martes, 30 de octubre de 2012

De los cubiertos y tejados.

Conducidas las paredes á su competente elevación y cerradas las bóvedas, hechos los enmaderamientos de los altos, acomodadas las escaleras y demás cosas arriba tratadas, es necesario labrar el cubierto, el qual abrazando todas las partes inferiores del edificio, y cargando su peso igualmente sobre las paredes, viene á ser como un vínculo de toda la obra; y demás de proteger de las aguas, nieves, soles y hume- dades de la noche á los habitantes, es todo el auxilio de la fábrica sacando fuera las lluvias, que de otro modo serian toda su ruina. Los primeros que edificaron, según cuenta Vitruvio, hicieron llanos los cubiertos de sus chozas; pero cayendo des- pues en la cuenta de que no podían asi resistir á las lluvias, obligados de la necesidad, comenzaron á construirlos de caballete, esto es, elevados en su medio. Estos caballetes ó cumbres se deben hacer mas ó menos elevados según el país en que se fabrica. Asi, en Alemania por las muchas nieves que caen se hacen muy agudos los caballetes, y la techumbre se cubre con tablazón de madera ó con teja delgada; porque si se construyesen con otros materiales los arruinaría el peso de la nieve. Nosotros que vivimos en países mas templados, debemos elegir la elevación de caballete que haga mas agradable el cubierto por la bella proporcion y forma, y vierta las aguas expeditamente. Para conseguirlo se dividirá la anchura de lo que ha de ocupar el techo en nueve partes; dos de las quales se darán á la elevación del caballete en su punta: pues si se hace por un quarto de su anchura, será el caba- llete y techo muy empinado, y las tejas ó ladrillos no podrán asegurarse bien; y si se hace por un quinto será muy llano, y los materiales y nieves los agravarán de- masiado. Está muy en uso hacer canalones al rededor de las casas, en los quales viertan las aguas los tejados, y son conducidas por tubos lejos de las paredes. Estas canales deben llevar sobre sí pie y medio de pared, la qual ademas de tenerlas aseguradas, defenderá el maderage del cubierto de las aguas que pudiesen perjudicarle. Varias son las formas de entramar el maderage del cubierto. Quando las paredes internas suben á sostener los maderos se disponen fácilmente. Esto es muy de mi gusto, porque asi las paredes externas no padecen, y porque aunque se pudra el ca- bo de algún madero el cubierto no tiene peligro.

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