi, ingeniero electrónico brasileño y activista de las construcciones sostenibles, la creación de ciudades ‘compactas’ permite ahorrar el 35% de energía, además de los costos de transporte.
Taniguchi impulsó esta nueva tendencia medioambientalista en Brasil, donde ocupó cargos como alcalde reelecto de Curitiba, diputado federal y secretario de medioambiente; en esa función promulgó una normativa sobre la reutilización del agua.
En criterio del arquitecto chileno Felipe Durán es importante prever que las nuevas construcciones no impacten negativamente en el medioambiente. “Santa Cruz tienen problemas con el sobrecalentamiento de los ambientes y para ello existen diversas técnicas de ventilación para reducir el uso del aire acondicionado”, expresó el máster en diseño medioambiental.
Los materiales de construcción también juegan un papel importante en esta tendencia, ya que con la recolección de los provistos por la región se evita gastos de transporte y en energías.
Estas y otras propuestas se presentan en el Seminario & Expo Internacional de Sostenibilidad 2012, que se realiza desde ayer, y hasta mañana, en el hotel Los Tajibos.

Expertos

Cassio Taniguchi
Llegó para representar a Brasil, donde se tituló ingeniero electrónico. Ejerció su profesión y luego se dedicó a la economía y a la administración pública. Fue alcalde de Curitiba, diputado nacional y secretario de Medioambiente.

Alejandro Rivadeneira
El delegado mexicano es titular de la facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo premios internacionales, como el de Academia de Milán por un proyecto para el Vaticano.

Felipe Durán
El representante chileno es arquitecto con una maestría en Diseño Medioambiental de la universidad de Cambridge. Presta asesoría a arquitectos sobre eficiencia energética, calidad ambiental interior y arquitectura verde. Es docente.

PROCESOS DE TRNSFORMACIÓN. - II

Dentro de un bloque circundado por calles principales, la estructura viaria habría tenido que ser readaptada de tal modo que el tráfico directo no pudiese penetrar. 

Ahora se puede afirmar que el carácter distintivo de toda ciudad, y por lo tanto también de la estética urbana, es la tensión que se ha creado y se crea entre áreas y elementos, entre un sector y otro; esta tensión viene Jada por la diferencia de los hechos urbanos existentes en cierto lugar y está medida no sólo en términos de espacio, sino también de tiempo. Estos se refieren bien al proceso histórico allí donde hay presentes fenómenos de permanencia, con todas las implicaciones que éstos poseen, bien en sentido puramente cronológico donde se pueden hallar hechos urbanos acontecidos en tiempos sucesivos. 

En este sentido nos damos cuenta ahora plenamente de lo bellas que son partes ya periféricas de grandes centros en transformación; Londres, Berlín Milán, Moscú, nos revelan escorzos, aspectos, imágenes completamente imprevisibles. Los tiempos diferentes, más aún que en los espacios inmensos de la periferia moscovita, nos dan la imagen concreta de la cultura en transformación, de una modificación de la misma estructura social a través de una fruición estética que está en la naturaleza misma de los hechos..

Naturalmente, no podemos confiar tan sencillamente los valores de la ciudad de hoy en este sucederse de los hechos; aunque sólo sea porque nada nos garantice su continuidad efectiva. Es importante conocer el mecanismo y sobre todo establecer cómo podremos actuar en esta situación; yo creo que no es a través del control total de este alternarse de los hechos urbanos, sino a través del control de los hechos principales emergentes en cierto tiempo.

jueves, 26 de julio de 2012

PROCESOS DE TRNSFORMACIÓN. - I

La relación área-residencia y elementos primarios configura de modo concreto la ciudad: si esto lo podemos hallar en las ciudades en que las vicisitudes históricas siempre han actuado en el sentido de la unificación de los diversos elementos, también es aún más evidente en el caso de las ciudades que nunca han reunido o han intentado reunir en una sola forma los hechos urbanos que los constituyen; así Londres, Berlín, Viena, Bari, Roma y muchas otras ciudades. 
 En Bari la ciudad antigua y la ciudad muratiana constituyen dos hechos completamente diferentes, sin casi relación; la ciudad antigua no se ha dilatado, su núcleo estaba absolutamente definido como forma. Sólo su calle principal, que la unía al territorio, ha emergido intacta y permanente en el tejido muratiano. 
 En todos estos casos siempre hay una estrecha unión entre los elementos primarios y el área; frecuentemente esta unión llega a ser sin más un hecho urbano tan preeminente hasta constituir una característica de la ciudad. ¿Y no es siempre la ciudad la suma de estos hechos? 
 El análisis morfológico, que constituye uno de los instrumentos más importantes en cl estudio de la ciudad, ilumina claramente estos aspectos. En la ciudad no existen zonas amorfas, o allá donde existen, son momentos de un proceso de transformación, representan por así decirlo los tiempos muertos de la dinámica urbana. 
Aun allí donde fenómenos de este tipo se reproducen con mayor importancia, como los suburbios de las ciudades norteamericanas, los procesos de transformación tienen también tiempos más veloces en cuanto que, como se ha demostrado, la alta densidad de los asentamientos produce mayor presión en el uso del suelo. Estas transformaciones se realizan por medio de la definición de un área precisa; sobre ella acontece el proceso de redevelopment. Este proceso caracteriza hoy una gran ciudad como Londres. «El concepto de una división de las ciudades entre sectores [precints] —escribe Peter Hall— ha sido adoptada instintivamente desde siglos por los constructores y arquitectos, en los Colleges de Oxford y Cambridge, en las Inns of Court de Londres, en los proyectos originarios de Bloomsbury, en los que todo el tráfico directo era detenido por barreras.» Una política de este tipo llega a ser la base de los famosos precints de Abercrombie para Westminster y Bloomsbury.

miércoles, 25 de julio de 2012

LA CIUDAD ANTIGUA - III

¿En qué sentido entonces la ciudad antigua llega a ser el lugar o se continúa en la ciudad moderna? Para Pirenne es completamente falso atribuir la formación de la ciudad medieval a la acción de la abadía, del castillo o del mercado. Las ciudades nacen con sus instituciones burguesas, a causa del despertar económico e industrial de Europa. 
 ¿Por qué y cómo, por así decir, se instalan en la ciudad romana? Porque las ciudades romanas, sostiene Pirenne, no eran creaciones artificiales; al contrario, reunían todas las condiciones de orden geográfico sin las cuales una aglomeración urbana no puede vivir ni prosperar. Situadas en las intersecciones de las indestructibles vías del César, que han sido durante siglos las vías de la humanidad, estaban destinadas aún a llegar a ser las sedes de la vida municipal. 
«Les cités qui, du IX au X siecle, n’avaient guére été que le centre des grandes domaines ecclésiastiques, par une transformation rapide et inévitable, vont récupérer leur caractere qu’elles avaient perdu depuis si longtemps.» Esta transformación rápida e inevitable no podía acontecer, pues, sino en el interior de las ciudades antiguas, o a su alrededor, puesto que éstas representan aquella manufactura compleja, a medio camino entre el artificio y la naturaleza, como confirma Pirenne refiriéndose a las ciudades romanas, a las que la humanidad no puede fácilmente renunciar en el curso de su desarrollo. En la utilización dc los viejos cuerpos de las ciudades hay un hecho económico y psicológico a un tiempo. Son tanto un bien como una referencia. Una cuestión de este tipo, que aquí hemos visto aplicada a la ciudad antigua, se presenta también en todas aquellas cuestiones que se refieren al paso de la ciudad burguesa a la ciudad socialista, también aquí parece cierto que los tiempos de los cambios de las instituciones no son referibles a la evolución de la forma; y de ello que establecer una relación simple entre dos hechos, como quieren algunos, sea una cuestión abstracta y no responda a la realidad de los procesos urbanos. 
 Lo seguro es que elementos primarios y monumentos, es decir, lo que representa directamente la esfera pública, adquieren un carácter cada vez más complejo y más necesario; y no se modifican con tanta sencillez. 
 La residencia, que tiene mayor característica dinámica como área, depende de la vida de aquéllos, participando en el sistema que la ciudad constituye en su complejo.

martes, 24 de julio de 2012

LA CIUDAD ANTIGUA - II

En el mundo clásico la vida urbana se confundía con la vida nacional; el sistema municipal se identifica, pues, en la Antigüedad con el sistema constitucional. 
Roma, extendiendo su dominación al mundo mediterráneo, hace de las ciudades punto de su sistema imperial; éste sobrevive a las invasiones germánicas y a las árabes, pero la ciudad cambia completamente su función. Este cambio es esencial para comprender la evolución sucesiva de la ciudad. 
En primer lugar, la Iglesia establece sus diócesis en las circunscripciones de las ciudades romanas; la ciudad se convierte, pues, en la sede del obispo; así el éxodo de los mercaderes, la decadencia del comercio, el fin de las relaciones entre las ciudades al no tener ninguna influencia en la organización eclesiástica, no modifican la estructura urbana. Las ciudades se identifican con el prestigio de la Iglesia, se enriquecen, por el otro crece su prestigio moral. A la caida del Imperio carolingio los principes feudales continuan respetando la autoridad de la Iglesia y de ello deriva que aun en la anarquia de los siglos IX y X la preeminencia de los obispos confiere naturalmente a sus residencias, esto es, a las antiguas ciudades romanas, absoluto preeminencia. 
Pirenne demuestra que es este el verdadero motivo que salva las ciudades de la ruina, porque en la economia del siglo IX no tiene razon de existir; con la desaparición de los mercaderes ya no representan para la sociedad laica interes alguno. A su alrededor las grandes propiedades agrícolas viven una vida propia y por otro lado el Estado constituido sobre una base puramente agrícola no se preocupa de su suerte. Los castillos de los príncipes y de los condes se encuentran en el campo, mientras que es precisamente la sedentariedad del oficio eclesiástico lo que une los obispos a la ciudad. En este sentido la ciudad se salva de la ruina como lugar físico por la sede de los obispos y no como continuidad de las instituciones urbanas. El ejemplo de Roma llega a ser, en el análisis de Pirenne, de extraordinaria evidencia: «La ville impériales est devenue la ville pontificale. Son prestige historique a rehaussé celui du successeur de Saint Pierre. Isolé, il a paru plus grand, et il est en méme temps devenu plus puissant. On n’a plus vu que Iui... En continuant á habiter Rome, u en a fait sa Rome, comme chaque éveque a fait de la cité qu il habitait, sa cité».

lunes, 23 de julio de 2012

LA CIUDAD ANTIGUA - I

Las referencias avanzadas en el párrafo precedente, relativas al significado de los elementos primarios en la evolución de la ciudad antigua, han puesto de relieve la importancia de la forma de los hechos urbanos; esto es, de la arquitectura de la ciudad. 
La permanencia de esta forma y su valor de referencia son completamente independientes tanto de la función específica a la que es destinada cuanto de la coincidencia inmediata con la continuidad de las instituciones urbanas. 
Me refiero siempre de hecho a la forma y a la arquitectura de la ciudad y no a sus instituciones; pensar que éstas se mantienen y transmiten sin interrupciones y traumatismos es una distorsión histórica; una posición de este tipo, de hecho, acabaría mistificar las luchas y los momentos concretos de transformación. 
La enorme contribución que Henry Pirenne ha hecho al estudio de la ciudad y particularmente a las relaciones entre la ciudad y las instituciones civiles atestigua el valor que damos aquí a los lugares, a los monumentos, a la realidad física de la ciudad como momento permanente de su devenir político e institucional; los monumentos y toda la construcción urbana son un signo de referencia que con el tiempo tiene un significado diferente. 
Les cites et les bourgs ont joue pourtant l´histoire des villes, un role essentiel. Ils ont ete, pour ainsi dire, les pierres d´attente. C´est autour de leurs murailles qu´elles se formeront des que se manifestera la rnaissance economique dont on surprend les premiers symptomes au cours du X siecle. 
Aunque la ciudad no existía ni en el sentido social ni en el económico, ni aun en el jurídico, es alrededor de las murallas de los burgos y de las antiguas ciudades romanas donde toma inicio el Renacimiento. Este es un hecho significativo. 
Pirenne demuestra que la ciudad clásica no conoce nada de análogo a la ciudad burguesa local y particularista del Medievo.

domingo, 22 de julio de 2012

TENSIÓN DE LOS ELEMENTOS URBANOS. - III

El monumento está en el centro y circundado por edificios, es decir, se convierte en un lugar de atracción. Pero convendrá ahora detenernos un poco en el concepto de monumento entendido como un elemento primario de tipo particular. 
Este es un hecho urbano típico en cuanto resume todas las cuestiones planteadas por la ciudad a las que me refería al principio; pero se convierte también en algo de naturaleza particular cuando estos valores se imponen por encima de los caracteres económicos (también se puede aceptar la tesis de que toda la estructura monumental de la ciudad presenta un carácter metaeconómico) y de la necesidad práctica en virtud de su belleza. 
Se convierten en obras de arte excelentes y se caracterizan sobre todo por este aspecto. Constituyen un valor que es más fuerte que el ambiente y que la memoria. Es significativo que las grandes obras urbanas nunca hayan sido destruidas y ningún defensor de la Antigüedad tendrá que pelearse, creo, para defender la capilla Pazzi o S. Pietro. 
También es significativo que, en contra de lo que creen muchos autores, este valor sea la característica emergente de la ciudad y el único caso en que toda la estructura del hecho urbano esté resumida en la forma; el monumento es una permanencia porque, se puede sostener, está ya en posición dialéctica dentro del desarrollo urbano, es decir, concibe la ciudad como algo que crece por puntos (elementos primarios) y por áreas (barrios y residencias), y mientras que en los primeros es preeminente la forma realizada, en la segunda aparecen en primer plano los valores del suelo. 
Una teoría de este tipo tiene, pues, en cuenta no sólo el conocimiento de la ciudad por «trozos de ciudad», sino el crecimiento de la ciudad por partes, y mientras que por un lado da el mismo valor a la experiencia empírica de los elementos primarios de su contorno urbano, por el otro desvanece cada vez más la importancia del plano, del diseño general de la ciudad que deben ser estudiado desde otros puntos de vista.

sábado, 21 de julio de 2012

TENSIÓN DE LOS ELEMENTOS URBANOS. - II

Estos ejemplos que vemos aquí desde el punto de vista de los hechos urbanos nos pueden conducir a numerosas consideraciones en el campo de la tipología. 
 Los elementos de la ciudad romana se transforman, cambian su función. Otro ejemplo excepcional está constituido por el proyecto de Sixto V para la transformación del Coliseo en una hilandería de lana; también aquí se trata de esta extraordinaria forma del anfiteatro. En la planta baja eran organizados los talleres y en los pisos superiores las habitaciones de los obreros; el Coliseo se habría convertido en un gran barrio obrero y en una fábrica racionalista. 
Así habla de ello Fontana: «Ya había comenzado a hacer quitar toda la tierra que había en torno, y a explanar la calle que viene de Torre del Conti y va al Coliseo, para que fuese completamente llana, como hoy se ven vestigios de dicha excavación; se trabajaba en ello con sesenta carros de caballos y cien hombres, de manera que si el pontífice viviese un año [más], el Coliseo habría sido reducido a lugar de habitación». 
Pero ¿cómo crece la ciudad? 
El núcleo original, recluido dentro de las murallas, se ensancha con una individualidad propia; a esta individuación formal corresponde una individuación política. En el interior se desarrollan los burgos; son los burgos de las ciudades italianas, los faubourgs de las ciudades francesas. Milán, cuya estructura monocéntrica se atribuye erróneamente a una especie de extensión del centro histórico, está bien definida durante todo el Medievo por estos elementos: el centro galorromano, los conventos, las obras pías. La persistencia de los burgos es tan fuerte que el principal de ellos, San Gotardo, viene llamado siempre en dialecto simplemente como il borgo, sin otra atribución, como hemos visto. En París, fuera de la Cité, se constituyen varios asentamientos, a ambos lados del Sena; monasterios, centros mercantiles, la universidad. Alrededor de estos elementos se constituyen centros de vida urbana; alrededor de las abadías se organizan los bourgs. La abadía de St. Germain-des-Prés, de origen merovingio, se destaca en el siglo VI; el burgo de St. Germain no aparece en los documentos hasta alrededor del XII. El burgo representa un hecho urbano tan fuerte en el interior de la ciudad que aún lo podemos hallar hoy en el plano de París; está representado por la convergencia de cinco calles hacia el cruce de la Croix-Rouge; allí se encuentra el acceso al burgo de St. Germain-des-Prés, y el lugar era llamado Le chef de la yute o Le bout de la yute.

viernes, 20 de julio de 2012

TENSIÓN DE LOS ELEMENTOS URBANOS. - I

Las ciudades romanas o galorromanas de Occidente crecen mediante la continua tensión de estos elementos primarios. Esta tensión la podemos hallar aún hoy en su forma. Cuando al. final de la pax romana las ciudades delimitan las murallas, éstas cubren una superficie inferior a la de la ciudad romana. 
En esta definición de las murallas son abandonados monumentos, zonas con frecuencia populosas; la ciudad se recluye en su núcleo. 
En Nimes el anfiteatro es transformado en fortaleza por los visigodos y recluye una pequeña ciudad de 2000 habitantes; se accede a ella por cuatro puertas correspondientes a los cuatro puntos cardinales; en el interior se encuentran dos iglesias. 
En un segundo tiempo, alrededor de este monumento comenzará de nuevo a crecer la ciudad; el mismo fenómeno sucede con la ciudad de Arles. 
La vicisitud de estas ciudades es extraordinaria; nos induce también a algunas consideraciones sobre la dimensión y demuestra que la cualidad de algunos hechos es más fuerte que su dimensión. 
El anfiteatro tiene una forma precisa e inequívoca y también su función; no está pensado como un continente indiferente; al contrario, está extremadamente precisado en sus estructuras, en su forma. Pero una vicisitud externa, uno de los momentos más dramáticos de la historia de la humanidad, transforma su función, un teatro se convierte en una ciudad. Este teatro-ciudad es asimismo una fortaleza; recluye y defiende toda la ciudad. 
En otros casos una ciudad se desarrolla entre los muros de un castillo que constituyen su límite preciso y también su paisaje; así en Vila Viçosa en Portugal. La presencia de la obra, con su significado y con su arquitectura, que es el modo real en que la obra viene definida, es el signo de la transformación. Puesto que sólo la presencia de una forma cerrada y estabilizada permite la continuidad y el que se produzcan acciones en formas sucesivas. Así la forma, la arquitectura de los hechos urbanos emerge de la dinámica de la ciudad. En este sentido he hablado de las ciudades romanas, de la forma que ha permanecido de la ciudad romana; tomemos el acueducto romano de Segovia que atraviesa la ciudad como un hecho geográfico, los teatros y el puente de Mérida en Extremadura, el Panteón, el Foro romano.

jueves, 19 de julio de 2012

LOS ELEMENTOS PRIMARIOS. - III

En este sentido un edificio histórico puede ser entendido como un hecho urbano primario; éste resulta desligado de su función originaria, o presenta en el tiempo más funciones, en el sentido del uso a que es destinado, mientras no modifica su cualidad de hecho urbano generador de una forma de la ciudad. En este sentido los ejemplos de monumentos sobre los que nos hemos detenido en las páginas precedentes son indicativos porque los monumentos son siempre elementos primarios. 
Pero los elementos primarios no son sólo monumentos, como no son sólo actividades fijas; en sentido general, son los elementos capaces de acelerar el proceso de urbanización de una ciudad y, refiriéndolos a un territorio mas vasto, son los que caracterizan los procesos de transformación espacial del territorio. Actuan a menudo como catalizadores. Originariamente su presencia puede identificarse sólo con una función (y en este caso coincide con las actividades fijas), pero pronto se elevan a un valor más significativo. 
Mas no siempre son hechos físicos, construidos, destacables podemos considerar, por ejemplo, el lugar de un acontecimiento que por su importancia ha ciado origen a transformaciones espaciales. Me ocuparé más adelante de este problema al enfrentarme con el tema del locus. 
Estos elementos tienen, pues, un papel efectivamente primario en la dinámica de la ciudad. Mediante ellos, y en el orden en que están dispuestos, el hecho urbano presenta una cualidad específica que viene dada principalmente por su persistencia en un lugar, por desarrollar una acción precisa, por su individualidad. La arquitectura es el momento último de este proceso y es también lo destacable de la completa estructura urbana. 
Así, el hecho urbano y su arquitectura, que son una sola cosa, constituyen una obra de arte. «Pero lo mismo es decir bella ciudad que buena arquitectura» porque en esta última se concreta la intencionalidad estética de los hechos urbanos. Y el análisis de lo concreto de esta estructura sólo puede ser llevado a cabo sobre cada uno de los hechos urbanos. Será útil avanzar aquí dos ejemplos relativos a estas cuestiones tomados de la historia de la urbanística; o que constituyen la tentativa de una comprensión verificable con base histórica de los hechos urbanos.

miércoles, 18 de julio de 2012

LOS ELEMENTOS PRIMARIOS. - II

He usado este término porque la noción de actividad fija es generalmente aceptada. Mas, aunque hablando de actividades fijas o de elementos primarios nos referimos — pero sólo en parte— a la cosa, los dos términos presuponen un modo de concebir la estructura urbana completamente diferente. Lo que hay de se refiere al carácter público, colectivo de estos elementos; esta característica de cosa pública, hecha por la colectividad para la colectividad, es de naturaleza esencialmente urbana. Me parece que sobre este punto nunca se ha meditado bastante aunque poseamos notables contribuciones. 
Se puede desarrollar cualquier reducción de la realidad urbana y se llegará siempre al aspecto colectivo; el aspecto colectivo parece constituir el origen y fin de la ciudad. 
Por otra parte, la relación entre estos elementos primarios y las áreas-residencia corresponde, en sentido arquitectónico, a la distinción realizada por los sociólogos entre esfera pública y esfera privada como elementos característicos de la formación de la ciudad. 
La definición hecha por Hans Paul Bahrdt en sus Apuntes de sociologia urbana puede ilustrar mejor el significado de los elementos primarios: «[...] Nuestra tesis dice así: una ciudad es un sistema en el cual toda la vida, por lo tanto también la cotidiana, muestra la tendencia a polarizarse, a desarrollarse, pues, en los terminos de agregado social público o privado. Se desarrollan una esfera pública y una privada que están en estrecha relación sin que la polarización quede perdida. Los sectores de la vida, que no pueden ser caracterizados ni como «públicos» ni como “privados”, pierden en cambio significado. Cuanto más fuertemente se ejerce la polarización y cuanto más estrecha es la relación de intercambio entre la esfera pública y la privada, tanto más «urbana, desde el punto de vista de la sociología, es la vida de un agregado. En caso contrario, un agregado desarrollará en menor el carácter de ciudad». 
Consideremos ahora los elementos primarios en su aspecto espacial, independientemente de su función; se identifican con su presencia en la ciudad. Poseen un valor in se, pero también un valor de posición.

martes, 17 de julio de 2012

LOS ELEMENTOS PRIMARIOS. - I

Pero las áreas y las áreas-residencia en el sentido avanzado en las páginas precedentes no son suficientes para caracterizar la formación y la evolución de la ciudad; el concepto de área debe acompañarse del de un conjunto de elementos determinados que han funcionado como núcleos de agregación. 
Estos elementos urbanos de naturaleza preeminente los hemos señalado como elementos primarios en cuanto participan de la evolución de la ciudad en el tiempo de manera permanente, identificándose a menudo con los hechos que constituyen la ciudad. 
La unión de estos elementos (primarios) en las áreas en términos de localización y de construcción, de permanencias de plano y de permanencia de edificios, de hechos naturales o de hechos construidos, constituye un conjunto que es la estructura física de la ciudad. 
Definir los elementos primarios no es ni sencillo ni fácil; quizá solo podré explicar a qué me refiero. 
Si tomamos un estudio sobre la ciudad vemos que el conjunto urbano está subdividido según tres funciones principales que son: la residencia, las actividades fijas y la circulación. 
Las actividades fijas (fixed activities, como son llamadas en literatura norteamericana) comprenden almacenes, edificios licos y comerciales, universidades, hospitales, escuelas, etc. más, la literatura urbanística habla de equipamientos urbanísticos, estándares urbanísticos, servicios y también infraestructuras. 
Algunos de estos términos son definidos y definibles, otros menos, pero es presumible que todo autor use estos términos dentro de cierto contexto y con suficiente claridad. Entre todos estos términos, simplificando si se quiere, me valdré del término de actividad fija para afirmar que los elementos primarios comprenden también las actividades fijas; podría decir aún que la residencia es con respecto al área-residencia lo que las actividades fijas en relación con los elementos primarios.

lunes, 16 de julio de 2012

GARDENCITY Y VILLE RADIEUSE IV


Los  arquitectos  ingleses  han  vuelto  a  encontrar  un  motivo  seguro  en  los  modelos tipológicos  residenciales  cuando  se  han  dado  cuenta,  como  asi  afirman,  de  que  la disgregación  de  los  slums  comportaba  la  paralela  disgregación  de  comunidades  que tradicionalmente  vivían  con  u  a  nivel  de  densidad  elevado  y  que  no  estaba  en disposición de volver a enraizarse automáticamente, sin su cambios sustanciales, en el ambiente suburbano de baja d que les era asignado.

Smithson  redescubre  la  concepción  de  la  calle  y  en  el  proyecto  del  Golden  Lane propone  corredores  de  convivencia  horizontales  dispuestos  en  tres  plantas,  los  cuales constituyen vías acceso de peatones a cada una de las residencias.

Planteamientos de este tipo están expresados muy claramente en el complejo residencial de Sheffield, constituido por grandes cuerpos de fábrica y puesto en posición elevada sobre  la  ciudad  a  la  que  deberá  estar  estrechamente  unido  en  los  futuros  trabajos  de ampliación.  Justamente  sobre  la  génesis  de  esta  obra  hay  testimonios  precisos  de  su relación con teorías sociológicas; por ejemplo, sobre la necesidad de recuperar la calle como  escenario  de  la  comunidad.  «  [....]  La  calle  es  un  escenario  donde  acaecen encuentros, charlas, juegos, litigios, envidias, galanteos y orgullo.”

Por otra parte, los. grandes bloques de Sheffield reflejan originalmente la gran imagen lecorbuseriana de la Unité d’habitation de Marsella.

domingo, 15 de julio de 2012

GARDENCITY Y VILLE RADIEUSE III


Señalo brevemente, puesto que un análisis de este tipo nos alejaría demasiado del tema de   este   libro,   mo   el   estudio   de   la   relacion   vivienda-familia,   con   todas   sus implicaciones  de  tipo  cultural  y  político,  encuentra  un  terreno  de  aplicación  muy interesante en aquel tipo de ideologías que podemos definir como comunitarias. Aquí se esclarece particularmente la relación entre la comunidad local y la democracia, entre la dimensión  espacial  como  miento  de  la  vida  comunitaria  y  la  vida  política  de  la comunidad

Es evidente, pues, en una relación de este tipo, el relieve problema de la residencia.

Al contrario, donde aparece en primer plano la ciudad en su conjunto, es decir, donde se exalta  la  concentración  y  la  dimensión,  el  problema  de  la  residencia  parece  perder importancia, es por lo menos desenfocado en relación con las otras funciones de la vida urbana; por ejemplo, estas teorías afirman, en contraste con las comunitarias, que en la ciudad del siglo XIX las grandes operaciones para embellecimiento y engrandecimiento que  sin  embargo  escondían  a  menudo  fenómenos  importantes  de  especulacion,  eran disfrutables por todos los ciudadanos, eran un elemento positivo para su modo de vivir. Pocas definiciones son tan claras definir este efecto urbano como una de Hellpach que, en  contraste  con  sus  tiempos  fue  partidario  de  la  validez  de  la  vida  en  las  grandes metrópolis.  «[...]  Para  la  generación  plasmada  las  grandes  ciudades  no  significa solamente espacio existencial lugar de habitación, mercado, sino que se puede convertir biologica  y  socialmente  en  lo  que  de  más  profundo  puede  representar  un  hombre  la escena donde se desarrolla su vida: la patria.”

Se  podría  hacer  una  historia  paralela  entre  estas  teorías  y  barrios  realizados  en  los últimos  sesenta  años.  A  veces,  como  los  casos  alemanes  (Siedlungen),  italianos  e ingleses, las traducciones son clarísimas recordamos mucho nuestros barrios en los que parecía  que  se  quisiera  proponer  de  nuevo  comunidades  no  urbanas,  separadas,  asi preservadas  de  la  ciudad,  vueltas  sobre  sí  mismas  y  sobre  e]  vecindario,  y  otros sucesivos en los que la imagen arquitectónica, fuertemente plástica, intentaba recargar con violencia los efectos urbanos; también las bajas densidades después rechazadas, de las primeras newtowns; en fin, experimentos de nuevos complejos residenciales como las propuestas Smithson, de Lasdun y los bloques de Sheffield.