viernes, 26 de octubre de 2012

De las escaleras, su variedad, numero de gradas y magnitud de estas. - I

Débese poner gran cuidado en la construcción de las escaleras; pues no es poca la dificultad de hallar sitio á propósito para ellas, tal que no causen embarazo al resto del edificio. Se las buscará pues el lugar mas acomodado, cuidando de que no se hagan estorbo mutuamente las escaleras y las piezas. 
En toda escalera se necesitan tres aberturas: la primera es la puerta para comenzar á subir, la qual debe ser tan- to mas alabada, quanto esté mas á la vista de los que entran en la casa. Será muy de mi gusto si se coloca en prage á donde antes que se llegue se descubra la mas hermosa porcion de la casa; pues aunque esta sea chica nos parecerá grande. Y en suma, la escalera debe estar manifiesta, ó muy fácil de ser hallada. La otra abertura de las escale- ras son las ventanas que deben alumbrarla; y estas estarán en su medio, y altas, á fin de que la luz se derrame igual por todo. La tercera abertura es la que da entrada al quarto de arriba. Esta debe conducirnos á recibimientos espaciosos y bien adornados. En general, las escaleras serán loables si son anchas, claras y cómodas en la subida, de modo que conviden á ella. Serán claras si gozan de luz viva que se derrame igualmente por todo como llevo dicho. 
Serán bastante anchas quando no nos parecerán angostas y sofocadas, atendidas Lis calidades del edificio: pero nunca serán mas estrechas de quatro pies, á fin de que si dos personas se encuentran en ellas puedan darse paso libre. Serán cómodas á toda la fábrica quando baxo de sus tramos queda sitio para guardar algunas cosas necesarias: y á las personas lo serán si la subida no es agria ni dificil. Por lo qual su longitud será el doble de su altura. Los escalones ó peldaños no se deben hacer mas altos de seis pulgadas; y aun si fueren algo mas baxos, en especial en las escaleras largas y continuadas, las harán mas suaves, por lo menos que se fatigarán los muslos al doblarse subiendo: pero nunca se harán mas baxos de quatro pulgadas. Su anchura no debe ser menos de un pie, ni mas de uno y medio. 
Los antiguos acostumbraron hacer impar el numero de los peldaños, á fin de que comenzando á subir un tramo con el pie derecho, se terminase con el mismo. Esto se tenía por augurio feliz singularmente quando subian al templo. Asi, el numero de peldaños ó gradas no pasará de once, ó á lo mas trece. Si llegando á esta altura se hubiese de subir mas, se hará un llano que se llama descanso, para que en él reposen los débiles y fatigados con la subida. También aprovechan los descansos para que se detengan en ellos algunas cosas que pueden caer de arriba rodando por los escalones.

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