Esta forma de gestión suele derivarse de una doble constatación: a) la imposi-
bilidad de sostener el proceso sobre la sola base de la acción (y de la inversión)
pública, por lo que se busca atraer la inversión privada, y b) la necesidad, co-
mo lo expresa la Declaración de la ciudad de México, de que esto no signifique
una privatización de la gestión pública:
... se procurarán modalidades de asociación y de concertación entre el sec-
tor público y el sector privado, para la viabilización de los programas y
proyectos, sobre la base de un claro liderazgo desde el ámbito municipal. La
legitimidad de este liderazgo estará fundada en la coherencia y continui-
dad del proceso, en la confiabilidad, claridad y transparencia de los actos
de gobierno.
Esta estrategia asociativa, sector público/sector privado, por cierto recomenda-
da por HABITAT II para la gestión de los asentamientos humanos parece ha-
ber permeado la mayoría de las nuevas formas de gestión pública que se han da-
do estos últimos años en los centros históricos de la región. Las nuevas figuras
institucionales son muy diversas pero convergen hacia una gestión, y a un fi-
nanciamiento, compartidos entre el sector público y el sector privado. Podemos
mencionar, entre otros: el Fideicomiso Centro Histórico en la ciudad de México,
la Empresa del Centro Histórico de Quito, el Patronato Panamá Viejo, el PRO-
CENTRO en Sao Paulo y - hasta cierto punto - el PROLIMA en la ciudad de
Lima.
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