Escogido lugar alegre, ameno, cómodo y saludable, debemos atender á su elegante
y útil repartimiento. Dos especies de fábrica se requieren en el campo, una para vivir el dueño con su familia, otra para guardar los frutos y estar los animales del campo. Por esta razón se debe distribuir el sitio de modo que no se estorben mutuamente. El quarto para el dueño debe construirse con respecto á la familia que necesita y
á su estado, y toda la obra será por el estilo de las casas urbanas, según las describimos arriba. La demás fábrica para las labores campestres serán según fueren las po-
sesiones y animales: pero todo contiguo al quarto del amo, para que este lo pueda
andar sin salir al descubierto en tiempos lluviosos, frios y destemplados. Los cubier-
tos serán también útiles para guardar madera, leña y otras mil cosas precisas al cam-
po , las quales se corromperían expuestas á soles y lluvias. Ademas, que serán de
mucho adorno para lo demás del edificio.
En su distribución se tendrá cuenta en que se puedan acomodar sin estrechez los
colonos, los animales, las cosechas y los instrumentos rústicos.
Los quartos del Administrador, del mayoral y de los trabajadores deben estar en parage acomodado, y
prontos á la puerta y custodia de la casa. Los establos de las bestias de labor, como
bueyes ó caballos, deben estar apartados del quarto del dueño, para evitar los hedo-
res del estiercol y demás inmundicias; y se colocarán á la parte mas calorosa y cla-
ra. Los corrales para los animales fructíferos, como cerdos, ovejas, palomas, gallinas
y semejantes se situarán al tenor de sus respectivas calidades y naturalezas, procu-
rando observar la costumbre de otros países.
Las bodegas deben ser subterráneas, cer-
radas, lejos de todo estrépito y malos olores, con luz de oriente ó norte; pues to-
mándola de región cálida, el mismo calor del sol debilitará los vinos. Su suelo se pa-
vimentará con declive hácia el medio, sea de hormigón, sea embaldosado, porque si
se derramase el vino, podrá todavia recogerse. Los vasos en que hierve el mosto esta-
rán en cobertizos que habrá junto á la bodega, y tan elevados que sus espitas esten
algo mas altas que el agujero superior de las botas ó pipas, para que se pueda trasegar
el vino á ellas por cerbatanas de cuero ó por canales de madera.
Los graneros deben tomar luz de norte para que no se recalienten los granos,
sino que refrescados con el ayre septentrional se conserven largo tiempo, y no crien
»« gorgojo. Su pavimento debe ser de terrado " si se puede, y si nó, de tablage; pues la
obra de cal corrompe el trigo. Las demás cosas también se deben guardar á la parte
del norte por la misma causa.
Los heniles mirarán al mediodía ó poniente; pues asi
resecados del calor, no habrá peligro de que se cuezan y enciendan por sí mismos.
Las herramientas y demás instrumentos del campo estarán á la mano y á cubierto á
la parte de mediodía. La era de trillar las mieses debe estar bien expuesta al sol, ser
espaciosa, estar bien apisonada y algo elevada en su medio. Todo al rededor, ó por
lo menos á un lado debe tener cobertizo, para que si lloviese repentinamente pue-
dan los granos librarse del agua. No debe estar muy cercana al quarto del dueño por
causa del polvo; pero ni tan apartada que no la divise.
Esto baste en general acerca de la elección del sitio y su repartimiento. Re'stame
ahora dar los dibuxos de algunas fábricas como prometí arriba, executadas por mí en
el campo, por varias invenciones y en diversos tiempos.
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