viernes, 24 de enero de 2014

El croquis tiene alma y vida

Es un dibujo que sintetiza rápidamente una idea, una observación o un problema. Para los arquitectos, el croquis tiene el propósito de registrar una realidad.

Los profesionales afirman que por la velocidad del croquis pierden el registro que hacen del cuerpo humano, además de perder las referencias de las medidas de la ciudad y según el maestro Juan Carlos Calderón se está perdiendo la escala humana y solo queda el tiempo. Una cuadra se mide en minutos y pese a todo, estos elementos aún se pueden detener el tiempo en un croquis, pese a la velocidad en la cual vive el ser humano

Otros autores consideran que el croquis o bosquejo es una forma de tomar un registro sensorial, como algo así, que la hoja está en blanco, pues es la imagen mediante la observación dibujada y es como dar referencia a esa amplitud de lo que uno ve.

CROQUIS A LA VELOCIDAD

Estos croquis acotan, dimensionan, además de darle un rango de medida, concluyendo en una escala.

Pues realizar croquis a la velocidad es estar en sintonía de algo que detiene en el tiempo y el mismo no se repite en la igualdad, porque expresa el entorno que diariamente vemos y que a falta de un tiempo más detenido de contemplación, que llegado el momento es lo único que tenemos como referencia de la escala humana.

Bosquejar, no solo es el registro de la ciudad misma, es lo nuestro y de ver de una manera el contexto. Es la imagen del croquis a la velocidad es con un tiempo de la "totalidad simultánea".

"Las personas, los entornos, los movimientos en derredor, son suprimidos. Sólo un Fugaz golpe de mano, imprime lo más preponderante de nuestro ojo y cerebro registro, del paso raudo del objeto. Del paso raudo de la ciudad". El croquis es donde la secuencialidad de instantes en velocidad queda registrada de forma simple y abstracta. En resumen es el registro de la construcción de observar de la ciudad.

HORIZONTAL Y VERTICAL

La ciudad crea un ritmo espacial a lo largo de su constante presencia. Pero el croquis es por momentos, así que la mirada y el dibujo salta entre hitos que bordean una avenida. Formas verticales a lo largo del recorrido, como parecen perfilados en los dibujos. Es lo que se registra. En la continuidad de formas y órdenes horizontales dibujados, cobran más fuerza los trazos verticales los edificios de nuestra ciudad.

"Los edificios hablan con más fuerza su propia y orgullosa verticalidad, se suceden armando un ritmo. Así, en cada momento y lugar de esta ciudad en velocidad, no es la que percibimos en los minutos que pasa, sino en ese ritmo vertical, que está acompañándonos, mientras unos recorre sus vías y aquí surge una interrogante ¿creen que los habitantes reconocen su ciudad, su centro, y la fila de edificios agrupados, visible al vuelo del pájaro?".

Qué más lógico y cuantificable para un habitante en velocidad, el medir de la extensión de su ciudad en los hitos verticales y equidistantes reconocibles, que nos van marcado los momentos y las distancias, en una suerte de trama tridimensional.

Y aunque La Paz es una ciudad desequilibrada e irregular en sus construcciones, sin embargo el ciudadano tiene una herramienta de referencia y por ende puede establecer una nueva relación de escala con su ciudad, se dirá que esta reflexión no agrega nada nuevo a los discursos de la ciudad y la relación con la vertical del edificio. Y es verdad. Pero esta no nace de un discurso leído o aprendido. Nace de las experimentaciones de los sentidos y del "registro" del croquis, próximas a nuestro cuerpo.

EL CROQUIS ES LA

REPRESENTACIÓN GRÁFICA

La presentación gráfica es el instrumento fundamental que los arquitectos utilizan en el proceso de diseño de un proyecto. Hoy en día, además de expresiones tradicionales como el croquis, los esbozos, los diagramas y los planos. Existen otras herramientas encaminadas a mejorar la visión gráfica o a generar nuestro puntos de vista en la representación de la arquitectura, como los modelos digitales y los fotomontajes.

El croquis incluso puede reflejar el carácter de su autor, sus referente, su personalidad y su estado de ánimo. También cabe la posibilidad de considerar el croquis como una obra de arte en sí mismo, en términos de composición, color y textura.

El croquis es un dibujo que sintetiza rápidamente una idea, una observación o un problema. Para los arquitectos, el croquis tiene el propósito de registrar una realidad y a la vez, proponer sobre ella; es por eso que el croquis aparece durante las etapas de una obra, desde la selección de sus condicionantes, la observación del terreno, donde reemplazará -equivalente a un rápido levantamiento de información- y las particularidades del programa requerido, hasta la primera concepción del proyecto, la revisión rápida de alternativas y su concepción material y constructiva. En la etapa de propuesta, y a pesar de las variadas herramientas de visualización, digital con la que contamos hoy en día, el croquis aun conlleva una frescura e inmediatez, que seduce.

EL MAESTRO

Metro Cuadrado, como en todas sus publicaciones y profundizando este tema, acudió a un maestro de la arquitectura boliviana y connotado, justamente en edificios que hoy son hitos de la ciudad como el Palacio de Comunicaciones, el Hansa, edificios del BID o la CAF y otros que son los recientes y últimas construcciones del arquitecto Juan Carlos Calderón, que en esta primera parte, hacemos conocer sus criterio, sobre algo que está a punto de desaparecer, el croquis.

El profesional vive en un lugar que virtualmente es paradisiaco, la plaza Isabel Católica que está cubierta de edificios y reflejos que cambian cada segundo, provocados por el sol, sombras y la noche, que permiten visualizar el cielo o la nubes como algo que fuera simplemente para ese lugar.

Sencillo en su forma de ser, además de mantener una línea de arquitectura que muy pocos aún mantienen, nos recibió en su domicilio, más renovado de la última vez que los vimos, ya preparado ante la anunciada entrevista, había sacado del baúl muchos croquis de su labor, colocado en una mesa, aunque confiesa que aún quedan miles de bosquejos que hiciera durante la vida de arquitecto.

Cuestiona a los arquitectos que no utilizan el lápiz y papel para expresar sus ideas y que el mismo es más importante que construir, ya que ahí nace o por lo menos comienza gatear un proyecto que cualquier usuario lo pida.

ES EL PRIMER PASO

Calderón, sostiene que en la arquitectura, el croquis es el primer paso a diseñar un edificio uno recibe el proyecto y comienza digerir de que se trata y como se hace. "Uno empieza a garabatear en cualquier lugar, como en una reunión aburrida y el cerebro comienza trabajar. Este es el primer paso y el siguiente el croquis se vuelve más sólido yéndose a la posibilidad de ver como puede ser el proyecto en croquis, que al final es un bosquejo en resumen.

Pero el bosquejo puede llegar a una etapa donde se consolida o muestra de cómo será el edificio por medio de una ilustración y ahora se está utilizando mucho la computadora para los que no saben utilizar su mano y el lápiz. Esto le quita el mérito a los arquitectos, pues la computadora se vuelve en el jefe y el arquitecto en dibujante, siempre he insistido en utilizar el papel y el lápiz hasta una edad avanzada de mi profesión y los diseños los he mostrado alguna vez en bosquejos. Creo que esto se está perdiendo.

En la universidad donde estudie en Estados Unidos, nos prohibían la utilización de computadoras, pues los dos primeros años se hace en croquis, deben utilizar la manos y el lápiz y hacer funcionar el cerebrito y en vez de hacer funcionar la computadora". CONTINUARÁ..

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