La 'cosmopolitización' de la ciudad
Así como la globalización requiere de la localización para existir, lo local nece-
sita de la internacionalización para desarrollarse; es decir, de articularse en red
mediante la generación de las condiciones de 'competitividad' (ubicación en el
mercado) y 'posicionamiento' (función en la red urbana y ubicación en el terri-
torio). Una y otra llevan a la 'cosmopolitización' de la ciudad, porque generan
radios de influencia interconectados8 en espacios cada vez más distantes, distin-
tos y discontinuos.
Frente a la continuidad espacial que generó la ciudad metropolitana en su
hinterland inmediato, hoy se percibe que la nueva ciudad tiende a manifestar-
se de manera ubicua en un espacio que no requiere de la existencia de conti-
nuidad territorial. En ese contexto, se percibe la proyección mundial de lo lo-
cal o, lo que es lo mismo, su internacionalización.
Un cambio de esta magnitud tiende a transformar el concepto de ciudad
y, también, de lo local. Se debe "tomar en cuenta no sólo una definición socio-
demográfica y espacial de la ciudad, sino una definición socio-comunicacional"
(García Canclini 1997:87), que conduce al concepto de ciudad informacional
de Castells (1997) o de ciudad global de Sassen (1999). De esta manera, se per-
cibe un cambio en la definición de ciudad, de un espacio enclaustrado en fron-
teras9 a uno articulado o interconectado en red o sistema.
El regreso a la ciudad construida
Contrario a lo anterior, es decir a la internacionalización, se observa un movi-
miento hacia el interior de la ciudad. El urbanismo fundado en la 'periferiza-
ción' y expansión urbana, entra en crisis, avizorándose su salida a partir de la
década de los noventa a través de lo que puede definirse como el retorno hacia
la ciudad existente. Este proceso se fundamenta en que:
La ciudad se caracteriza por la permanente construcción-reconstrucción;
esto es, que a la par que se produce también se reproduce.
La ciudad latinoamericana tiene la cualidad de ser joven pero con vejez
prematura. Joven por cuanto su desarrollo se produce solo a partir de la
segunda mitad del siglo pasado, pero en condiciones de pobreza extre-
ma; lo cual exige su mantenimiento, reposición y renovación constantes.
La disminución relativa de la presión demográfica, hace que en los proce-
sos de urbanización la cantidad ceda a la calidad.
De allí que se observe una mutación en la tradicional tendencia del desarrollo
urbano (exógeno y centrífugo), que privilegiaba el urbanismo de la periferia, a
uno que produce un cambio de dirección hacia la ciudad existente (endógeno
y centrípeta). De esta manera, pasamos de la urbanización de un espacio vacío
o plano, a la urbanización de un territorio configurado; esto es, de una urbani-
zación de lo urbano.
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