jueves, 31 de enero de 2013

Algunas reflexiones para la definición de una estrategia de intervención en la ciudad histórica - IV

7. Pero, ¿cuáles deberían ser los criterios para diseñar una estrategia de inter- vención que persiga la integración de las acciones? En los apartados que siguen se ofrecen algunas reflexiones que pueden ser de utilidad a esos propósitos, es decir para el diseño de una estrategia de intervención inte- gral. Debe advertirse de nuevo que aún existiendo principios que podrían considerarse como universales, el diseño es una cuestión local, es decir que debe contemplar las circunstancias propias de la realidad sobre la que se va a intervenir. Pero, en cualquier caso, puede propugnarse que la solida- ridad, la participación, el consenso y la sostenibilidad, deberían ser los ejes de la estrategia de intervención y la imaginación estar presente en el dise- ño de las fórmulas concretas.
8. Una primera cuestión, de capital importancia, se refiere al dominio de lo político o mejor de la decisión o la voluntad política. Esto quiere decir que la decisión de intervención debe ser expresada con claridad y que de- be manifestarse también el carácter que va a tener esa intervención. Y en este aspecto deben apuntarse algunas cuestiones de relevancia. Si la pretensión es la diversidad de objetivos y la integración de las accio- nes se hace necesario el consenso, el pacto, entre los diversos agentes in- tervinientes, públicos y privados. Aún cuando el motor o el papel de lide- razgo deba corresponder a la administración pública con el mayor prota- gonismo posible de la administración local, sería un gran error, fatal para la viabilidad de las actuaciones, pensar que es ésta quien debe ejecutar las acciones bajo su exclusiva atribución económica o social. Es imprescindi- ble el consenso, el acuerdo sobre los objetivos y los modos de conseguir- los, entre el sector público y los privados (empresarios, financieros, pobla- ción residente a través de sus organizaciones representativas). Pero este acuerdo debe alcanzar también a los propios departamentos de la administración pública. La corresponsabilidad administrativa forma parte también del consenso y no es en modo alguno una cuestión menor sino garantía de un buen diseño y una buen ejecución.
9. Las decisiones en el dominio político deben contemplar la posibilidad de que, a efectos de una gestión más ajustada y eficaz de las actuaciones, ha- ya que introducir cambios, vía desconcentración o descentralización, en la estructura político-administrativa de los departamentos de la administra- ción pública en relación con la puesta en ejecución del plan. Es un asun- to que, naturalmente, puede ir ajustándose durante la ejecución, pero de- be partirse de una propuesta inicial.

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