viernes, 9 de agosto de 2013

Patrimonio arquitectónico del siglo XVIII

Las calles de la ciudad de La Paz, son una sorpresa constante, pues de repente por la mañana y noche aparecen los habitantes de sus domicilios, en especial en el centro histórico, porque gran parte de los patrimonios arquitectónicos se han convertido en complejos turísticos; algunos edificios son republicanos y tal vez muy pocos de la colonia, dentro de esos pocos y que en todo caso son particulares, pudimos encontrar una de esas casas a dos cuadras de la Plaza Murillo en dirección a la iglesia de San Francisco, la casa contaba con tres caballerizas en su tiempo, hoy está metido entre edificios que fueron construidos alrededor, incluso la propiedad fue dividida en partes para su venta y hoy tiene dos dueños, porque en una tercera parte ya fueron construidos edificios lineales y sin forma alguna.

Entre las que quedan, una parte fue denominada como el Alicanto y el otro Pan de Oro, el primero era efectivamente un restaurante, aunque en los últimos años está cerrado y se conoce que fue intervenido hace poco.

La otra, es la casa Pan de Oro, denominada de esta manera por los nuevos dueños y que dentro de poco será convertida en un Hotel-Boutique, por su estilo arquitectónico y que hace poco su infraestructura fue intervenida.

Pocos datos hemos podido rescatar de esa preciosa casa, que según se pudo averiguar tenía dos entradas una por el sector de la Pérez Velasco y otra por la calle Genaro Sanjinés, contaba con tres patios; destinado a caballerizas y por la extensión original se puede deducir que fue una hospedería posiblemente de los españoles para visitas o forasteros o quizás se utilizaba como dormitorios para los ejércitos realistas, con una construcción muy propia de la época.

Metro Cuadrado, en este número refleja y describe esta casa, llena de elementos interesantes y averiguamos que destino correrá este bien patrimonial de la ciudad, que con gran criterio fue intervenida hace poco (refaccionada) manteniendo en lo posible el concepto arquitectónico.

El inmueble está ubicado en el centro histórico de la ciudad de La Paz, sector que según documentos fue planificado en 1558 por el Alarife Paniagua, durante la administración del Corregidor Ignacio Aranda.

El patrimonio arquitectónico data del siglo XVIII, siendo una expresión arquitectónica colonial del primer periodo de la República, cuyos ideales independentistas y reafirmación de valores nacionales se reflejaron en profundos cambios sociales y filosóficos plasmados en el espacio edificado.

"Su presencia física años después, se constituye en un ejemplo para la ciudad, además de ser un contenedor de estratigrafías históricas que modificaron la imagen del inmueble pero que se constituyen en un testimonio material de su evolución arquitectónica e histórica", dice un informe de la Unidad de Patrimonio Material y Natural del municipio.

José Antonio Rodríguez Rojas, es el último dueño del Pan de Oro y la primera pregunta que le lanzamos, fue ¿cuál era la razón para haber adquirido un "casa vieja"?

"El afán primordial para encarar este tipo de trabajo, es que hay que rescatar el patrimonio cultural de la ciudad para que perdure en el tiempo y con ello incentivar el turismo y mostrar sus monumentos y el quehacer de un pueblo. Obras como estas, quedan muy poco en La Paz y en algunas son los mismos propietarios que no conservan estas viviendas y tal vez para muchos es mejor destruirlas y edificar nuevas construcciones y que rente dinero. Ahora, estos patrimonios antiguos son perdurables a futuro, porque año que pasa se valora más, por su estilo y las nuevas generaciones podrán disfrutar de la casa como este Hotel-Boutique", afirma.

La primera impresión que tuvimos con esta infraestructura es encontrarse con la historia, por las imágenes de la colonia, que nos remonta a tiempos pasados, porque la arquitectura muestra la forma de vida de esos años y sus pensamientos en la obra.

INTERVENCIÓN A LA CASA

Rodríguez, relata que junto al arquitecto se pudo, conservar la casa colonial, "él es un experto y ha logrado realizar buenas obras en la ciudad, tanto en el detalle como en conjunto de las refacciones que se realizaron".

Los ambientes fueron intervenidos con material original y en algunos casos son similares, ya que a nuestros años se perdieron algunos o caso contrario ya no lo hacen en el medio y quedó en el olvido. "Hemos tratado de que no se recienta el contexto tanto de materiales y su contextura por ejemplo; decidimos cambiar el piso de piedra, sin romper el entorno, porque estaba totalmente deteriorado a eso se incorporó algunos elementos para darle mayor confort visual, cuidando que no se tenga un cambio brusco y destruya su arquitectura".

La mayoría de las paredes son originales y dos o tres han sido adelgazadas, para ganar espacio, pero sin afectar la estructura, porque estas paredes son enormes. Mientras que las puertas de pino fueron refaccionadas en su integridad, pero son originales, excepto unas pocas que hemos incorporado. "Usted sabe que este material es duro y perdura en el tiempo".

Sobre las habitaciones fueron adaptadas a la función que cumplirá dentro de poco y se pretende que refleje la época de la casa.

Respecto del alcantarillado, se tuvo que crear uno nuevo, ya que al anterior no era de los mejores "eso si, hemos adaptado con material moderno a las necesidades, es lo más importante, ya que si esto va a ser un Hotel. Entonces las evacuaciones deben funcionar a la perfección.

La cubierta fue cambiada, en parte, el resto se mantiene con tejas, aunque lo interesante del tema, es que en los cielos rasos se mantuvo el trenzado y amarre de cuero de vaca o cabra con cañahuecas o varillas largas, sectores que fueron fumigados para evitar que las termitas hagan un festín.

Tratando de conservar la cubierta, se reforzó, buscando el mismo material como tejas e incorporamos calaminas por lo liviano, evitando la sobrecarga en la estructura.

ARCOS TALLADOS

Aunque esta casa Colonial es la mitad del total que quedaba, dividida en dos, la otra mitad tiene otro propietario y virtualmente existe una pared entre ambas propiedades, que en realidad fue una gran aberración hacer este tipo de partición. Según parece, el propietario anterior vendió el bien patrimonial por partes.

Cuando ingresamos a la casa, por la calle Genaro Sanjinés, solo pudimos observar la mitad de la casa colonial y la otra tiene otro dueño, que visto de arriba también fue intervenida por el mismo arquitecto la casa denominada El Alicanto.

En la entrada se tiene algo así como un patio con un techo transparente, sin embargo resaltan los arcos de piedra talladas con imágenes exquisitas "ahora algunas piezas han sido cambiadas, tratando que gran parte mantenga su originalidad, porque tiene un valor impresionante, la piedra es granito y este material no hemos podido conseguir, hemos tenido problemas para adquirir. Primero que nada donde se labra la piedra está muy lejos de la ciudad de La Paz, recurrimos algunos más cercanos para comprar, pero fue una búsqueda que valió la pena".

Entre los materiales utilizados son el cemento para reforzar los sectores débiles, en un mínimo porcentaje como las gradas "ese elemento es nuevo, pero se tuvo que hacer para darle cierta funcionalidad al trajín que podría tener los ambientes y no había otra salida teníamos que conectar la parte alta que también está extendida en los 500 Metros Cuadrados y tiene 18 habitaciones, distribuidas en dos plantas".

El hotel que dentro de poco será inaugurado, tendrá una particularidad de organizar eventos sociales y culturales con toda la tecnología actual.

UNA FACHADA SENCILLA

La fachada es muy sencilla, pero esconde un tesoro, porque las obras que se tiene por dentro son hermosas "es algo así como un libro, dicen que una obra, no se la puede calificar por la cubierta sino por el contenido", sostiene.

La gente que transita por la calle Genaro Sanjinés, no la ve como espectacular, pero al ingresar la impresión es totalmente diferente, porque gran parte de las paredes son de adobe y piedra e incorporaron algunos elementos para darle mayor funcionalidad.

Para la restauración de estas casas, "se tiene que pensar que no es rápido, demora y no es como hacer nuevas construcciones. Además se tiene que cuidar muchos los detalles, día que pasa aparecen nuevos desafíos, porque comprendemos que en casa está la historia de nuestros antepasados".

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