viernes, 14 de septiembre de 2012

De la madera.

Según enseña Vitruvio la lnadera se debe cortar en otoño y durante el invierno, porque los árboles recobran entonces por las raíces el vigor y solidez que se les habían esparcido en la primavera y estío en hojas y fruto. Se cortarán en luna menguante , porque entonces carecen del humor que corrompe la madera, y no la roe despues la carcoma. Los árboles se deben degollar hasta la mitad del corazón, y dejarlos así hasta que se sequen, para que se vaya destilando el humor que suele corromperlos. 
Despues de acabadas de cortar las piezas, se conducirán adonde no las dé mucho el sol, vientos impetuosos ni lluvias continuadas. Principalmente se deben tener á cubierto los árboles silvestres nacidos espontáneamente. Para que las maderas no se hiendan ó rajen se enlodarán con boñiga de buey. No se deben conducir durante el roció de la mañana sino después de medio día. Tampoco se labrarán las piezas mojadas del rocio ni sobradamente áridas y secas; pues lo primero las corrompe brevemente , y lo segundo hace salga una labor muy fea. 
Para entablamentos, puertas y ventanas no están bastante secas en menos de tres años. Es preciso que los que quieran edificar se informen exactamente de personas peritas en la naturaleza de las maderas, cual de ellas es apta para una cosa y cual no. Vitruvio en el lugar citado da para ello buenas instrucciones, y otros que también escriben largamente.

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