miércoles, 5 de enero de 2011

Segunda Feria de Muestras de Finlandia (II)

Siguiendo con el recorrido descriptivo de los diferentes elementos que configuraban la feria, hay que destacar un gran pabellón similar a un gran almacén o granero, con un pórtico central que caracterizaba la entrada principal a la exposición y cerraba la U en planta. Tenía aproximadamente cien metros de longitud y la estructura de madera, embebida en la fachada, sostenía la cubierta de bálago de fuerte pendiente. Es muy probable que esta construcción estuviese influenciada por la estancia de Aalto en Suecia y Dinamarca14, donde se pueden encontrar granjas con grandes cubiertas de paja.
Otro de los pabellones aislados, que muestran las fotografías, se encuentra elevado sobre una tarima, también con techo tradicional de paja pero con estructura de madera distinta y muy visible, pintada de colores diferentes, con una clara voluntad de llamar la atención del espectador. La estructura se muestra voluntariamente para atribuirse una notoriedad y manifestar su especificidad diferenciándose del resto, en una actitud similar a posturas modernas actuales, en contraste nuevamente con la tradicional cubierta de paja.
Algunos quioscos y pabellones se encontraban dispersos por el recinto adyacente al
conjunto de pabellones ordenados en forma de U. De todos ellos y a tenor de las escasas fotografías conservadas, fijamos nuestra atención en un pequeño podio de madera en forma de concha, que servía presumiblemente para actuaciones musicales y locuciones públicas. Este pequeño elemento era quizás la pieza más interesante de la feria y la más importante en relación con nuestro estudio, ya que es la primera aproximación experimental desde un objeto arquitectónico dotado de significado poético15. Aalto proyecta una construcción que imita el caparazón, la concha de un animal, con múltiples intenciones: por una parte, la apariencia formal en armonía con la naturaleza representa una figura animal; en otro sentido, los requerimientos puramente funcionales de refracción acústica aconsejan una forma cóncava como idónea para una adecuada propagación del sonido desde el emisor al oyente. Profundizando todavía más en esta riqueza de intenciones diversas que tiene toda buena obra poética, podemos aventurar la didáctica del material constructivo, la madera, que enseña la generación de la forma a través de mostrar su estructura (su lógica constructiva) desnuda,
incluso sin pintar la madera para conseguir explicar mejor su carácter de provisionalidad en el efímero contexto de las ferias y exposiciones. También como material muy utilizado (principal materia prima) en el país, explica su relación con el contexto físico - cultural.
Aunque pueda parecer aventurado decirlo, creemos que este proyecto es el precedente
de toda una serie de obras16 en las que la madera interviene de forma decisiva, y en las cuales adopta un carácter dual, con un claro componente funcional, y con otro mucho más interesante pero menos evidente, metafórico17. Así, consideramos a este elemento como una metáfora construida que está volviendo a explicar su contexto a través de unos mecanismos retóricos de ficción implícitos en el proceso de diseño y en la forma misma. Aquí se hace evidente la frase de Aristóteles: “metaforizar bien es percibir lo semejante”.
Ahora estamos en condiciones de afirmar que en esta Feria de Muestras de Tampere coexisten, de una manera clara, intenciones técnicas, constructivas y racionales, con las de carácter humanista, histórico y emocional. Podemos considerar entonces a esta enriquecedora experiencia como la primera de un proceso proyectual en el que el solapamiento complejo y contradictorio de intenciones contrapuestas se consolida como una constante de contenido en las obras de Aalto, sin importar escala, programa o momento.




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