martes, 19 de noviembre de 2013

Hormigón, piedra, madera y vegetación


Un portón de piedra y amplio es la presentación directa en la entrada, cóncavos y con espacios que demuestran donde se puede realizar muchas actividades, pero en especial como una casa de descanso, al parecer ese fue el criterio de la construcción de esta casa de campo, ubicada en Piñami de Cochabamba.

Los ambientes libres, se muestran típicos del valle, pero en pequeñito, debido a que en sus espacios aparecen ambientes con vegetación y arboles dispersos, aunque se advierte que el arquitecto planificó las construcciones en función a la ubicación de los grandes árboles ubicados a lo largo de la superficie.

En la entrada uno puede notar la facilidad de acceso y una pequeña cascada de agua le da la bienvenida, donde los peces pasan desapercibidos, ya que las matas cubrieron el agua, casi en su totalidad.

A diferencia de La Paz, donde muy pocos terrenos son planos, la ubicación de esta construcción es totalmente plana y donde la estructura es mixta con columnas de hormigón, vigas de madera en la cabañas y la incrustación de piedra en el frontis, sin dejar de lado la vegetación que domina y hace que la arquitectura se pierda, como concepto, sin embargo, cuando uno observa al detalle, recién se da cuenta que cada elemento para ser ubicado se tuvo que mover en función a la vegetación, de ahí el éxito de la vistosidad, logrando ganar la pasividad del ambiente, aunque se irrumpe con la presencia de los visitantes.

En el interior de ese orden modular, tan preciso; la ocupación alterna ambientes cerrados, ambientes de descanso antes de ingresar a las habitaciones que estas ocupan una parte de la superficie. Además establece la relación sobre el valle la estructura ofrece un eslabón y pasa a integrar los recorridos de trazado orgánico de algo así como un parque alrededor de una piscina un tanto irregular y donde uno puede encontrar la satisfacción de una atención directa.

Varios espacios son cubiertos por la vegetación, pero no desdice el entorno, por el contrario refuerza los callejones que unen los ambientes de tal forma que la copa de los árboles cruza el patrón geométrico, aumentado la ambigüedad entre la naturaleza y el artificio.

La solución de la casa campestre también juega con la disolución de los límites entre dentro y fuera, la alternancia de espacios abiertos y cerrados torne tenues y porosos los límites de la construcción.

Si la casa se funde con el terreno, sin embargo las construcciones se elevan del suelo, pero no por un deseo mantener la naturaleza intocada. En medio del paisaje pasivo. Mientras que la construcción ofrece un plano totalmente horizontal y un padrón geométrico lineal con espacios de descanso inversos.

La tensión entre el artificio y la naturaleza esta activada por una serie de opciones que yuxtaponen, superponen y mezclan construcción-terreno. En la vinculación lateral de la estructura al suelo como el colocado de piedras que crean una suave transición de la topografía plana.

En apariencia la construcción, refleja la tendencia de una arquitectura contemporánea en base a lo existente, innovando entre dos elementos con el material en una intervención que se advierte, fue en base al servicio que cumple los ambientes, un hotel.

Ahora hay que reconocer que el fondo y la figura se mezclan en la creación de un nuevo paisaje, siendo que las características naturales son destacadas y enfatizadas.

En los paisajes construidos, las intervenciones contemporáneas asumen partido de la contraposición abrupta entre lo nuevo y mimetizarse en el paisaje, entre ordenado y espontáneo de manera asemejada, como buscando explorar el contraste entre naturaleza y artificio, tanto por la precisión geométrica y por la ubicación de los jardines que la final vinieron a ser complementarios a los árboles altos y también enredaderas.

Los espacios entre las plataformas de hormigón muestran la intención de continuidad espacial en los ambientes, además y como decíamos en una condición espacial horizontal, reflejando una continuidad y fluidez que traslada al restos de los espacios, por cuanto se puede decir que los elementos están conectados en expansión y prolongación en relación al paisaje que virtualmente asume un dominio con la arboledas.

Se trata de una casa de descanso flexible, donde los eventos al parecer fluyen con aberturas de madera en gran parte de los ventanales de las cabañas, multiplicando o dividiendo sus espacios interiores, donde la principal actividad es la del esparcimiento, se puede decir que es un arquitectura fugaz desde el punto de vista de la permanencia en el espacio.

Está dicho que es una construcción extendida con hormigón, parte de ella revestida en piedra y rodeada de árboles de eucaliptos, pinos, en un terreno plano.

El paisaje entonces es el límite material el que promueve el desarrollo de las actividades de reunión de los visitantes, en un caso singular de relación entre la disposición y la distribución de los límites espaciales, respecto al paisaje, pues cada trayecto de recorrido, enmarca situaciones próxima y lejanas.

En la lectura de la obra, el diseñador es seguramente la articulación de los espacios intermedios, donde los visitantes puedan disfrutar de la naturaleza, que es lo que llama la atención y no donde uno se sienta puede advertir nuevas imágenes no son repetitiva; eso la hace de un valor visible y no tangible.

Uno de los aspectos que destaca es la superficie en la cual esta situadas las obras por lo menos dos manzanos, son los que se constituyen en áreas de atractivo para los visitantes, aunque hace homenaje al valle cochabambino, que por supuesto estimula la curiosidad de las personas, aún más cuando se trata de aprovechar la vegetación, combinada con los espacios de recreación y entretenimiento y con salones pueden ser utilizados de manera funcional.

En Cochabamba han proliferado este tipo de casas campestres, aunque no repetitivos en su arquitectura, por el contrario, ricos en variedad de construcción.

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