El arquitecto aspira a que sus fachadas no se modifiquen ni siquiera con persianas o cortinas, pero los usuarios finales opinan lo contrario. Un estudiante ha creado un sistema de persianas automáticas que se mueven dependiendo de la hora del día.
Kiefer Technic Showroom, Ernst Giselbrecht, Tyler Short es un estudiante de la Universidad de Oregon que harto de los asoleamientos y las soluciones tradicionales, creó unas persianas capaces de moverse en tres dimensiones y cubrir la luz del sol dependiendo de la hora y su intensidad.
El sistema se llama Penumbra y parece no tener impedimento alguno para girar a la derecha o izquierda, arriba o abajo o en diagonal, según la publicación de Arquimex.
La idea de Short resuelve el problema del asoleamiento, para el que no existen soluciones totales.
En declaraciones, Short dijo: “Este proyecto fue diseñado para ofrecer una solución cinética y mecánica a un problema que de otro modo sería casi imposible de resolver con componentes arquitectónicos estáticos: proporcionar sombreado en la fachada de un edificio tanto para el sol bajo la tarde como para el sol de la tarde”.
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miércoles, 28 de marzo de 2018
Un Quijote De La Restauración
Arquitecto, historiador, escultor, promotor de nuevas generaciones en la Universidad Mayor de San Andrés, Jimmy Ledezma Parada, es uno de los pocos profesionales que durante años defendió el patrimonio arquitectónico de la ciudad de La Paz e intervino en muchas de ellas junto a un equipo selecto de profesionales como la Arq. Shirley Patty Balboa y Graciela Paco Chambi y que aún buscan mantener la memoria de los inmuebles del tiempo de la intervención española en territorio nacional como también las construcciones republicanas y post. “Muchos monumentos patrimoniales fueron recuperados por conciencia de los mimos propietarios, pero otros esperan a que se deteriore con el tiempo para luego destruirlas totalmente y construir viviendas horizontales, que supuestamente son más rentables” sostuvo el Quijote de la restauración en una entrevista con m2.
Ledezma, en su vida como profesional se dedicó a este rubro como si fuese el suyo, prueba de esta afirmación, es que en cada intervención realizó junto a un grupo de arquitectos y constructores varias restauraciones en la ciudad de La Paz y el interior del país. Además de investigaciones históricas de cada vivienda, iglesia, espacios públicos, interpretaciones de fachadas para luego buscar el estilo de restauración en colores, materiales, mano de obras e incluso crear museos privados que permiten valorizar esas obras que en su momento fueron la imagen de nuestra e ciudad maravillosa.
Un “Quijote” de la arquitectura, especialista en restauración que durante años y hasta su muerte, creyó en esa posibilidad de recuperar la memoria arquitectónica de nuestros antepasados, y pese a que no es muy rentable de igual manera apostó por esa posibilidad de mantener en pie estas construcciones del pasado. Era del criterio que cada vez menos se respetaba las construcciones antiguas y que la ciudad de La Paz, de a poco va perdiendo la arquitectura de oro, además de su identidad como ciudad.
Pero al menos se fue de esta vida, con la satisfacción de haber recuperado algunas que perdurarán en el tiempo y serán apreciadas por generaciones futuras y las más al parecer tienden a desaparecer en el tiempo, claro ejemplo es la destrucción de una casa colonial ubicada en la calle Potosí y que era parte de palacio de gobierno y que esa casa de 1.700 años, por la cual Ledezma sacó cara pero no pudo detener su destrucción.
RESTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN
“No es posible concebir la historia del ser humano en el mundo sin que este asociado a la construcción de moradas de sus habitantes originarios en las distintas regiones. La excepción no es Bolivia y menos La Paz, siendo que para establecer de cómo concibieron la arquitectura colonial o española con sus iglesias, movimientos de “evangelización” y sometimiento a los habitantes de la región andina que, por supuesto ya dominaban la construcción, no fue ninguna novedad el estilo de los colonizadores, que efectivamente aportaron con las estructuras y campanarios a lo largo de los Andes bolivianos” dijo Jimmy como lo conocían en la UMSA.
Destacar las construcciones arquitectónicas con mucha perfección y que hasta ahora no encuentran una explicación lógica, es la edificación de la cultura Tiwanacota, que hoy es uno de los íconos del territorio sudamericano, cuyas ruinas aún se encuentran de pie, como un monumento mudo de la majestuosidad de arquitectura y como un referente de estudio.
“Sin embargo, refiriéndonos a la iglesia de San Sebastián de La Paz y que inicialmente fue denominada San Pedro, marca la historia de paceños y bolivianos en arquitectura o construcción… si usted prefiere, ya que no es una iglesia común, pues su historia se remonta a inicios de la creación de esta nueva ciudad en su tiempo y que nace como intermedia entre ciudades del Norte y Sur de Sudamérica.
San Sebastián, fue edificada con las primeras arquitecturas e influencias sacras de le época y que hasta hoy mantiene aún esa originalidad.
Ledezma junto a profesionales hicieron una cronología histórica muy necesaria para entender y valorar el sentido de preservar y restaurar los monumentos tangibles, siendo la memoria de un tiempo y tuvo su momento de apogeo y las nuevas generaciones la deben respetar, conservar y no destruirla.
El arquitecto en el libro Arquitectura-Restauración de Jimmy Ledezma Parada del autor Mario Daza Castellón, que dentro de poco estará en la librerías como un homenaje póstumo a este fantástico y enigmático arquitecto declaró que “Las primeras arquitecturas en el tiempo de la colonia, efectivamente fueron las iglesias y San Sebastián que fue testigo de ese primer proceso muy cuestionado, imponiendo la nueva arquitectura para ese tiempo”
Agregando que también fue imperioso definir de cómo nació Nuestra Señora de La Paz, como ciudad y quienes fueron los primeros proyectistas de plazas y calles, pero siempre apegado al movimiento religioso, que para sus épocas fue la clave del éxito para someter a los primeros habitantes de “Chuquiyapu”. Hay que relievar que los constructores de esos años mantuvieron un lineamiento de obra, utilizando materiales de la misma región o del lugar. Aspecto que hoy por hoy los arquitectos aconsejan este sistema constructivo para ahorrar transporte, energía y otros aspectos que se relacionan con el costo en las edificaciones que viene a ser parte de la historia de un pueblo en un tiempo, una generación que marcó la historia antes y pos colonización en “Nuestra Señora de La Paz”. Paz en tu tumba amigo y que la futuras generaciones aprecien tu labor, en especial tu familia…
Ledezma, en su vida como profesional se dedicó a este rubro como si fuese el suyo, prueba de esta afirmación, es que en cada intervención realizó junto a un grupo de arquitectos y constructores varias restauraciones en la ciudad de La Paz y el interior del país. Además de investigaciones históricas de cada vivienda, iglesia, espacios públicos, interpretaciones de fachadas para luego buscar el estilo de restauración en colores, materiales, mano de obras e incluso crear museos privados que permiten valorizar esas obras que en su momento fueron la imagen de nuestra e ciudad maravillosa.
Un “Quijote” de la arquitectura, especialista en restauración que durante años y hasta su muerte, creyó en esa posibilidad de recuperar la memoria arquitectónica de nuestros antepasados, y pese a que no es muy rentable de igual manera apostó por esa posibilidad de mantener en pie estas construcciones del pasado. Era del criterio que cada vez menos se respetaba las construcciones antiguas y que la ciudad de La Paz, de a poco va perdiendo la arquitectura de oro, además de su identidad como ciudad.
Pero al menos se fue de esta vida, con la satisfacción de haber recuperado algunas que perdurarán en el tiempo y serán apreciadas por generaciones futuras y las más al parecer tienden a desaparecer en el tiempo, claro ejemplo es la destrucción de una casa colonial ubicada en la calle Potosí y que era parte de palacio de gobierno y que esa casa de 1.700 años, por la cual Ledezma sacó cara pero no pudo detener su destrucción.
RESTAURACIÓN Y CONSERVACIÓN
“No es posible concebir la historia del ser humano en el mundo sin que este asociado a la construcción de moradas de sus habitantes originarios en las distintas regiones. La excepción no es Bolivia y menos La Paz, siendo que para establecer de cómo concibieron la arquitectura colonial o española con sus iglesias, movimientos de “evangelización” y sometimiento a los habitantes de la región andina que, por supuesto ya dominaban la construcción, no fue ninguna novedad el estilo de los colonizadores, que efectivamente aportaron con las estructuras y campanarios a lo largo de los Andes bolivianos” dijo Jimmy como lo conocían en la UMSA.
Destacar las construcciones arquitectónicas con mucha perfección y que hasta ahora no encuentran una explicación lógica, es la edificación de la cultura Tiwanacota, que hoy es uno de los íconos del territorio sudamericano, cuyas ruinas aún se encuentran de pie, como un monumento mudo de la majestuosidad de arquitectura y como un referente de estudio.
“Sin embargo, refiriéndonos a la iglesia de San Sebastián de La Paz y que inicialmente fue denominada San Pedro, marca la historia de paceños y bolivianos en arquitectura o construcción… si usted prefiere, ya que no es una iglesia común, pues su historia se remonta a inicios de la creación de esta nueva ciudad en su tiempo y que nace como intermedia entre ciudades del Norte y Sur de Sudamérica.
San Sebastián, fue edificada con las primeras arquitecturas e influencias sacras de le época y que hasta hoy mantiene aún esa originalidad.
Ledezma junto a profesionales hicieron una cronología histórica muy necesaria para entender y valorar el sentido de preservar y restaurar los monumentos tangibles, siendo la memoria de un tiempo y tuvo su momento de apogeo y las nuevas generaciones la deben respetar, conservar y no destruirla.
El arquitecto en el libro Arquitectura-Restauración de Jimmy Ledezma Parada del autor Mario Daza Castellón, que dentro de poco estará en la librerías como un homenaje póstumo a este fantástico y enigmático arquitecto declaró que “Las primeras arquitecturas en el tiempo de la colonia, efectivamente fueron las iglesias y San Sebastián que fue testigo de ese primer proceso muy cuestionado, imponiendo la nueva arquitectura para ese tiempo”
Agregando que también fue imperioso definir de cómo nació Nuestra Señora de La Paz, como ciudad y quienes fueron los primeros proyectistas de plazas y calles, pero siempre apegado al movimiento religioso, que para sus épocas fue la clave del éxito para someter a los primeros habitantes de “Chuquiyapu”. Hay que relievar que los constructores de esos años mantuvieron un lineamiento de obra, utilizando materiales de la misma región o del lugar. Aspecto que hoy por hoy los arquitectos aconsejan este sistema constructivo para ahorrar transporte, energía y otros aspectos que se relacionan con el costo en las edificaciones que viene a ser parte de la historia de un pueblo en un tiempo, una generación que marcó la historia antes y pos colonización en “Nuestra Señora de La Paz”. Paz en tu tumba amigo y que la futuras generaciones aprecien tu labor, en especial tu familia…
URBANISMO “Espacios Públicos Que Se Convierten En Privados”
“Espacios públicos que llegado el momento de convierten en privados y los vendedores se empoderan de las calles de la ciudad con sus ventas y no respetan a los otros ciudadanos”, sostienen dos arquitectos a la hora de calificar la invasión de los comerciantes los espacios públicos de manera ilegal, uno español y el otro argentino que hace poco estuvieron de visita en la ciudad. Para el español Roberto Ameneiro Galdo, quien diseño junto a un grupo de arquitectos las estaciones de los teleféricos en la ciudad de La Paz, afirma que “Existe un entorno social que se empodera de las actividades comerciales, -vine hace cuarenta años a tras desde Venezuela a Bolivia, cuando era estudiante y el objetivo era conocer Tiwanacu- y evidentemente el pueblo desde esa época la sociedad boliviana se empoderó de su rol como protagonista de su propio destino, quizás por eso creen que la calle es de ellos”.
¿Qué tipo de arquitectura observa en La Paz?
Es muy simple, la gente no termina sus casas, pues esa es la impresión y de repente crees que llegaste a un barrio pobre, como las favelas de Brasil y claro que cuando te fijas al detalle tiene cortinas y un portón. Tiene el aspecto de una ciudad “interminada”. La ciudad crece, sin lugar a dudas que es un país que estuvo y está creciendo y que se ve nuevas construcciones. Veo una ciudad muy difícil, porque el lugar donde surgió no es el más adecuado y eso produce soluciones urbanas y soluciones de transporte como el teleférico poco usual, pueden decir desordenados, pero la gente y la ciudad es desordenada, entiendo que nació así, hay que reconocer que el sitio es difícil.
ARQUITECTO ARGENTINO
Mientras que para Omar París, arquitecto de Argentina, cree que una de las características de La Paz es pensar que las calles, deben estar llenas de vendedores y poder utilizar las aceras para su propio espacio comercial y sin interesar a quienes afectan, “es una primera impresión”. Aunque duda de la afirmación “Llegado el momento no se si estoy en lo cierto, lo miro como una invasión, pero al mismo tiempo también lo veo como que lo caracteriza a la ciudad como tal, quizás habría que investigar cuál es el nexo, porque si desaparece tal perdería su esencia como La Paz”. Más adelante precisa que seguramente podría pensarse que las aceras tienen una función, pero llegado el momento se la apropian para vender, pero que es de un interés personal o quizás no habrá fuentes de trabajo. Tal vez lo ven como una forma de hacer dinero de manera rápida y fácil y efectivo en la mano, habría que investigar más el tema, son ideas simplemente, pero claro que existe una invasión a las áreas públicas que normalmente son respetadas en otras ciudades.
Los que más impacta de La Paz, es el paisaje que se genera, como un conjunto de muchas cosas que forman a una ciudad que es única, al mismo tiempo mantiene su esencia de algunas arquitecturas armadas de muchas edificaciones. Es muy distraído el panorama paisajista que muestra La Paz, se pueden apreciar diferentes visiones de distintos ángulos de la ciudad.
¿En cuánto a colores?
Me llama mucho la atención de los colores y puedo advertir un monocroma en términos generales, como el ladrillo visto ese color muy característico como el terracota, pero ese color lo pone la gente, el habitante y los autos, a eso hay que agregar los diferentes colores que se complementan.
¿Cómo califica las construcciones?
Para estas regiones de montaña hay que tener en cuenta la seguridad, pero bueno cada región tiene su tipo de tierra y acorde con ello se coloca el tipo de fundación y creo que en La Paz debe seguramente utilizar el mismo argumento. Creo que en La Paz conviven tres cosas al mismo tiempo, primero la base homogénea que cubre mayoritariamente el territorio y luego aparecen elementos iconográficos como edificios de los años ´80 y otras de actualidad con sus propios lenguajes que son incluyentes.
¿Qué tipo de arquitectura observa en La Paz?
Es muy simple, la gente no termina sus casas, pues esa es la impresión y de repente crees que llegaste a un barrio pobre, como las favelas de Brasil y claro que cuando te fijas al detalle tiene cortinas y un portón. Tiene el aspecto de una ciudad “interminada”. La ciudad crece, sin lugar a dudas que es un país que estuvo y está creciendo y que se ve nuevas construcciones. Veo una ciudad muy difícil, porque el lugar donde surgió no es el más adecuado y eso produce soluciones urbanas y soluciones de transporte como el teleférico poco usual, pueden decir desordenados, pero la gente y la ciudad es desordenada, entiendo que nació así, hay que reconocer que el sitio es difícil.
ARQUITECTO ARGENTINO
Mientras que para Omar París, arquitecto de Argentina, cree que una de las características de La Paz es pensar que las calles, deben estar llenas de vendedores y poder utilizar las aceras para su propio espacio comercial y sin interesar a quienes afectan, “es una primera impresión”. Aunque duda de la afirmación “Llegado el momento no se si estoy en lo cierto, lo miro como una invasión, pero al mismo tiempo también lo veo como que lo caracteriza a la ciudad como tal, quizás habría que investigar cuál es el nexo, porque si desaparece tal perdería su esencia como La Paz”. Más adelante precisa que seguramente podría pensarse que las aceras tienen una función, pero llegado el momento se la apropian para vender, pero que es de un interés personal o quizás no habrá fuentes de trabajo. Tal vez lo ven como una forma de hacer dinero de manera rápida y fácil y efectivo en la mano, habría que investigar más el tema, son ideas simplemente, pero claro que existe una invasión a las áreas públicas que normalmente son respetadas en otras ciudades.
Los que más impacta de La Paz, es el paisaje que se genera, como un conjunto de muchas cosas que forman a una ciudad que es única, al mismo tiempo mantiene su esencia de algunas arquitecturas armadas de muchas edificaciones. Es muy distraído el panorama paisajista que muestra La Paz, se pueden apreciar diferentes visiones de distintos ángulos de la ciudad.
¿En cuánto a colores?
Me llama mucho la atención de los colores y puedo advertir un monocroma en términos generales, como el ladrillo visto ese color muy característico como el terracota, pero ese color lo pone la gente, el habitante y los autos, a eso hay que agregar los diferentes colores que se complementan.
¿Cómo califica las construcciones?
Para estas regiones de montaña hay que tener en cuenta la seguridad, pero bueno cada región tiene su tipo de tierra y acorde con ello se coloca el tipo de fundación y creo que en La Paz debe seguramente utilizar el mismo argumento. Creo que en La Paz conviven tres cosas al mismo tiempo, primero la base homogénea que cubre mayoritariamente el territorio y luego aparecen elementos iconográficos como edificios de los años ´80 y otras de actualidad con sus propios lenguajes que son incluyentes.
Invasión De Vías Públicas
“Casi común y normal” en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz y otras ciudades, el espacio público es concebido como la expresión de una apropiación social por lo general en la vida colectiva de los ciudadanos, quienes de manera directa e indirecta avalan el movimiento informal del comercio que desordenan e invaden las aceras, calles, avenidas y algo peor, cada vez quedan menos espacios para los peatones.
La Paz de a poco se convierte en un “Mercado Persa”, si bien el municipio evita la invasión de los comerciantes ambulantes, sin embargo estos toman más espacios en el centro de la ciudad. Prueba de los que se dice es que a pocos metros el mismo Palacio de Gobierno la venta de productos es evidente.
En Santa Cruz se enfrenta al municipio al no querer ingresar con su venta a los mercados, lo mismo ocurre en Cochabamba que cuando hay feria, los vendedores hormigas aparecen de todos los lados y deambulan en la Cancha y otros lugares con sus productos en las manos.
EN EL DÍA
Los ambulantes, han hecho de la ciudad un mercado, en el día recorren con sus carritos y se ubican en las esquinas o lugares poblados de ciudadanos y venden desde empanadas hasta ropa, cosméticos, dulces, queso, mermeladas, antenas y otros, hay también de los “vendedores-estantes” que utilizan su cuerpo para adosar productos y girar por donde deseen, los que venden relojes, y el ingenio continua en contra de las normas de la comuna. Para el colmo llegan mochileros del exterior entre argentinos, uruguayos, brasileños, chilenos y ocupan las esquinas del centro con exhibiciones “circenses” para recaudar fondos y logran sobrevivir, ya que son turistas que no vienen con dinero, por el contrario viven con estas dádivas de los ciudadanos de la región donde se encuentran.
POR LA NOCHE
Mientras que por la noche, la situación se profundiza, ya que el control del municipio desaparece y la invasión de los comerciantes ambulantes invaden las calles, la peatonal de la Pérez Velasco. Algo peor en San Francisco, donde “parcelearon” los espacios “tienen dueños” se trata de grupos que se dedican a contar chistes, payasos, bailarines que tiene reservados el lugar y virtualmente es imposible despejarlos si otro intenta ocupar el lugar. Son los mismos quienes protagonizan la ocupación de espacios, pero no es circunstancial. Agregar que a ese movimiento se suman las vendedoras de ropa, carteras, chompas usadas, hasta vendedoras de anticuchos que de repente, aparecen en cualquier lugar de las calles.
OTROS LUGARES
Metro Cuadrado efectuó una verificación por observación en el centro de la ciudad y se puede mencionar que los lugares más vulnerables, son la calle Comercio, Mariscal Santa Cruz, atrio de la Umsa, El Prado, San Francisco, Plaza Alonso de Mendoza, Eguino, Manco Kapac, Tumusla, Garita, Cementerio, calle Murillo. Mientras que al Sur, la 17 de Obrajes, Entrada a Irpavi en la calle 13 de Calacoto, El mismo puente de Calacoto, donde los vendedores ya se apostaron y normalmente aparecen entre la tarde-noche.
OCUPAN ACERAS, PLAZAS, PASILLOS
Gran parte de estos vendedores ocupan las aceras, plazas, pasillos, peatonales que son exclusivamente para el transitar de los ciudadanos, pero que también son responsables, porque adquieren productos en cualquier lugar de las calles. Muy probable que las limitaciones de la economía del país y la falta de fuentes de trabajo sean los motivos de esa “invasión” de vendedores informales y otros que eclosionan los espacios públicos. “Vendedores informales”, denominados de esta manera, representan una actividad económica paralela a la formal, pero que llegado el momento subsisten con la venta ante una disminución del poder adquisitivo, y una razón para desarrollar esta actividad, y donde la apropiación de la vía pública es vital. Representa un mecanismo efectivamente de sobrevivencia económica, que va en contra de las reglas oficiales, en consecuencia ilegal, gozando de cierta tolerancia por parte de las autoridades locales y nacionales, además exentas de las autorizaciones correspondientes o patentes vigentes.
ACERAS COLAPSADAS
La invasión y posesión de la vía pública como: peatonales, aceras, plazas, calles, pasillos, peatonales y otros, es un fenómeno acelerado que adquiere importancia por los efectos que causa como resultado de la convivencia entre los actores sociales que compiten por la utilización del espacio con diferentes propósitos. Por ejemplo en la avenida Apumalla, mercado Huyustus, donde venden muebles, invaden las aceras con su labor cotidiana y el peatón pasa entre medio de cables, tornos, andamios, soldadores, caso contrario en medio de cajones, venta de plásticos, fideos, harina, venta de frutas en el suelo. En la realidad, esa competencia enfrenta a los vendedores informales en vía pública y a los establecidos, pero llegado el momento y en “silencio” conviven, porque el dueño de casa o del frontis autoriza en muchos el apostamiento de los vendedores circunstanciales, bajo un pago diario. A eso añada el colapso vehicular y entonces el ciudadano termina esquivando a comerciantes o negocios que invaden las aceras, vendedores ambulantes, con carritos, el trasporte, para el colmo las aceras son tan angostas.
ESPACIOS
Se desplegaron una serie de medidas por parte de la comuna, pero que fracasa, ya que también el sostenimiento de control permanente a los vendedores es oneroso y que el mismo sale de los impuestos de los ciudadanos. En su momento de apostó por la reubicación de los vendedores, tampoco resultó, pero las coyunturas políticas, como los procesos electorales, se apostó a la tolerancia del comercio informal “A cambio del establecimiento de compromisos políticos con estos grupos; las instituciones reconocieron y permitieron la ocupación de la vía pública, pasando por alto el cumplimiento de algunas normas y recibieron apoyos económicos y en especie para concretar sus planes políticos”. Similar a lo que hace el gobierno actual con los movimientos sociales.
Además que los permisos, que supuestamente deben regular a los vendedores, en ciertos momentos se tornan herramientas de negociación de acuerdo con el interés del sector vendedor, que registran su valor: para los comerciantes, son la garantía de que poseen los derechos sobre el espacio público. Mientras que para las autoridades de la comuna, es la forma de manejar y dirigir a estos grupos con “fines políticos”. Sin importar si tiene permiso o es reprimido, este sector de la sociedad, por su crecimiento y los efectos que éste conlleva, ha ganado el reconocimiento como persona normal dentro su actividad y cotidiano de venta informal en las vías públicas frente a eso los guardias municipales perdieron autoridades o en todo caso son cómplices de tal situación.
Entonces para los vendedores ambulantes los espacios son una vía para negociar políticamente el reconocimiento legal. En consecuencia, encontramos que las reglas en cuanto a la utilización del espacio son negociadas entre los distintos actores echando mano del enfrentamiento, que pone en juego las representaciones y en el cual cada uno intenta imponer su visión. Al final no existe un ordenamiento en favor de los ciudadanos consumidores, que ingresan también en el juego de la informalidad…y el desorden está hecho. En Santa Cruz, hicieron mercados para los vendedores informales y formales, pero llegado el momento prefieren vender en las calles y no ingresar a los recintos, ya que el argumento es que no venden al igual que en las calles. Y mucho tiene que ver el ciudadano, corresponsable de adquirir productos de los informales.
La Paz de a poco se convierte en un “Mercado Persa”, si bien el municipio evita la invasión de los comerciantes ambulantes, sin embargo estos toman más espacios en el centro de la ciudad. Prueba de los que se dice es que a pocos metros el mismo Palacio de Gobierno la venta de productos es evidente.
En Santa Cruz se enfrenta al municipio al no querer ingresar con su venta a los mercados, lo mismo ocurre en Cochabamba que cuando hay feria, los vendedores hormigas aparecen de todos los lados y deambulan en la Cancha y otros lugares con sus productos en las manos.
EN EL DÍA
Los ambulantes, han hecho de la ciudad un mercado, en el día recorren con sus carritos y se ubican en las esquinas o lugares poblados de ciudadanos y venden desde empanadas hasta ropa, cosméticos, dulces, queso, mermeladas, antenas y otros, hay también de los “vendedores-estantes” que utilizan su cuerpo para adosar productos y girar por donde deseen, los que venden relojes, y el ingenio continua en contra de las normas de la comuna. Para el colmo llegan mochileros del exterior entre argentinos, uruguayos, brasileños, chilenos y ocupan las esquinas del centro con exhibiciones “circenses” para recaudar fondos y logran sobrevivir, ya que son turistas que no vienen con dinero, por el contrario viven con estas dádivas de los ciudadanos de la región donde se encuentran.
POR LA NOCHE
Mientras que por la noche, la situación se profundiza, ya que el control del municipio desaparece y la invasión de los comerciantes ambulantes invaden las calles, la peatonal de la Pérez Velasco. Algo peor en San Francisco, donde “parcelearon” los espacios “tienen dueños” se trata de grupos que se dedican a contar chistes, payasos, bailarines que tiene reservados el lugar y virtualmente es imposible despejarlos si otro intenta ocupar el lugar. Son los mismos quienes protagonizan la ocupación de espacios, pero no es circunstancial. Agregar que a ese movimiento se suman las vendedoras de ropa, carteras, chompas usadas, hasta vendedoras de anticuchos que de repente, aparecen en cualquier lugar de las calles.
OTROS LUGARES
Metro Cuadrado efectuó una verificación por observación en el centro de la ciudad y se puede mencionar que los lugares más vulnerables, son la calle Comercio, Mariscal Santa Cruz, atrio de la Umsa, El Prado, San Francisco, Plaza Alonso de Mendoza, Eguino, Manco Kapac, Tumusla, Garita, Cementerio, calle Murillo. Mientras que al Sur, la 17 de Obrajes, Entrada a Irpavi en la calle 13 de Calacoto, El mismo puente de Calacoto, donde los vendedores ya se apostaron y normalmente aparecen entre la tarde-noche.
OCUPAN ACERAS, PLAZAS, PASILLOS
Gran parte de estos vendedores ocupan las aceras, plazas, pasillos, peatonales que son exclusivamente para el transitar de los ciudadanos, pero que también son responsables, porque adquieren productos en cualquier lugar de las calles. Muy probable que las limitaciones de la economía del país y la falta de fuentes de trabajo sean los motivos de esa “invasión” de vendedores informales y otros que eclosionan los espacios públicos. “Vendedores informales”, denominados de esta manera, representan una actividad económica paralela a la formal, pero que llegado el momento subsisten con la venta ante una disminución del poder adquisitivo, y una razón para desarrollar esta actividad, y donde la apropiación de la vía pública es vital. Representa un mecanismo efectivamente de sobrevivencia económica, que va en contra de las reglas oficiales, en consecuencia ilegal, gozando de cierta tolerancia por parte de las autoridades locales y nacionales, además exentas de las autorizaciones correspondientes o patentes vigentes.
ACERAS COLAPSADAS
La invasión y posesión de la vía pública como: peatonales, aceras, plazas, calles, pasillos, peatonales y otros, es un fenómeno acelerado que adquiere importancia por los efectos que causa como resultado de la convivencia entre los actores sociales que compiten por la utilización del espacio con diferentes propósitos. Por ejemplo en la avenida Apumalla, mercado Huyustus, donde venden muebles, invaden las aceras con su labor cotidiana y el peatón pasa entre medio de cables, tornos, andamios, soldadores, caso contrario en medio de cajones, venta de plásticos, fideos, harina, venta de frutas en el suelo. En la realidad, esa competencia enfrenta a los vendedores informales en vía pública y a los establecidos, pero llegado el momento y en “silencio” conviven, porque el dueño de casa o del frontis autoriza en muchos el apostamiento de los vendedores circunstanciales, bajo un pago diario. A eso añada el colapso vehicular y entonces el ciudadano termina esquivando a comerciantes o negocios que invaden las aceras, vendedores ambulantes, con carritos, el trasporte, para el colmo las aceras son tan angostas.
ESPACIOS
Se desplegaron una serie de medidas por parte de la comuna, pero que fracasa, ya que también el sostenimiento de control permanente a los vendedores es oneroso y que el mismo sale de los impuestos de los ciudadanos. En su momento de apostó por la reubicación de los vendedores, tampoco resultó, pero las coyunturas políticas, como los procesos electorales, se apostó a la tolerancia del comercio informal “A cambio del establecimiento de compromisos políticos con estos grupos; las instituciones reconocieron y permitieron la ocupación de la vía pública, pasando por alto el cumplimiento de algunas normas y recibieron apoyos económicos y en especie para concretar sus planes políticos”. Similar a lo que hace el gobierno actual con los movimientos sociales.
Además que los permisos, que supuestamente deben regular a los vendedores, en ciertos momentos se tornan herramientas de negociación de acuerdo con el interés del sector vendedor, que registran su valor: para los comerciantes, son la garantía de que poseen los derechos sobre el espacio público. Mientras que para las autoridades de la comuna, es la forma de manejar y dirigir a estos grupos con “fines políticos”. Sin importar si tiene permiso o es reprimido, este sector de la sociedad, por su crecimiento y los efectos que éste conlleva, ha ganado el reconocimiento como persona normal dentro su actividad y cotidiano de venta informal en las vías públicas frente a eso los guardias municipales perdieron autoridades o en todo caso son cómplices de tal situación.
Entonces para los vendedores ambulantes los espacios son una vía para negociar políticamente el reconocimiento legal. En consecuencia, encontramos que las reglas en cuanto a la utilización del espacio son negociadas entre los distintos actores echando mano del enfrentamiento, que pone en juego las representaciones y en el cual cada uno intenta imponer su visión. Al final no existe un ordenamiento en favor de los ciudadanos consumidores, que ingresan también en el juego de la informalidad…y el desorden está hecho. En Santa Cruz, hicieron mercados para los vendedores informales y formales, pero llegado el momento prefieren vender en las calles y no ingresar a los recintos, ya que el argumento es que no venden al igual que en las calles. Y mucho tiene que ver el ciudadano, corresponsable de adquirir productos de los informales.
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