miércoles, 12 de enero de 2011

Exposición conmemorativa del 7º centenario de Turku Turku. 1929 (II)

Bryggman y Aalto se dividieron, desde el inicio del encargo, el trabajo y, aunque se
comenta que trabajaron codo con codo, también es cierto que Aalto fue muy escrupuloso al detallar por escrito los honorarios que tenía que cobrar cada uno, manifestando una clara separación de trabajos realizados24 (actitud individualista muy frecuente en Finlandia).
El trabajo de Aalto en la exposición fue muy diverso y no siempre consistía en proyectos de arquitectura: gestionó con las empresas anunciantes y desarrolló el diseñó tipográfico de la feria; proyectó los pabellones de Remo y el de Muebles; diseñó el acceso principal, los stands y las casetas de información, los hitos publicitarios y el podio para actuaciones musicales. En relación con la exposición, Aalto también escribió un artículo de presentación en el número 6 de la revista Arkkitehti, que monográficamente se dedicó a este evento.
Desde las primeras decisiones Aalto demuestra su interés por proyectar y representar algo más que una simple exposición. Creemos que no fue casual la elección de la colina de Samppalinna para ubicar la exposición y que dependiera o no de Aalto la decisión al respecto, él decididamente fue favorable a dicha ubicación. Así, Aalto incorporó la colina como un elemento más del proyecto25 de la exposición, en este caso como paisaje arquitectónico. Construye aquí su primera visión arquitectónica del paisaje, interpretando aquellas colinas que vio en sus viajes por los países mediterráneos. Esta obsesión por las pequeñas montañas le llevaría años más tarde a crear una colina artificial para ubicar el ayuntamiento de Säynätsalo,
o una topografía artificial en el complejo de edificios públicos de Seinäjoki.

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