viernes, 6 de julio de 2012

Shard, el rascacielos más alto de Europa

El Shard, el edificio más alto de Europa, se inaugura oficialmente este jueves en Londres para tratar de aprovechar el impulso olímpico, pero esta imponente "esquirla" de vidrio que se eleva a 310 metros hacia el cielo divide a los londinenses.

El polémico rascacielos diseñado por el italiano Renzo Piano, que por el momento sólo está terminado por fuera, no abrirá sus puertas al público hasta los primeros meses de 2013, y su reinado continental se anuncia breve.

El primer ministro de Qatar, Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Tami, cuyo país financió su construcción, y uno de los hijos de la reina Isabel II, el príncipe Andrés, encabezarán la ceremonia oficial organizada cuando la capital británica despierta atención mundial a tres semanas de la apertura de los Juegos Olímpicos (27 de julio-12 de agosto).

Ambos participarán también por la noche en una fiesta amenizada por la Orquesta Filarmónica de Londres que culminará con un espectáculo de láser que iluminará los principales monumentos de la capital.

Situada cerca del emblemático London Bridge, esta torre afilada de forma piramidal que costó alrededor de 450 millones de libras (700 millones de dólares, 565 millones de euros) domina con su imponente presencia la orilla sur del Támesis, con sus 95 pisos, 72 de los cuales ocupables.

Su conceptor la presenta como la "primera ciudad vertical" de Londres, que albergará a medio plazo a 12.000 personas, con un hotel de cinco estrellas de 18 pisos, restaurantes, tiendas y unos 56.000 metros cuadrados de oficinas que según la prensa británica del jueves aún no han encontrado ningún inquilino.

Una plataforma de observación con una vista panorámica de 360º abrirá en febrero próximo a los turistas a un precio nada despreciable de 24,95 libras (39 dólares, 31 euros) para los adultos, pero 17.500 personas ya se han preinscrito en la web oficial del rascacielos.

Un puñado de privilegiados podrán disfrutar de las mismas vistas espectaculares en forma permanente en alguna de las 10 viviendas exclusivas que se construirán entre los pisos 53 y 65, y que según informaciones de prensa se venderán a precios que oscilarán entre los 30 y los 50 millones de libras (46-77 millones de dólares, 37-62 millones de euros).

Aunque este elitismo suscitó numerosas críticas, lo que más se le reprocha al Shard --que quiere decir "esquirla" en inglés-- es su gigantismo y el impacto negativo que tiene sobre las vistas de Londres.

Algunos defensores del patrimonio como la asociación English Heritage lamentan, por ejemplo, que aplaste a la catedral de San Pablo, símbolo de Londres desde hace tres siglos, cuya vista está protegida desde algunos puntos de la ciudad.

La UNESCO estimó por su parte que perjudica "la integridad visual" de la Torre de Londres, inscrita en su lista de patrimonio mundial.

Pero el exalcalde de Londres, Ken Livingstone, expresó su convencimiento en la radio BBC de que el nuevo edificio "definirá Londres y será nuestro equivalente del Empire State", de Nueva York.

Y el propio Renzo Piano, que hace unos meses dijo a la AFP que "los nuevos edificios siempre tienen dificultades para ser aceptados", estimó este lunes en la prensa que los londinenses terminarán por adoptarlo porque será un edificio "lleno de vida".

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