domingo, 9 de septiembre de 2012

Part XV


Estas  expansiones  constituyen  fenómenos  y  como  tales  son  estudiados;  las  diversas hipótesis sobre la ciudad-territorio han aportado material interesante que podrá ser útil para el estudio de la ciudad. En este sentido la hipótesis de la ciudad-región puede llegar
 ser   verdaderamente   una   hipótesis   de   trabajo;    será   tanto   más   útil   cuanto mayoritariamente  sirva  para  aclarar  situaciones  que  hipótesis  precedentes  no  nos  han podido explicar completamente.

Lo que queremos discutir es que la «nueva dimensión» pueda cambiar la sustancia le un hecho urbano. Se puede imaginar que la dimensión modifique de algún modo un hecho urbano,  pero  no  que  cambie  su  cualidad.  Definiciones  técnicas  como  la  de  «nebulosa urbana» pueden ser útiles en el lenguaje técnico, pero no explican nada. Por otra parte el inventor del término precisa que él lo ha usado «para explicar la complejidad y la falta de claridad de su estructura», pero que rechaza en particular la tesis una escuela de ecólogos norteamericanos para los que «la vieja noción de ciudad núcleo estructurado, definido en el espacio, distinto del vecindario, es un concepto muerto» y que ven «el núcleo  disolverse,  formarse  un  tejido  más  o  menos  coloidal,  la  ciudad  permanecer absorbida por la región económica o directamente en el conjunto de la nación».

Por otra parte, el geógrafo norteamericano Ratcliff, desde un punto de vista diferente del nuestro, ha rechazado igualmente y ha condenado como popular pero falsa la tesis según la cual los problemas metropolitanos son problemas de dimensión.

Reducir  los  problemas  metropolitanos  a  problemas  de  dimensión  significa  ignorar completamente  la  existencia  de  una  ciencia  de  la  ciudad;  en  otros  términos,  significa ignorar expresamente la estructura real de la ciudad y sus condiciones de evolucion.

El  examen  de  la  ciudad  aquí  realizado  basándose  en  elementos  primarios,  hechos urbanos constituidos y áreas de influencia permite estudiar el crecimiento de la ciudad sin que la dimensión cambiada influya en lis leyes de desarrollo.

Pero creemos que el desarrollo impropio dado por los arquitectos a la nueva dimensión puede  ser  explicado  mediante  otras  sugestiones  de  carácter  figurativo.  Recordemos cómo Giuseppe Samona, al comienzo de esta polémica, advertía del error por parte de los  arquitectos  de  una  más  fácil  identificación  de  la  acrecida  dimensión  urbana  y  el gigantismo de los productos. «Es absolutamente falso, a mi modo de ver —declaraba—, toda idea de parámetros espaciales gigantescos. En verdad, nos encontramos, como en todos  los  tiempos,  en  una  situación  que,  desde  el  punto  de  vista  general,  presenta  el hombre  y  el  espacio  en  dimensiones  equilibradas  de  relaciones  análogas  a  lo  de  los antiguos, sólo que en las relaciones actuales todas las medidas espaciales son mayores que cuanto lo fueran las más estáticas de hace cincuenta años.»

No hay comentarios:

Publicar un comentario