viernes, 8 de marzo de 2013

La arquitectura japonesa recupera antiguos valores



La arquitecta japonesa Maki Onishi (30) ofreció ayer una charla en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) sobre la arquitectura de su país y explicó que hay un intento para recuperar los valores tradicionales.

La profesional, que cuenta con una maestría en diseño de la Universidad de Tokio, llegó esta semana a La Paz para ofrecer dos charlas y compartir su experiencia con sus colegas del país. La segunda sesión se realizará a las 19.00 de hoy en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) y abordará la forma en la que los arquitectos japoneses enfrentaron las tareas de reconstrucción de las ciudades destruidas por el tsunami del 11 de marzo de 2011.

En una conversación con La Razón, Maki Onishi explicó que la idea de recuperar los principios de la arquitectura tradicional nipona pasa por comprender la naturaleza humana y sus sentidos. Oír, sentir, mirar, oler y escuchar.

“En la arquitectura moderna, con espacios cerrados y aire acondicionado, la naturaleza ya no participa. En la arquitectura antigua, la tradicional japonesa, uno entra sin calzados, uno siente la suavidad del piso, el aroma, la frescura del aire que entra por las puertas. Eso es lo que nos estamos olvidando y yo quiero recuperar para la arquitectura”, afirmó.

Onishi vino con el respaldo del Fondo Japonés Internacional en el marco de una gira, que además de Bolivia, incluyó a Chile y Venezuela. Ayer apenas pudo pasear un poco por La Paz y se mostró interesada por la manera en la que la arquitectura se ha combinado con la agreste topografía.

“Justamente, creo que en Bolivia tiene sus tradiciones antiguas, creo que hay mucho que recuperar”, puntualizó la profesional que esta noche contará alguna de las lecciones aprendidas tras el poderoso tsunami del 11 de marzo de 2011 que dejó 15.845 muertes.

“Muchos arquitectos japoneses se han reunido justamente para buscar la forma de recuperar todas las pérdidas provocadas por el tsunami. Precisamente quiero hablar sobre esos trabajos que estamos realizando”, explicó la especialista nipona luego de asegurar que el fenómeno golpeó “una zona muy bella” de Japón, donde es posible engranar el diseño moderno con el entorno natural. 

“Los habitantes de esos lugares siempre han vivido con el mar, las montañas, la naturaleza. Más que nosotros ir a ayudarles a ellos, ellos nos están enseñando cómo convivir con la naturaleza”, dijo y precisó que la reconstrucción se hace con la participación de la gente.

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