domingo, 16 de septiembre de 2012

De la arena.

Hallamos arena de tres especies que son, de mina, de rio y de mar. La mejor es la de mina; y de esta suele hallarse negra, blanca, roxa ó carbunclo, el cual es cierta tierra que hay en Toscana, tostada por fuegos subterráneos. En tierra de Labor en , el distrito de Baya y Cumas hay un polvo á quien Vitruvio llama Pozzolana el cual puesto en el agua hace presa y se endurece muy pronto. Construyense con él edificios extremadamente fuertes. 
Entre las arenas de mina la peor es la blanca, como está probado por repetidas experiencias. La arena mejor de rio es la que se coge junto á las rocas donde baxa el agua, como á mas limpia. La peor de todas las arenas es la del mar, y de ella debe preferirse la que negree y esté mas vecina á la lengua del agua, porque es algo mas gorda. La de mina es mas tenaz por mas grasa, pero resquebraja las obras: así, solo se debe usar en paredes y bóvedas que se han de concluir presto. 
La de rio es buena para revocos y jaharrados. La de mar es menos apta para sufrir peso, porque se seca pronto, se reviene y aun se disuelve por el salobre. Cada arena en su especie será la mejor la que rechine estregada con las manos; y puesta en un lienzo blanco y limpio no dexará señal, mancha ó tierra. Será mala la que metida en agua limpia la enturbiará y hará limosa: la que haya estado mucho tiempo expuesta al ayre, sol, luna y escarchas, porque habrá adquirido mucha tierra y humores corruptos, aptos para criar maleza é higueras silvestres que son muy perjudiciales á los edificios.

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