domingo, 15 de julio de 2012

GARDENCITY Y VILLE RADIEUSE III


Señalo brevemente, puesto que un análisis de este tipo nos alejaría demasiado del tema de   este   libro,   mo   el   estudio   de   la   relacion   vivienda-familia,   con   todas   sus implicaciones  de  tipo  cultural  y  político,  encuentra  un  terreno  de  aplicación  muy interesante en aquel tipo de ideologías que podemos definir como comunitarias. Aquí se esclarece particularmente la relación entre la comunidad local y la democracia, entre la dimensión  espacial  como  miento  de  la  vida  comunitaria  y  la  vida  política  de  la comunidad

Es evidente, pues, en una relación de este tipo, el relieve problema de la residencia.

Al contrario, donde aparece en primer plano la ciudad en su conjunto, es decir, donde se exalta  la  concentración  y  la  dimensión,  el  problema  de  la  residencia  parece  perder importancia, es por lo menos desenfocado en relación con las otras funciones de la vida urbana; por ejemplo, estas teorías afirman, en contraste con las comunitarias, que en la ciudad del siglo XIX las grandes operaciones para embellecimiento y engrandecimiento que  sin  embargo  escondían  a  menudo  fenómenos  importantes  de  especulacion,  eran disfrutables por todos los ciudadanos, eran un elemento positivo para su modo de vivir. Pocas definiciones son tan claras definir este efecto urbano como una de Hellpach que, en  contraste  con  sus  tiempos  fue  partidario  de  la  validez  de  la  vida  en  las  grandes metrópolis.  «[...]  Para  la  generación  plasmada  las  grandes  ciudades  no  significa solamente espacio existencial lugar de habitación, mercado, sino que se puede convertir biologica  y  socialmente  en  lo  que  de  más  profundo  puede  representar  un  hombre  la escena donde se desarrolla su vida: la patria.”

Se  podría  hacer  una  historia  paralela  entre  estas  teorías  y  barrios  realizados  en  los últimos  sesenta  años.  A  veces,  como  los  casos  alemanes  (Siedlungen),  italianos  e ingleses, las traducciones son clarísimas recordamos mucho nuestros barrios en los que parecía  que  se  quisiera  proponer  de  nuevo  comunidades  no  urbanas,  separadas,  asi preservadas  de  la  ciudad,  vueltas  sobre  sí  mismas  y  sobre  e]  vecindario,  y  otros sucesivos en los que la imagen arquitectónica, fuertemente plástica, intentaba recargar con violencia los efectos urbanos; también las bajas densidades después rechazadas, de las primeras newtowns; en fin, experimentos de nuevos complejos residenciales como las propuestas Smithson, de Lasdun y los bloques de Sheffield.

No hay comentarios:

Publicar un comentario