miércoles, 18 de febrero de 2015

“Cholets”, arquitectura de complementariedad

Las culturas varían, innovan, crean, según contextos y circunstancias, de acuerdo a ciertos arquetipos y/o modelos mentales previos. Las culturas no sólo incluyen, lo que les ofrece el entorno, sino que también lo metabolizan según las reglas de su propia sintaxis.

He aquí otro caso de complementariedad entre el Capitalismo Occidental y la Reciprocidad Andina: “Los Cholets”, la nueva arquitectura andina.

En medio del caos positivo de la ciudad de El Alto sobresalen por su volumen y altura sofisticados y coloridos edificios. Los Cholets, construcciones que combinan la necesidad y el pragmatismo capitalista occidental, con abundancia y la Reciprocidad Amerindia.

Desde el 2006, tras la toma del poder de Evo Morales (primer gobernante indígena), y el ascenso de la economía boliviana surgen estas construcciones; el autor Freddy Mamani Silvestre, quien ha construido hasta la fecha más de 150 edificios de estas características afirma que “los tonos brillantes de verde y amarillo que empleo son los colores que representan la prosperidad y la esperanza”.

Los cholets no son sólo casas para vivir, la planta baja es un salón lujoso de fiestas, en los pisos superiores hay departamentos o galerías comerciales y en la terraza un Chalet que sirve de vivienda a los propietarios, he de ahí el nombre de “Cholets”.

Cabe resaltar que al autor de estas construcciones pide por respeto no llamar “cholets” a la arquitectura andina: “Siento que algunos se refieren de forma despectiva, el diseño se hace en la ciudad de El Alto, que tiene raíces culturales andinas; entonces, no podemos llamar “cholets”, “choletito”, “coetillo” y no sé qué otros denominativos más dan. Como precursor del diseño, que tiene su propia identidad, el estilo se llama Arquitectura Andina de Bolivia, que surge en la ciudad de El Alto”, declara.

ARQUITECTURA

Este nuevo estilo de arquitectura llamó la atención de propios y extraños (empresarios, turistas, investigadores, cineastas, antropólogos, sociólogos, etc.). Es así que junio 2013 a iniciativa de la agencia de viajes Gastón Sacaze se crea la primera ruta turística de la arquitectura chola en La Paz y El Alto. En febrero de 2014 la italiana Elisabetta Andreoli publica el libro llamado “La arquitectura de Freddy Mamani Silvestre”, generando con esto una escalada de documentales y un sinfín de publicaciones nacionales e internacionales.

Con estos antecedentes analicemos este fenómeno desde una perspectiva ontológica. Hablando en términos filosóficos los aymaras atraviesan diferentes niveles de la realidad, se equiparan como semejantes e interconectados a espacios como: el campo (la chacra) y la ciudad (el Khatu).

En ese sentido, “El Cholet”, es incluido en redes de relaciones y de comunicación con la gran familia cosmobiológica andina y esta relación no es capitalista, pues no es occidental patriarcal monoteísta; es animista: no conoce la separación Sujeto/objeto. Todo tiene vida.

La casa (Uta) no puede estar estática o muerta, tiene vida, debe bailar, moverse entre la comunidad, servir a los suyos, generando interés y acumulación de capital para toda comunidad.

Pues el Capitalismo se basa en el postulado patriarcal de la escasez y la deuda, y la Reciprocidad en el postulado matriarcal de la abundancia y la variedad de lo necesario. Generando un tercer incluido: compartir la abundancia del capital.


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