lunes, 4 de marzo de 2013

Ciudadanos confían más en un albañil que un arquitecto


Muchos obreros trabajan arriesgando su vida en las alturas sin precaución.

Cientos de ciudadanos en la urbe alteña no creen necesaria la intervención de un arquitecto para edificar una casa pues afirman que los albañiles son guías confiables que además cobran barato.

El techo de calamina, las puertas muy angostas o bajitas, las ventanas con medidas desproporcionales material de segunda, y cimientos inestables, podrían haber sido las causas de que con las lluvias de la semana pasada, el hogar de una familia alteña se desmoronara, dejando solamente escombros de lo que antes fue un refugio que se creía para toda la vida.

Don Roberto (nombre ficticio), padre de esta familia ahora sin hogar, se lamenta por el hecho y se remonta hasta la etapa de los inicios de la construcción, recuerda que en ese momento, dentro de su presupuesto, no figuro ni por un instante la contratación de un arquitecto.

Como él, existen cientos de ciudadanos en la urbe que creen innecesaria la presencia de un arquitecto al momento de la edificación de un inmueble, sin embargo, arguyen tener razones suficientes para pensar de esa manera.

“Yo no fui donde un arquitecto porque mi construcción es pequeña, creo que solamente en casos de edificios o casas enormes se debe pagar a este profesional para que no haya problemas”, comentó Jorge Cala, ciudadano de El Alto.

Por otro lado, el estilo acostumbrado influye en esta decisión.

“Pienso que en esta ciudad, como hace tanto frío, las construcciones deben tener techos más bajitos, para que no entre tanto viento, pero los arquitectos no quieren diseñar así y piden más materiales de los que se necesita”, agregó Manuel Gutiérrez, vecino de Villa Dolores.

Otro factor que se toma en cuenta al momento de construir es el dinero con el que se cuenta para la casa.

“A mí me hubiera gustado contratar un arquitecto para construir mi casita, pero ellos cobran muy caro, solo por evaluar un domicilio me quisieron cobrar 100 dólares, qué será si me hacen una vivienda y en estos tiempos no se cuenta con cantidades necesarias para pagarles, apenas nos alcanza para los materiales que suben cada semana”, manifestó Fernando Aruquipa, vecino de la zona Cosmos 79.

La población ha buscado compensar la ausencia de un profesional con algunas “estrategias”.

“Yo pude construir copiando una vivienda que estaba cerca de mi casa que me pareció que se adecuaba a mis necesidades, le tome medidas y con la guía de un maestro albañil edifique y hasta ahora no tenemos problemas”, señaló Roger Ticona, vecino del Distrito 9.

“En mi caso se encargó por completo el albañil que contratamos, es que ellos tienen experiencia suficiente, tantas casas que construyen ya saben que se necesita y no cobran extra por su orientación”, complementó Marcelino Luque, vecino de la zona 16 de Julio.

Por su parte, otros ciudadanos afirman que es necesaria la presencia de un arquitecto hasta para construir un cuarto pequeño.

“Ya desde que uno comienza a ahorrar para construir tienen que pensar en los honorarios de un profesional porque ellos dan garantías de que, luego la edificación no sufra desperfectos y a la larga uno termina ahorrando porque ya no invierte en refacciones en el futuro, aunque una rebaja en sus tarifas no le vendría mal a nadie”, asevero Gloria Herrera, Vecina de Villa Bolívar ‘D’.

Así también lo creen los profesionales de este rubro, quienes señalan que sus años de estudio fueron para tomar en cuenta varios factores que los albañiles, por muy experimentados que sean, desconocen.

“Se tiene que tomar en cuenta la funcionalidad de las habitaciones, el clima, la posición del sol, la instalación de los servicios básicos, la circulación del aire, pero además el diseño, porque no solamente se trata de construir por construir nosotros somos los encargados de orientar para que la familia que habitara el lugar viva de una manera confortable”, manifestó Antonio Inofuentes, arquitecto experimentado.

Agregado a ello, el entrevistado afirma que “además, la estructura debe ser lo bastante sólida para que dure el tiempo de vida adecuado, y para eso se hace un estudio hasta del tipo de suelo en que se edifica se invierte bastante tiempo y es necesario cobrar tarifas que justifiquen el esfuerzo”.

Entretanto, la urbe alteña continúa con su crecimiento a pasos agigantados en cuanto a infraestructura, combinando la modernidad con la rusticidad de las casas, pues fácilmente se puede encontrar un edificio lujoso de seis pisos al lado de una vivienda humilde con dos ambientes y gran patio de tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario