lunes, 23 de julio de 2012

LA CIUDAD ANTIGUA - I

Las referencias avanzadas en el párrafo precedente, relativas al significado de los elementos primarios en la evolución de la ciudad antigua, han puesto de relieve la importancia de la forma de los hechos urbanos; esto es, de la arquitectura de la ciudad. 
La permanencia de esta forma y su valor de referencia son completamente independientes tanto de la función específica a la que es destinada cuanto de la coincidencia inmediata con la continuidad de las instituciones urbanas. 
Me refiero siempre de hecho a la forma y a la arquitectura de la ciudad y no a sus instituciones; pensar que éstas se mantienen y transmiten sin interrupciones y traumatismos es una distorsión histórica; una posición de este tipo, de hecho, acabaría mistificar las luchas y los momentos concretos de transformación. 
La enorme contribución que Henry Pirenne ha hecho al estudio de la ciudad y particularmente a las relaciones entre la ciudad y las instituciones civiles atestigua el valor que damos aquí a los lugares, a los monumentos, a la realidad física de la ciudad como momento permanente de su devenir político e institucional; los monumentos y toda la construcción urbana son un signo de referencia que con el tiempo tiene un significado diferente. 
Les cites et les bourgs ont joue pourtant l´histoire des villes, un role essentiel. Ils ont ete, pour ainsi dire, les pierres d´attente. C´est autour de leurs murailles qu´elles se formeront des que se manifestera la rnaissance economique dont on surprend les premiers symptomes au cours du X siecle. 
Aunque la ciudad no existía ni en el sentido social ni en el económico, ni aun en el jurídico, es alrededor de las murallas de los burgos y de las antiguas ciudades romanas donde toma inicio el Renacimiento. Este es un hecho significativo. 
Pirenne demuestra que la ciudad clásica no conoce nada de análogo a la ciudad burguesa local y particularista del Medievo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario